Recientemente
Esperanza Aguirre, sempiterna practicante de todos y cada uno de los
once principios de la propaganda atribuídos a Goebbels, nos informaba de que el posible triunfo de Podemos significaría el fin de la democracia
occidental tal como la conocemos, aunque yo creo que la democracia de éste país
tampoco es como para tirar cohetes, por muy a occidente que estemos.
Poco
después, en la reunión de la Junta Directiva del PP, su preclaro e
indiscutido líder, Mariano Rajoy, clausuró el evento afirmando no
voy a hacer ningún llamamiento a la unidad porque este es un partido
unido -afirmación que fué ratificada por un prolongado y unánime
aplauso al más puro estilo franquista o soviético- y ninguno de los
numerosos directivos del PP allí presentes osó despegar los labios para
formular la más mínima observación o expresar un atisbo de autocrítica
tras los malos resultados del PP en Andalucía: silencio absoluto. Esta
debe ser la democracia que Esperanza Aguirre nos propone; algunos también la recordamos: se llamaba democracia orgánica.
No hay comentarios :
Publicar un comentario