jueves, 26 de junio de 2025

Fouché y Robespierre

 
 
Ese es el título provisional, según me informa Robert Saville. Recibí anteayer su invitación para visitarlo en su domicilio en Madrid, un señorial ático en la calle Alfonso XII con vistas al Retiro, tan cerca del Museo del Prado y de la cuesta de Moyano: la residencia de un príncipe.  Esto es lo primero que le dije; no había estado nunca en su domicilio de Madrid aunque, curiosamente, si lo he visitado más de una vez en su casa de Zahora (Cádiz); no le quise recordar la reciente ausencia de su compañera, Elodie, pero fue él mismo el que comenzó nuestra conversación tomando el vermú ligando ambos temas:

-Se me hace muy duro, casi insoportable, estar solo en la casa de Zahora, miro el barco que prácticamente construí con mis manos, enmohecer sin haber cumplido nunca nuestros sueños de viajar juntos en él e inevitablemente comienzo a pensar en que la vida es una serie de cosas que no hemos hecho, de ocasiones perdidas. Y esto es siempre así porque las que hacemos nos llevan mucho más tiempo que las que deseamos o imaginamos y, por consiguiente, las segundas siempre aumentan y aumentan con el tiempo.

Y al decir eso se quedó unos segundos inmóvil, aparentemente contemplando el vaso del vermú, pero con la mirada perdida. Respeté, yo también inmóvil y en silencio, su tiempo de recuerdos.

-...y bien -prosiguió tras el paréntesis- supongo que tendrás interés en que te cuente algo sobre mi proyecto actual del que sólo te anticipé el título provisional ¿no?

-Naturalmente -dije- es más, he buscado sobre esos dos personajes y creo que lo más interesante es una breve biografía de Fouché escrita por Stefan Zweig.

Me miró sorprendido y sonriendo a la vez.

-hemos coincidido, me alegra comprobarlo. Zweig es un biógrafo notable y sabe ocultar su posible erudición sobre los biografiados con sus hábiles deducciones psicológicas; atrapa siempre al lector sólo con ellas: esa simbiosis de contexto, circunstancias  y las complejidades de las distintas personalidades. Fouché no es la excepción: nos enseña que incluso la traición puede ser un arte, como otros ya han proclamado del asesinato. Me he centrado en la relación entre Fouché y Robespierre descartando la más conocida con Napoleón porque me parece mucho más interesante el duelo a muerte entre dos jacobinos (aunque la ideología de Fouché siempre sea supuesta) que entre un ministro de Policía y Napoleón; no es muy conocido, por ejemplo, que siendo ambos jóvenes revolucionarios, Fouché (el tonsurado y oratoriano clérigo Fouché) prestara -o donara- unas monedas al joven y pobrísimo abogado Robespierre para que se presentara  decentemente vestido al ser nombrado diputado de los Estados Generales y pagar su viaje a Versalles y colaborar en la redacción de la nueva Constitución de Francia.

Y en éste punto me quedé pensando en las circunstancia vitales de los seres humanos, concretamente del ser humano Robert Saville, británico de nacimiento y culturalmente franco-español, con esa entrañable querencia por la costa, las gentes, los pueblos de Cádiz.

Hablamos más sobre el texto que estaba desarrollando en  colaboración con su compatriota Lewis J. Smith tomando como marco las páginas de la obra de Zweig, pero de eso ya hablaré si el proyecto llega a buen puerto.

De ahí pasamos a un bacalao al pilpil que él mismo se encargó de servir.

-luego me dices que te ha parecido el bacalao- me guiñó, cómplice.

Y como me pareció excelente se lo dije.

-pues me lo envía un sevillano que tiene una empresa de comida  cocinada con reparto a domicilio que encontré de casualidad por Internet porque respondía exactamente a lo que estaba buscando; se llama Nococinomás.

 

 

 

jueves, 22 de mayo de 2025

La dulce muerte

Había gran expectación en el público y la crítica ante el último estreno teatral de Robert Saville; expectación tanto por la obra en sí como por la reciente muerte de su pareja, la actriz francesa Elodie Duquesne. Al finalizar el estreno abordé a Saville y no sé si muy oportunamente comencé: 

-...la vida  sigue

Me miró fija pero serenamente unos segundos y comenzó a hablar a media voz:

-efectivamente; poco podemos hacer ante la vida pero nada ante la muerte.

-imagino que la buena acogida de su obra le habrá confortado en su pérdida.

-la vida es circular- me contestó un tanto enigmáticamente.

-¿está satisfecho con el montaje, habida cuenta del poco tiempo que la actriz que ha sustituido a Elodie ha tenido para preparar el personaje?

-sí, creo que ella también lo aprobaría.

-¿cree que el público ha entendido sus reflexiones sobre una aceptación serena de la muerte con estricta exclusión de creencias religiosas?

-Supongo que sí; siempre me pareció muy inteligente el aforismo de Juan Larrea: lo imposible se vuelve, muy poco a poco, inevitable; aunque perder la vida es un acto instantáneo, entenderlo o aceptar esa transición de imposible a inevitable es un proceso lento: necesita de toda una vida.

-Imagino que, dentro de su dolor, la forma en que falleció Elodie...

-Sí, no imagino mejor manera de morir que mientras se duerme; se diría que el título de la obra ha sido premonitorio.

Me apretó cariñosamente el antebrazo y me parece que suspiró dentro de un cierto gesto de cansancio. Le acompañé a la puerta del teatro donde levantó la mano ante las preguntas de otros periodistas y se alejó caminando lentamente por la calle Príncipe moviendo acompasada y elegantemente su bastón de caoba con empuñadura de plata.

 

sábado, 17 de mayo de 2025

Preeminente

...que yo supongo que algún mando de la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) deseoso de dar a sus informes un aire distinguido y lustroso se haya puesto fino por encima de sus posibilidades recurriendo al adjetivo preeminente para calificar el supuesto papel o participación que ha jugado el fiscal general del Estado -Alvaro García Ortiz- en la filtración/revelación de datos personales en el caso seguido por el Estado contra la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid (INDA; Isabel Natividad Díaz Ayuso) que también supongo que continúa siendo -pareja e investigado-  Alberto González Amador.

Dejando aparte dos hechos importantes y asombrosos:

1º)  Que tenga más recorrido judicial el hecho de la filtración -de origen aún desconocido- que el presunto delito de fraude fiscal de Alberto González Amador y

2º) Que la investigación esté finalizando sin que se hayan encontrado pruebas que vinculen a los investigados con la supuesta filtración por parte del fiscal general del Estado

...voy a volver al principio y al uso de la palabra preeminente, que según el diccionario significa Sublime, superior, honorífico y que está más elevado, para cuestionar y/o entender si el calificativo, en el que se han ratificado los autores del informe de la UCO ante el Tribunal Supremo, es el más adecuado; veamos si, en vez de preeminente, funciona la sustitución gramatical de sus sinónimos definitorios:

1º) La UCO ratifica el papel sublime del fiscal general en la filtración;

 2º) La UCO ratifica el papel superior del fiscal general en la filtración;

 3º) La UCO ratifica el papel honorífico del fiscal general en la filtración;

 4º) La UCO ratifica el papel elevado del fiscal general en la filtración;

...¿si?, ¿no?; ¡ah, bueno!, pues por eso,  que decía una nerviosa doncella de nombre Práxedes en Eloísa está debajo de un almendro, de Jardiel Poncela.

(Y  ya, dejamos a criterio del fiscal general el agradecer, o no, tan lisonjeros calificativos a los redactores del informe de la UCO (le vemos en la foto después de tomarse un tiempo consultando el diccionario); y eso que no he mencionado otros sinónimos de preeminente: predominante, preponderante, supremo, dominante, preferente, prioritario, primero, destacado, ilustre, insigne, alto y excelso. Que no me resisto a probar el último:

5º) La UCO ratifica el papel excelso del fiscal general en la filtración).

jueves, 8 de mayo de 2025

La Iglesia (católica) y el Estado (español)

Manuel Azaña era indudablemente defensor de la separación Iglesia/Estado y creyó que el advenimiento de la II República y su Constitución lo permitiría hasta el punto de pronunciar su famosa frase España ha dejado de ser católica; minusvaloraba don Manuel la capacidad reaccionaria de tan antigua institución de poder. Pocos años después Franco desfilaba bajo palio y su dictadura era de facto un régimen político teocrático -el nacionalcatolicismo- que habitualmente confundía delitos y pecados como en los mejores tiempos de la Inquisición en España.

Llegó la sacrosanta Transición del 78 con su Constitución, que en el Artículo 16 establece los principios de la libertad religiosa pero que en su apartado 3 recuerda que aunque Ninguna confesión tendrá carácter estatal, sin embargo (los peros acostumbran a ser importantes) Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Y este es el marco de la actual laicidad que se permite actualmente el Estado: una reconocida y calculada ambigüedad.

Ambigüedad por cuanto es muy difícil evaluar y cuantificar las creencias religiosas de la actual sociedad española -aunque una sociedad nunca es monolítica ni en sus creencias ni en nada, y menos actualmente- tampoco en cuanto que al ser las esferas pública y privada  distintas (lo que defendía Azaña) y pertenecer las creencias religiosas a esta última no ha lugar a establecer relaciones de cooperación de ningún tipo y, por último, porque de ser convenientes estas relaciones sólo se menciona una religión, quedando las demás creencias religiosas englobadas en un genérico las demás (les faltó declarar las no verdaderas a los padres de la patria) y a los ciudadanos españoles agnósticos y ateos como en un limbo social.

Recuerdo la normativa legislativa básica de la laicidad de que gozamos y sus límites, que no creo justificación para que el Telediario de RTVE -la televisión pública de este país- dedique más de tres cuartas partes de su tiempo -reloj en mano- y un despliegue de corresponsales  y medios que no he visto en ningún otro acontecimiento noticiable, para tenernos al tanto el proceso y desarrollo del cónclave cuyo objeto es la elección del futuro papa (que, por cierto, se escribe con minúscula inicial, como Iglesia católica).


sábado, 12 de abril de 2025

...recordando a Rivera

 

...de nombre Albert y Rivera, con v, como los Primos.

Si a alguien le parece inexplicable el fenómeno Rajoy que intente explicar, a día de hoy, el fenómeno Rivera; que quede claro que con fenómeno me refiero -en ambos casos- a la primera definición de la RAE: Toda manifestación que se hace presente a la consciencia de un sujeto y aparece como objeto de su percepción, o sea, el puro suceso o acontecimiento y no a otras  definiciones, tales como Persona sobresaliente en su línea, por ejemplo.

A continuación, una recopilación de entradas referidas a él, ordenadas temporalmente:

 

2015

Ciudadanos caducados

La nueva Transición 

 

2016

Fin de la cita

Mucho arroz 

Dictaduras

Lágrimas y sudor, de momento

El guiñol: Escena I (las condiciones)

El guiñol: Escena III (¡todo por España!) 

El guiñol: Escena VI (el Pacto) 

El guiñol: Escena VIII (el Repacto) 

Divorcio 

El guiñol: Escena IX (uniendo los puntos)

El guiñol: Escena X (mareando la perdiz) 

Ciudadanos en Galicia

Como una gaseosa 

Celestinismo

 

2017

 Negociando 

Buscando el centro desesperadamente

Llegan las rebajas 

Riberas y riveras

 

2018

Pan, Fuerza y Libertad

La ilusión de Ciudadanos 

 

2019

Monjes y monas

Este Calígula

Dos reglas y una ilusión 

Consejos vendo... 

 

2020

De líderes y cambios

Triste final, el de un líder dando clases liderazgo cuando ya no se tiene (ejerciendo, como otros, de profesor matadragones).

lunes, 7 de abril de 2025

...recordando a Rajoy (2016-2018)

...continuación de ...recordando a Rajoy (2009-2015), una selección de entradas con M. Rajoy como protagonista; las de esta segunda parte corresponden al período 2016-2018; a mi modo de ver, en este período están algunas de las inolvidables actuaciones del personaje.

Posiblemente alguien encuentre interesante cruzar estas entradas con las que figuran en Aquellos tres años prepandémicos (2017-2019) ya que existe una superposición temporal parcial.

 

Entradas de 2016 a 2018:

2016

La imaginación, la realidad y el poder

Así es él 

El Plan B 

Corrupción

Suma y sigue (más corrupción)

Entendiendo 

El PP se regenera (ahora en Madrid)

It's very dificult todo esto 

Rajoy artista

El rey no ha muerto

Estopa

Tomando medidas   

Para evitar tropezones

España y los españoles 

Un poco malos

Rajoy propagandista

El contexto

Rajoy, moderno

¿Axioma o exorcismo? 

Repelús

El guiñol (escena IV); donde dije Diego 

El guiñol (escena V); el innombrable 

El principio de la rajoyzación

El guiñol (escena VIII); el repacto 

El guiñol (escena IX); uniendo los puntos

Un poco justo

De gafes y cenizos 

Felicebrianismo 

 

2017

Negociando

Rajoy y la lluvia 

El problema

Nada más que decir 

Vicesecretos

El ojo delator 

Irrelevante

El diablo está en los detalles 

La democracia de Rajoy

Pena de tomate 

El 155

La realidad 

¡Feliz 2016!

 

2018

El futuro de las pensiones  

El viento, la lluvia y las moscas

El orden

La política y los políticos

 

...recordando a Rajoy (2009-2015)

...pues eso, primera parte de una recopilación de entradas con M. Rajoy de protagonista en el período referido; no voy a decir que no nos hiciera pasar buenos ratos, pero lo malo es que, simultáneamente, yo siempre pensaba que era presidente del gobierno de España...

 

 

 

 


 

 

 

 

Entradas de 2009 a 2015:  

2009

Analfabetos

Sentido común 

La paciencia de los impacientes

Polivalencia 

¿Ética? 

La elección de los más capaces

 

2010

Libretas y libros 

Midiendo la democracia

Posturas

 

2011

Soprendente

El PP y el centro 

Jodidos, pero contentos

La felicidad 

Sonrisas y lágrimas

 

2012  

La felicidad, de nuevo

Líos

Lo que piensa el presidente 

Esa incómoda memoria

Roces 

La osadía de la ignorancia 

De Arniches 

Digodieguismo

 

2013

 Historia pasada 

Volviendo al plasma

Todo sigue siendo falso, salvo alguna cosa 

 

2014

Gafas Rochester

Marx, Rajoy y la realidad

Algo más que pedir perdón 

 

2015 

Colores

Devuelto

Donde me llevan

Rajoy dixit

Democracias

Cosas 

Trauma postelectoral 

Mucho españoles

Rajoy y la nada

Solidadaridad

Seriedad  

Desinformando

Rajoy desencadenado 

El burgués gentilhombre 

Sin ocurrencias 

Claramente

Sana y equilibrada 

Gafas de colores 

El porqué de la lluvia

Remangado

Imaginando sobre la imagen 

Rajoy levitando

El atril vacío

Demasiao...  

Indecente (pero vibrante)


sábado, 29 de marzo de 2025

Aquellos tres años prepandémicos

En el mismo mes -Junio- y con el intervalo de un año (2017 y 2018), se produjeron en este país dos mociones de censura contra el gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy; habría que recordar que los dos años anteriores también habían sido políticamente bastante agitados: elecciones generales en Diciembre de 2015 y Junio de 2016; en las segundas Unidos Podemos y grupos políticos afines sumaron algo más de cinco millones de votos y 71 diputados (el PSOE menos de cinco millones y medio y 85 diputados).

Pero volviendo a las dos mociones de censura (la primera, fracasó en su intento, pero no así la segunda, que fue la primera en conseguir su propósito de las cuatro planteadas en la historia política posterior a la dictadura franquista), habría que recordar, en primer lugar, que ambas fueron promovidas por Podemos. Y el resultado de este hecho fue la formación del gobierno del PSOE con Pedro Sánchez como presidente. A continuación, y ante la imposibilidad de que el gobierno aprobara los presupuestos generales del Estado, fueron convocadas elecciones generales  para Abril de 2019; este año fue igualmente crítico y convulso pues dentro de él se celebraron unas segundas elecciones generales en Noviembre. 

Se me ha ocurrido ese marco temporal de tres años escasos (de la primera moción de censura en Abril de 2017 a las segundas elecciones generales de 2019, en Noviembre), los tres años previos a la pandemia CoVid-19, para una selección de entradas de este blog, en secuencia temporal ordenada y cuyos enlaces figuran a continuación:

 

2017

Rubia Platino

Ojos que no ven...

Sonados

Nada más que decir 

Morados 

Irene Montero y Eva Perón

El nuevo PSOE 

Panegirismo  

El ojo delator

La democracia de Rajoy

Pena de tomate 

 Ni sólida, ni sana, ni social

Golpe de Estado

La fractura

El 155 

Reprobable

¡Pobre País!   

Raro, raro, raro...

Todos

¡Feliz 2016! 

 

2018 

Resumiendo

Omni mors aequat

Por una Ley Electoral más justa

Mentiras

Este nacionalcatolicismo

El viento, la lluvia y las moscas 

Coherencia  

Lo normal aquí

El desencanto

Del hayque al nosepu 

La ilusión de Ciudadanos

El peligro de los mediocres 

Perdona, pero aguanta

Lícito 

Realmente

 

2019

Gobernando

Tahúres

Parole, parole 

Como a niños

Convicción(es) 

...et labora  

Gramsci y Sun Tzu

El bipartidismo, de nuevo

Somos la izquierda 

Regalo griego

Los equidistantes 

No es relato, es cuento

El estrambote Sánchez

Votar como es debido 

Mirando a la izquierda

Dos tazas 

Monterroso y los pollos

 

 


 

sábado, 15 de marzo de 2025

Dos Cromwell

Viendo la serie de televisión Wolf Hall -de excelente factura, como la mayoría de las de la BBC británica-  en la que se narra principalmente la relación entre Thomas Cromwell y el rey Enrique VIII de Inglaterra, he procurado informarme sobre el personaje; estoy deseando llegar al final de la segunda temporada de la serie por ver cómo se trata su trágico final:  la decapitación (nada anómalo, por cierto, para personajes poderosos de la época); en éste caso Cromwell sufrió pacientemente el golpe del hacha de un verdugo andrajoso que realizó el oficio pésimamente, al parecer por expreso deseo de Enrique VIII, que eligió a propósito a un verdugo inexperto. La causas por la cuales perdió el favor real -y la cabeza- no están claras, pero que el hijo de un herrero hubiera llegado a acumular tanto poder y riquezas no había sido bien visto por la nobleza que procuró hacerle responsable del enlace, por razones de estado, de Enrique con Ana de Cléveris, princesa alemana protestante, que finalmente no fue del agrado de Enrique VIII; Ana de Cléveris fue lo suficientemente inteligente para facilitar la disolución del matrimonio evitando la visita al verdugo, como ocurrió con algunas de las seis esposas de Enrique, pero como alguien tenía que ser culpable, Cromwell acusado de infundados cargos de traición y herejía, tuvo que renunciar a su cabeza. Cosas de la realeza.

Pues resulta que, un siglo después,  Oliver Cromwell, sobrino-tataranieto de Thomas Cromwell, líder de la Cámara de los Comunes y jefe militar del ejército parlamentario que finalmente derrotó al rey Carlos I, fue el máximo responsable de que este sucesor de Enrique VIII, fuera juzgado, condenado a muerte y ejecutado por decapitación -anticipándose en ésto en más de un siglo a lo revolucionarios franceses- acusado de alta traición y otros crímenes.  Oliver Cromwell mantuvo el poder bajo una dictadura militar en Inglaterra con el título de Lord Protector hasta su muerte en 1658.

Finaliza este baile de cabezas en 1661, cuando Carlos II -hijo de Carlos I-  fue nombrado rey por el Parlamento: éste ordenó que el cuerpo de Oliver Cromwell fuera exhumado y sujeto al ritual de la ejecución póstuma. El proceso tuvo lugar el 30 de enero, la misma fecha en que se ejecutó a Carlos I. Su cabeza decapitada estuvo en lo alto de un poste a la entrada de la abadía de Westminster -donde había sido enterrado- hasta 1685, cuando murió el propio Carlos II. 

Como corolario anecdótico: la princesa Diana de Gales descendía de dos de los hijos naturales (se le suponen 14, al menos) de Carlos II: el duque de Grafton y el duque de Richmond (que es también ascendiente directo de la reina Camila), de modo que su hijo, el príncipe Guillermo de Gales, actualmente primero en la línea sucesoria al trono británico, será el primer monarca británico que descienda de Carlos II y de Carlos I desde la muerte de la reina Ana en 1714.

miércoles, 5 de marzo de 2025

En dos palabras

Palabra 1:

Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace». Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos. (Evangelio según San Mateo 8, 5-11) 

...que viene a ser una descripción un tanto ordenancista -y militar-  del milagroso poderío divino; también de que puede que tengamos un concepto un tanto sobrevalorado del estatus romano en Judea: el centurión no tenía una vivienda para enseñar o para invitados (aunque sí para tener criados y/o soldados bajo sus órdenes); habría que recordar que centurión tan creyente no era judío. Y, por otra parte, resulta que gentiles creyentes podrán sentarse a la mesa con judíos (pero sólo en el más allá, parece que la reglamentación kosher será divinamente automática). Cosas evangélicas.

Diecinueve siglos después:

Palabra 2:

...en la tercera semana de Cuaresma, durante la epidemia, tuve que ir a Malitzkoe... Cuando el tifus exantemático... Allí, en las «isbas», se morían las gentes como moscas... ¡Suciedad..., pestilencia..., humo..., terneros por el suelo, junto a los enfermos!... ¡Hasta cerdos había!... Yo no me senté en todo el día, ni probé bocado; pero, eso sí..., cuando llegué a casa, tampoco me dejaron descansar. Me traían al guardagujas de la estación... Le tendí sobre la mesa para operarle, y se me murió bajo el cloroformo... Pues bien.... entonces..., cuando menos falta hacía, el sentimiento despertó dentro de mí. La conciencia me dolía como si le hubiera matado premeditadamente. Me senté, cerré los ojos..., así..., y pensé: aquellos que hayan de sucedernos dentro de cien o doscientos años, y para los que ahora desbrozamos el camino..., ¿tendrán para nosotros una palabra buena?... (Así discurre el médico Astrov en la primera escena del Acto primero de la obra de teatro "Tío Vania" de Anton Pavlovich Chejov).

Respecto a la última pregunta creo que sí podríamos asegurar a Astrov, si pudiera oírnos, que no, no la tendrán, sobre todo porque nosotros no desbrozamos si no que, siendo precisos, destrozamos.

lunes, 17 de febrero de 2025

Errare humanum est

Me equivoco, no sé si más o menos frecuentemente comparado con la media, aunque con la edad creo que menos.  Equívoco es, además de error o confusión, algo que puede interpretarse en varios sentidos o dar ocasión a juicios diversos o ser intencionadamente ambiguo. Para entendernos, asumiré que me refiero sólo a lo primero, al tradicional meter la pata no sé si hasta el punto de ser un genuino metepatas; aún así sin saber si en mayor o menor medida que la media (que yo creo que es bastante elevada). Hasta aquí nada reseñable o fuera de lo común, pero mi especialidad característica es, dentro de ésto, que en muchas ocasiones me doy cuenta instantáneamente de mi error, algo así como si al ángel que dicen que llevamos dentro no le diera tiempo para callar al demonio que igualmente dicen que nos acompaña y yo lo presenciara todo en vivo y en directo, de tal manera que si el error consiste en alguna frase inoportuna y/o inconveniente, me doy cuenta de ello incluso antes de acabar de pronunciarla, lo cual me deja generalmente en un mutismo prolongado, como en un pasmo, consciente de que nada lo que dijera a continuación sería capaz de enmendar el error: equivocación y arrepentimiento casi simultáneos; es bastante pesaroso e incómodo continuar la frase con la cual soy consciente de estar equivocándome sin poder hacer nada para evitar que mi boca siga funcionando. Pesar e incomodidad que generalmente me dejan en un estado de irritabilidad necesario y suficiente para añadir -tras el pasmo- un corolario al error en un adorno final; una equivocación con rúbrica: una cagada con guinda, si se me permite expresarlo de forma algo grosera.

En fin, que errare humanum est, sed perseverare diabolicum. Ya, que divino no debo ser, pero diabólico creo que cada vez menos. Y prudente, según Jerónimo de Estridón.

sábado, 8 de febrero de 2025

El karma (suceso imaginario)

Un pino creció justo al lado de un obús de gran calibre  semienterrado y sin explosionar desde la guerra civil. El pino creció lentamente, a ritmo de pino, y sus raíces fueron abrazando la bomba: la vida y la muerte, tan cerca. Pasaron casi noventa años, al cabo de los cuales una de las raíces del pino se aproximó tanto al percutor de la bomba, que ésta no pudo si no hacer aquello para lo que había sido programada: reventar en una gran explosión; el pino resultó destrozado por la parte inferior y quedó inclinado y sujeto precariamente al borde de un cráter de varios metros. Los artificieros desplazados al lugar han determinado que la única explicación posible es la expuesta, ya que no se ha encontrado a nadie -vivo o muerto- que haya visto o  manipulado el explosivo y también descartan la posibilidad de que hubiera sido un animal, además de que el suceso se ha producido de madrugada; distinto hubiera sido si la explosión hubiera sido de día, ya que el lugar se encuentra cerca de un camino bastante transitado por los residentes de una conocida urbanización de lujo en Somosaguas (Pozuelo de Alarcón) que, lógicamente se despertaron alarmados por un suceso que no han podido evitar los avanzados sistemas de seguridad de que dispone una urbanización tan exclusiva.

A veces el karma lo intenta, pero no cierra el círculo completamente.