viernes, 25 de diciembre de 2009

Matando al mensajero

Parece que el reconocido atraso de la justicia en España no es únicamente de medios -excusa recurrente empleada por los jueces para justificar la escasa calidad de la misma- si no, sobre todo, de mentalidad. Para el juez  que ha condenado a dos periodistas de la cadena SER por el delito de "revelación de secretos", "la protección constitucional al derecho a la información se refiere a los medios de comunicación social (televisión radio o prensa escrita), pero debe matizarse, que Internet, no es un medio de comunicación social en sentido estricto, sino universal". Muy matizador -lástima que viva en otro siglo o en otro mundo- y muy estricto el juez. Sobre todo lo último, habida cuenta lo desmesurado de la condena a dos profesionales que hacían su trabajo dando a la publicidad hechos que la misma sentencia reconoce como noticiables, además de verídicos. Según el juez se puede decir el pecado, pero no el nombre de los pecadores que, en su opinión, es lo que debe continuar siendo "secreto". Para que puedan continuar ejerciendo su derecho a pecar libremente, supongo.
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jueves, 10 de diciembre de 2009

Síndromes


Oí ayer el comentario de Iñaki Gabilondo respecto a la simplificación maniquea en que se ha convertido opinar de la res pública en la actualidad. Basta con adscribirse a una de las dos opciones políticas mayoritarias y, de forma automática, obtenemos el "filtro interpretativo" que nos traduce cualquier aspecto de la realidad, constatando el señor Gabilondo que tan burda simplificación ha sido asumida por todos, lerdos o sapientísimos. Pues sí, en esas estamos, pero tampoco es algo sorprendente; es el resultado natural de una sociedad gestionada políticamente por una partitocracia bifronte en la que hemos delegado nuestra supuesta democracia, que no sólo facilita -entre otros males- la corrupción a todos los niveles, si no que nos tiene sumidos en ésta inanidad acrítica tan útil a los poderes que manejan verdaderamente los hilos: los agentes de los grandes intereses económicos (no hay más que ver la habilidad con que nos están cargando las consecuencias de una crisis de la que son directamente responsables). Tuvimos tal "éxito" -que no se traspapelen las comillas, por favor- en la transición política que, desde entonces y como país, padecemos algo intermedio entre el síndrome del nuevo rico y el del tonto exitoso. Y ya se sabe, un tonto nunca se recupera de un éxito, que dijo Oscar Wilde.

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viernes, 27 de noviembre de 2009

Tramposos como setas

Es sobradamente conocido que no existe abrasivo más intenso de los valores morales y éticos que el interés, y más concretamente, que el dinero. Cuando a través de internet las empresas dedicadas a las apuestas deportivas admiten no sólo el resultado de los partidos como objeto de la apuesta, si no también todo tipo de variantes como puedan ser -en el fútbol, por ejemplo- que el equipo ganador meta un gol en el último minuto, que sea de penalti, que el equipo ganador lo sea por un número determinado de goles, es decir, sobre situaciones o eventos concretos dentro de los partidos y conociendo la cuantía de tales apuestas, se debería ser especialmente cuidadoso en el control de quien ejerza funciones de árbitro, sean de fútbol o de cualquier otro deporte de seguimiento masivo y objeto de apuestas. Que ahora la UEFA -por continuar en el fútbol- abra una investigación y proponga denuncias concretas por fraude masivo -más de cuarenta partidos, varios clubes y tres árbitros- indica que este organismo ha pecado de falta de previsión e ingenuidad. Que el fútbol mueve mucho dinero no es ningún secreto, abriendo apetitos de codiciosos y tramposos. Y lo mismo es de aplicación a los recurrentes fraudes por dopaje en ciclismo, atletismo y otros deportes. La corrupción es el hongo inevitable en la humedad y calorcito del dinero.

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lunes, 23 de noviembre de 2009

El fin de la crisis


El ínclito señor Pizarro, que no acaba de encontrar un perú a la medida de su espada, nos ha regalado, no obstante, su receta para salir de la crisis: "hay que hacer las cosas como Dios manda", contenida en una ponencia que ha pronunciado en el XI Congreso "Católicos y Vida Pública", organizado por la Asociación Católica de Propagandistas. O sea, que con reglamentar la vida pública de acuerdo a los diez mandamientos de Moisés, suficiente. "¿Para que necesitamos las prácticas de buen gobierno si ya tenemos el no robarás, el no matarás o el no codiciarás los bienes ajenos?", se preguntaba retóricamente el señor Pizarro, resumiendo que "se necesita, por tanto, una vuelta a los referentes morales más elementales, es decir, premiar al que lo hace bien y castigar al que lo hace mal". Y que se lo digan a él, que no bien, si no magníficamente lo debió hacer -ventajas de tener hilo directo con Dios y sus mandatos- en Endesa, recibiendo por ello un premio de 15 millones de euros. Y sin robar ni codiciar los bienes ajenos. Con que todos lo hiciéramos siquiera parecido se acababa la crisis en minutos.

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viernes, 20 de noviembre de 2009

Aspavientos


Hablando del secuestro del Alakrana, Josep Ramoneda cita en su artículo en El País, "Gestos y principios" a Giorgio Agamben quien define la politica actual como "la gestualidad absoluta". En esto somos precursores: hace tres cuartos de siglo, Felipe Alfau ya escribía: "España, una tierra en la que ni el pensamiento ni la palabra, sino la acción con un sentido -el gesto- se ha convertido en la especialidad nacional". Mucho ha cambiado desde entonces este país en algunos aspectos, pero no en éste; seguimos siendo un país -quiero decir, un paisanaje- al que cuesta muchísimo pasar de anécdota a categoría, soliendo preferir el recorrido contrario y donde, de acuerdo a la máxima de que cada país tiene los políticos que se merece, gozamos de una clase política instalada permanentemente en el gesto mediático. Hace tiempo -tanto que dudo que alguna vez fuera de otro modo- que no escuchamos un debate parlamentario digno de ese nombre, asistiendo, en cambio, a una especie de guiñol de descalificaciones alternas. No me extraña que los guiñoles televisivos desaparecieran, sus guionistas debían sentirse permanentemente superados por la realidad a la que pretendían parodiar. Y como los tiempos actuales se aceleran, los políticos en su afán de síntesis han depurado el gesto: ya estamos en el aspaviento, que aún es más breve y más efectivo ante los medios. Así es que de principios y de análisis ni hablamos.
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miércoles, 18 de noviembre de 2009

Después del secuestro del Alakrana


Una vez finalizado el secuestro de la tripulación del Alakrana, de lo cual creo que todos nos alegramos, parece que sería el momento de plantearse ciertas cuestiones elementales que, por prudencia solicitada para no interferir adicionalmente en el delicado proceso del pago de un rescate, se han mantenido en suspenso. Ante todo, debe ser de conocimiento público que tanto el Alakrana como el resto de pesqueros que faenan en aguas somalíes (más de 800 en 2005) pertenecen a flotas dedicadas a la Pesca Ilegal No Declarada y No Reglamentada (INDNR, o IUU en siglas inglesas), que, como su denominación indica, no están sometidas a ningún control, acuerdo de pesca o contraprestación, aprovechándose de la incapacidad del precario estado somalí de vigilar y controlar sus propias aguas y zonas de pesca. Estos barcos obtienen anualmente un beneficio estimado de 450 millones de dólares en pescado y mariscos procedentes de esas aguas. En consecuencia, los armadores que decidan arriesgar sus barcos para pescar en estas aguas deben ser conscientes -al igual que sus tripulaciones- de los peligros que se asumen en tan irregulares -si no ilegales- circunstancias. Y que la única obligación de nuestro Estado -que apellidamos de Derecho- ha de consistir en aconsejar el respeto a la legalidad internacional (basándose en el Reglamento CE 1005/2008 del Consejo Europeo para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, que entrará en vigor el 1 de enero de 2010) y, en todo caso, en advertir de que las consecuencias de su incumplimiento serán enteramente responsabilidad privada.

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martes, 17 de noviembre de 2009

Sostenibilidad


Antes de celebrarse la conferencia sobre el cambio climático en Copenhague ya se sabe que será inútil: los dos países más contaminantes del mundo, EEUU y China estiman que "no es realista" establecer acuerdos vinculantes sobre la reducción de emisiones de dióxido de carbono. “No puede haber seguridad alimentaria sin seguridad del clima”, ha asegurado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su intervención ante los representantes de los países miembros de la FAO, entre los que no se encontraba, por cierto, ninguno de los países ricos. Por no poder, en este mundo no podemos ni siquiera asegurar agua potable para toda la población por cuya causa mueren de diarrea casi 1,5 millones de niños cada año (más que por sida, malaria y sarampión juntos). Cuando hace tan poco el capitalismo se daba golpes de pecho y se proponía una nueva economía bajo el mantra de la sostenibilidad, cabe preguntarse ¿que economía puede ser sostenible basándose en la situación anteriormente expuesta?. ¿Es "realista" suponer que la situación mejorará por sí sola cuando los factores de desequilibrio mundial continúan agravándose?

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lunes, 16 de noviembre de 2009

Prioridades


Mientras el lider del PP, en un intento por dotar de respetabilidad y autoridad moral -tan deterioradas- al PP, llamaba a la regeneración para conseguir un partido "limpio y unido" en el congreso de Barcelona, Francisco Camps, demostrando que esa lección ya se la sabe y le sobra, atendió compromisos más urgentes: conducir un Ferrari en el circuito de Cheste, para promocionar la Fórmula 1. Lo primero es lo primero. Y, por si vienen con una camioneta de madrugada, bueno debe ser saber conducir un Ferrari.

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domingo, 15 de noviembre de 2009

Disculpas que no lo son


A menudo, quien se disculpa por puro interés deja traslucir su falta de sinceridad. Y a veces de forma intencionada, como una reiteración consciente de la ofensa. Así, Francisco Camps al disculparse -eso dijo- por haberse referido al portavoz del PSOE en las Corts, Angel Luna, como presunto chequista con ánimo de asesinarlo con nocturnidad y alevosía, puso tan desquiciada y desmesurada acusación en equiparación con las ofensas que -según él- viene recibiendo él mismo y el partido Popular en los últimos tiempos, y para las que quedaba a la espera de las correspondientes disculpas por parte de los representantes del PSOE. Pero, eso sí, comprensivo. En primer lugar consigo mismo -cosas que se dicen al calor del debate- y luego con los demás: comprende que "alguien" haya sentido herida su sensibilidad. Y es que ver a un zombie -aunque sea político- en acción altera muchas sensibilidades.

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viernes, 13 de noviembre de 2009

Partidos y corrupción


Ultimamente y casi a diario leo en las páginas de El País artículos de notables ex-políticos -Antonio Garrigues Walker (en colaboración con otras firmas de Transparencia Internacional), Joaquín Leguina y hoy Gregorio Peces Barba- analizando las causas de la corrupción y proponiendo medidas para atajarla. Todos ellos integran una serie ordenada de medidas -en uno de los casos hasta diez, como los Mandamientos de la Ley de Dios- que, una vez leídos, me parecen, en todos los casos, voluntaristas y hasta buenistas, pero muy poco realistas y practicables. Casi en general se proponen reformas encaminadas a corregir el descontrol de ciertos cargos públicos u organismos claves en el manejo de recursos, pero se obvia aludir a lo fundamental: la partitocracia en que ha venido a convertirse nuestra presunta democracia y que desde una "funcionarización" del "aparato" -personas que no sólo viven de la política, si no que fuera de ella difícilmente sobrevivirían- de los partidos se han autoconvertido en los administradores delegados de la voluntad popular y, sobre todo, en gestores/conseguidores de la financiación de su respectivo partido. Las herramientas para ello son conocidas: clientelismo político, trafico soterrado de influencias, trato demasiado próximo con empresarios, constructores, proveedores y beneficiarios de concesiones, así como la aceptación de patrocinios y donaciones que dan lugar a sobreentendidas contrapartidas desde el ámbito público. Campo abonado para que la corrupción nazca y prospere. Y eso no creo que cambie a iniciativa de los propios partidos que son sus principales beneficiarios.

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Pecados públicos


Casi nada nuevo en las manifestaciones del secretario de la Conferencia Episcopal Española (CEE) sobre el proyecto de ley que regulará el aborto en España, salvo el tono claramente amenazante y disciplinario dirigido a los fieles de la Iglesia Católica. Y porque ha aparecido -a estas alturas- una nueva figura de pecado: el pecado público. Yo sabía del pecado original, de los pecados veniales y mortales, de los capitales -puestos al día en 2008 por el regente del Tribunal de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano, el cardenal Gianfranco Girotti- y que, al parecer, ahora se denominan "pecados sociales", pero no he encontrado la más mínima referencia de lo que pueda ser un pecado público, salvo en las declaraciones del obispo Martínez Camino. He supuesto que le habría traicionado el subconsciente y pareciendole poco el control de la moral privada -a donde debe reducirse el lugar de la religión en los ciudadanos de los Estados laicos- de los fieles católicos, le gustaría imponer una moral pública. Pues tampoco. Porque, en las mismas declaraciones, el señor Martínez Camino denuncia "el intento del Estado de imponer una moral a todos", algo que no sería lícito, afirma, ni siquiera si se tratase de la moral católica. No me extraña que sea portavoz de la CEE: esta habilidad para decir una cosa, la contraria y ni la una ni la otra a la vez -eso sí, en nombre de Dios- es digna de las tradicionales habilidades diplomáticas vaticanas. Este hombre llegará: le veo en Roma no tardando.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La corrupción: fase final

La corrupción, en tanto que consustancial con la más o menos característica ambición del ser humano, nos ha acompañado desde siempre, como las moscas. En regímenes despóticos o dictatoriales resulta embebida en el propio sistema, mientras que en las democracias queda en evidencia su existencia, pero no garantizada su extinción. Manuel Azaña, respecto a la II República, dejó escrito en sus Diarios: El régimen no se envilecería solo ni principalmente por la corrupción de una o más personas eminentes, sino por la laxitud moral que, sin cometer delito, desvirtúa los motivos y tuerce la línea de conducta. Es la flojera que arranca del ánimo la necesidad imperiosa de que las cosas estén bien y de que las acciones respondan al fin público que se proclama. Efectivamente, la palabra corrupción no se refiere exclusivamente a quien se lucra ilegalmente y roba, si no a la capacidad que, por extensión, tiene esa práctica de corromper a personas de su entorno y convertirlas, a su vez, en ladrones. Nadie puede robar solo. Es necesaria una red de ambigüedad, de cobertura alrededor de quien roba que generalmente está basada en clientelismo político y trafico soterrado de influencias, teniendo como como usos comunes, el trato demasiado próximo con empresarios, constructores, proveedores y beneficiarios de concesiones, así como la aceptación de patrocinios y donaciones que dan lugar a sobreentendidas contrapartidas reflejadas sólo la contabilidad B tanto de empresas como de organismos oficiales. De no atajarla a tiempo la corrupción se apodera de cualquier sistema y lo parasita hasta hacerse dueño de sus recursos pero manteniéndolo formalmente -en tanto interese- vivo. Como si fuera un Alien. Como ocurre en cualquier organización infiltrada por la mafia.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Para evitar la corrupción


"No se lo que es un hombre, sólo conozco su precio" dice una frase atribuida a Bertolt Brecht. Tan pesimista convencimiento no sería mal punto de partida en que basar las responsabilidades de las personas que ocupan cargos públicos. Desde la tribuna de El País, Jesús Lizcano, Antonio Garrigues Walker, Jesús Sánchez Lambás y Manuel Villoria, en su artículo No debemos resignarnos a la corrupción, establecen un voluntarioso decálogo para controlar esas responsabilidades y evitar la corrupción. Aunque no sé, finalmente, si con su aplicación evitaríamos la corrupción o, únicamente, la propia resignación, pareciendo que, al menos, algo se intenta. Porque, por centrarme en el segundo punto que asegura necesario Un reforzamiento de los mecanismos de mérito e igualdad en el acceso y carrera dentro de la Administración y una evaluación objetiva del rendimiento de nuestras Administraciones y empleados públicos, como funcionario creo que tal propósito no tiene posibilidad alguna de convertirse en realidad en un futuro históricamente próximo. Para el que no lo sepa, según la Ley 30/1984 de medidas de reforma de la Función Pública “Los puestos de trabajo adscritos a funcionarios se proveerán de acuerdo con los siguientes procedimientos: Concurso o Libre designación, pudiendo cubrirse por éste último sistema aquellos puestos que se determinen en las relaciones de puestos de trabajo". La libre designación es, exactamente, lo que su denominación sugiere y, a partir de una cierta categoría, -nivel, en la Administración- es el único procedimiento utilizado. Pero no sólo eso. Para las categorías inferiores -supuestamente más técnicas y menos políticas- donde se utiliza el concurso como procedimiento general, el perfil solicitado puede llegar a ser tan estricto que aún a falta de nombre y apellidos del candidato podemos conocer con antelación quien va a ser la persona elegida, es decir, acaba siendo -en la práctica- una variante del procedimiento anterior. Y respecto a la segunda parte de esta segunda medida de control propuesta, no existe, que yo sepa -y no sé que instrumento u organismo tendría capacidad para realizarlo- una medición objetiva por proyecto, programa o plan dentro de la Administración. Y menos aún de la capacidad y rendimiento del propio empleado público, una vez que ha sido nombrado. Con toda esta farragosa exposición lo que quiero decir es que es muy difícil reforzar mecanismos inexistentes, así es que, en lugar del políticamente correcto reforzamiento, habría que hablar, con más propiedad, de creación. Y de otros reforzamientos y mejoras en otras de la medidas propuestas opino exactamente lo mismo, pero creo que ya me he extendido demasiado.

La elección de los más capaces

Mariano Rajoy ha afirmado que el PP intentará "elegir mejor" a sus candidatos y dirigentes, aunque recordó que los políticos, sean de izquierdas o derechas, "no son mejores ni peores que los ingenieros de caminos, los empresarios, los periodistas o cualquiera". Es notable la tendencia del dirigente del PP a sucumbir bajo esa supuesta cantidad -que no calidad- de sentido común que acarrea, para acabar expresando falacias dignas de ser olvidadas de inmediato. Sobre lo primero, en tanto que se mantenga el vigente sistema partitocrático con sus acusadas deficiencias democráticas, resultará prácticamente imposible una elección más eficiente de candidatos y dirigentes. El mismo es la prueba andante. En todo caso, una reconocida mejora del sistema -pensando como un verdadero demócrata- sería la adopción de listas abiertas, con lo cual gran parte de la responsabilidad de la elección no recaería sobre partidos endogámicos, esclerotizados y conservadores -de puestos y prebendas- si no sobre la ciudadanía.
Sobre lo segundo, pudiendo ser admisible que la clase política en su conjunto no sea ni mejor ni peor que la de ingenieros, empresarios o periodistas, no es menos cierto que en todas estas profesiones los hay buenos, regulares y malos. Que ya comprendo que también es una obviedad, pero que dado el nivel del discurso y argumentos del señor Rajoy, parece necesario recordar. Porque, de lo que se trata, es de que sean los buenos políticos -y no los regulares o los malos- los que merezcan la responsabilidad de dirigir los partidos y ocupar los cargos públicos.

martes, 10 de noviembre de 2009

Otra Camps


“Cuando yo estaba mal y sufría, pensaba en ti y me animaba. Mariano, tú eres mi escudo”, eso dijo Francisco Camps, refiriéndose a Mariano Rajoy, en el Comité Ejecutivo Nacional del PP, el pasado 3 de Noviembre. Reconozco que una vez superados antiguos ataques de vergüenza ajena ya fuera leyendo las transcripciones de las conversaciones del Molt Honorable con El Bigotes, ya imaginando una hipotética conversación personal entre ambos, hablando de eso suyo, tan bonito, me he convertido en adicto a estas perlas de Francisco Camps, intentando una recopilación de dichos de esta irrepetible figura ñoño-kitsch. Para ello nada mejor que recurrir a la tecnología. Paradójicamente, una búsqueda en la web basada en las palabras "frases" y "Camps", me reportó lo siguiente: "La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia". Es de Victoria Camps. No sé si será justicia poética o que Google es endiabladamente listo.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Mangonear


Como no podía ser de otra manera, al tratar de analizar un asunto tan vidrioso y bajo sospecha como es la honradez de los políticos, Joaquín Leguina, en su artículo en El País, Mangoneo y corrupción, se pasea por el borde del abismo. Después de afirmar tajantemente que la mayoría de los políticos viven únicamente de su sueldo -no sé si eso se consideraría mérito en alguna otra profesión-, para quitar hierro al asunto, da una definición de mangonear muy suave: entremeterse uno en cosas ajenas, pretendiendo mandar y disponer. Si eso fuera todo, quizá pudiéramos convivir con ello. Pero antes de llegar a la palabra corrupción -que para mí es más directa, ya que lleva aneja la sugerencia de un tufillo apestoso- la palabra mangoneo tiene, según la Real Academia Española de la Lengua, otra acepción: Aprovechar una situación privilegiada para hacer pingües negocios. Que es el tipo de mangoneo remunerado -en las propias palabras del señor Leguina- a que la clase política nos está acostumbrando mediante el continuo y extensivo goteo de casos de latrocinio. Que en esta partitocracia que nos gobierna, los partidos adoptaran las excelentes medidas de control que el señor Leguina propone, coicincido con él en que va a ser, efectivamente, mucho pedir. Por mucho optimismo voluntarioso que se pusiera en ello.

 http://elpais.com/diario/2009/11/05/opinion/1257375604_850215.html

jueves, 5 de noviembre de 2009

Omertá


Gran parte de la actuación pretendidamente autoritaria de la actual dirección del PP está encaminada no tanto a solucionar sus conocidos problemas internos de raíz como a lograr evitar que trasciendan, que se hagan públicos. Es fácil, en el vigente sistema partitocrático, que los partidos puedan apretar aún más las tuercas no sólo a quien ostente un cargo público por designación de su partido -prácticamente todos- si no a quien tenga alguna intención de pretenderlo, y aún, a los militantes de base, por aquello de que reconocerlos supone dar armas al enemigo (el partido contrario). Pero otra cosa es el efecto que tal omertá partidaria pueda tener en la ciudadanía en general y en el funcionamiento de un sistema político supuestamente basado en la democracia. "La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio" dijo Cicerón, hace ya algunos siglos. Y algo sabía del tema.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Peligrosas herramientas


El ínclito escudero sanitario de la liberalísma, el señor Güemes, ha decidido eliminar de su blog un diccionario progresí en el que, hasta su brusca supresión, animaba a colaborar con nuevas e ingeniosas definiciones a todos sus admiradores, que debe tenerlos: hay gente pa tó, que dijo Guerrita. En un mensaje de disculpa en ese mismo blog, tras la supresión de un proyecto tan culturalmente innovador, puede leerse: "Llevo poco tiempo en la red y hay herramientas que aún estoy experimentando. Pido disculpas a cuantas personas se hayan podido sentir ofendidas por el contenido de mi blog". No acabo de entender qué herramienta -¿un triturador de basura, quizás?- puede haber utilizado para permitir que se incluyera en su inconcluso diccionario, la siguiente definición de aborto (recordemos que el señor Güemes es el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid): “Interrupción voluntaria del embarazo por egoismo o falta de opciones de una niña o mujer. Dicese también del derecho que les otorgan los socialistos a las mujeres para asesinar a un ser vivo y humano a cambio de votos”. Tal cual, faltas de ortografía incluidas. Hay herramientas que, esto último al menos, lo corrigen automáticamente, pero parece que en su caja de herramientas, el señor Güemes no cuenta con un corrector ortográfico. Así es que de otro tipo de correctores ni hablamos.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Cautela


El Comité Nacional de Derechos y Garantías del Partido Popular -a pesar de lo extenso de la denominación no queda claro de quien son los derechos y garantías- ha resuelto abrir expediente disciplinario y suspender cautelarmente de su militancia en el PP a Ricardo Costa. Lo de abrir expediente suena muy serio, procedimental y administrativo, pero la palabra cautela tiene, según la real Academia española de la Lengua, dos acepciones. La primera es la precaución y reserva con que se procede, la segunda indica astucia, maña y sutileza para engañar. En el actual carajal -me temo que esta palabra no figura en el diccionario de la RAE, pero es la que encuentro más descriptiva- que supone el panorama actual del PP no sé, francamente, a cual de los dos significados de la palabra cautela se refiere el Comunicado del PP. Para acabar de enredarlo todo, una tercera acepción de cautela, absolver a alguien a cautela, se refiere, en los juicios eclesiásticos, a la absolución provisional del acusado en la duda de si ha incurrido o no en la excomunión. O sea, todo lo contrario de lo decidido por el PP respecto a Ricardo Costa, del que nadie tiene claro si ha sido excomulgado o no: el papa y el obispo de esa diócesis parecen no estar de acuerdo en ese punto. A veces, conocer el significado de las palabras conduce a no entender nada.

Traducción simultánea


El titular de hoy del editorial de El País: La economía mejora en el tercer trimestre, pero el elevado desempleo retrasa la reactivación. A ver si podemos traducirlo. Hoy los bancos -o sea, la economía- vuelven a obtener beneficios casi como antes, aunque nunca dejaron de tenerlos. Pero el problema son esos molestos parados, no por razones de justicia -no fueron ellos los causantes de la crisis- ni porque estén malviviendo de la escasa renta que el Estado -dinero de todos- les proporciona, ni porque se vean obligados a ingresar en ese mundo paralelo que supone la economía sumergida, si no porque, simplemente, como no tienen dinero que gastar, retrasan la reactivación de la economía, es decir que los bancos ganen ya como siempre. ¿Entendido?.

Metáforas

A menudo la metáfora elegida traiciona al inconsciente (en cualquiera de los sentidos de la palabra). Hablando de la actual situación en el PP, Manuel Pizarro ha dicho que el ganado tiene que tener un pastor por delante y un perro guardián. El líder tiene que ir delante. Cuando no se hace esto el ganado se desparrama. Parece que Pizarro no está muy conforme ni con el pastor actual del PP, ni con su perro -¿o perra?- guardián, pero lo que está claro es lo que para él sería un buen militante del PP: un dócil borrego. Y el PP un extenso -pero recogido- rebaño.

jueves, 29 de octubre de 2009

Otra democracia


Escribe hoy en El País Ignacio Sotelo sobre el descrédito de la política -de los políticos, concretamente- analizando las causas de ese cada vez más arraigado prejuicio sintetizado por el sentir colectivo en la frase "todos son iguales". Iguales a la baja, naturalmente. Es difícil admitir esa homogeneidad considerando únicamente la pluralidad que necesariamente ha de existir en cualquier colectivo, pero es muy cierto que el continuo goteo de casos de corrupción no contribuye a que la clase política, en su conjunto, sea lo respetada que su función necesita. En todos y cada uno de los aspectos que el señor Sotelo analiza como deficiencias de nuestro sistema político, subyace un hecho que contamina la totalidad y hace que nuestra democracia sea puramente teórica: la vigente estructura partitocrática convierte la potestad de cada diputado en un mandato imperativo, en beneficio, no de sus electores, si no del partido que les incluyó en sus listas. La disciplina de voto desvirtúa por completo la esencia de la democracia, por lo cual tanto las razones políticas como la forma de expresarlas y justificarlas acaba siendo un mero trámite, sin valor ninguno: todo se podría decidir más rápidamente y con menor parafernalia en las Juntas de Portavoces. Aunque hoy nos parezca mentira, nada de todo eso sucedía en el sistema parlamentario de la II República, en el cual los partidos eran asociaciones privadas carentes de reconocimiento oficial y los diputados eran libres y podían votar en conciencia, no estando sometidos -al menos no con la rigidez actual- a la disciplina partidaria. Sería por eso que los políticos de esa época se veían en la necesidad de conectar directamente con la sociedad y de desarrollar en el Parlamento lo que constituye su esencia y está en la raíz de su nombre: la palabra, el discurso, el debate.

martes, 27 de octubre de 2009

Móviles


Ya se sabe, las herramientas no son buenas ni malas, sólo el uso que hagamos de ellas puede ser evaluado. La tecnología, igual que nos brinda nuevas posibilidades, puede proporcionarnos considerables perjuicios, igual que nos facilita la vida, nos la puede complicar. El teléfono móvil, ese artilugio hace tan poquito imposible y que hoy es aparentemente imprescindible, puede llegar a resultar no ya molesto, si no francamente insoportable. En el tren de cercanías -mi transporte habitual- no es raro que todo el personal de un vagón salga de su apacible somnolencia al amanecer oyendo la bronca que de viva -muy viva- voz ese señor tan trajeado como nervioso está echando al infeliz que, al otro lado del móvil, no le tiene preparado el expediente para una importantísima reunión. Intentando reponernos -tras el agotamiento del repertorio de improperios del señor del traje que, además, ha expandido el aroma de su insoportable perfume con los gestos rotundos con que se animaba al hablar- de la parte alícuota de la bronca que nos ha correspondido a todos y cada uno de los viajeros, comenzamos a enterarnos, simultáneamente, tanto de las instrucciones para elaborar una correcta papilla para bebé -plátano, galleta, leche...- que una madre reitera hasta la saciedad a una primeriza canguro, como del aún más reiterativo diálogo tontorrón -jo tío, claro tío, no sé tío...- de una chica (no se sabe si sobrina o no) con alguien al otro lado del móvil. Si algún viajero pierde involuntariamente el hilo de alguna de las semiconversaciones no hay que preocuparse: aparecen más tíos y el azúcar en sucesivas ediciones de las mismas. Subo el volumen de mi reproductor de música y ni así evito oír un epíteto muy lucido que al señor del traje se le había olvidado y que repite varias veces en un volumen de voz cada vez más alto, de tal manera que la mamá, insegura, se ve obligada a comenzar desde el principio con la receta de la papilla, además de decir a la que imaginamos saturada canguro que le ponga el termómetro a Vanesa, porque ha notado que estaba muy caliente. Más o menos como todos nosotros -involuntarios oyentes- a esas alturas. Pero a grandes males grandes remedios. O lo de la cuña de la misma madera. O quien a móvil mata, a inhibidor muere: veo que en la tienda del espía venden inhibidores portátiles de teléfonos móviles -con un radio de acción de 10 metros- a 257 euros. Los grandes remedios parece que también son caros, en consonancia. Puedo proponer a los escasos viajeros que veo que no utilizan el móvil financiarlo a escote.

martes, 20 de octubre de 2009

Polivalencia


Uno de los rasgos definitorios de un político es la polivalencia, aunque sea aparente. Facilitada por los medios, esta multipresencia tiene un aura de omnipresencia que resulta semidivina. Mariano Rajoy, por ejemplo, al que muchos tildan de indolente o inactivo, lo mismo te hace un queso de cabra, que se opone al proyecto del ley del aborto, que desmiente que a Camps se le vaya por fin a enterrar políticamente. Y todo en el mismo día. Con este trajín no sé si le habrá dado tiempo a leer la carta que le ha dirigido Montserrat Nebrera. Menos mal que al ser una carta abierta, alguien se la transmitirá -comentada y filtrada- seguramente.

La mujer del César


"No hemos oído a Camps hacer manifestaciones en el mismo sentido que Costa, y un secretario general tiene que saber muy bien dónde está". La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, parece que sí sabe donde está, lo que no es poco mérito en el PP actual. En todo caso, si no lo he entendido mal, lo que se le reprocha a Ricardo Costa, es que, a diferencia del perpetuo ausente Francisco Camps, hiciera declaraciones y afirmara no sentirse muy orgulloso de alguna de sus conversaciones. Es decir que lo malo -para el PP- no es tanto que figuras con cargos de responsabilidad política tuvieran supuestas conductas irregulares, si no su reconocimiento público. Es decir, para el PP, aquello de que la mujer del César no sólo debe ser honesta sino parecerlo, queda reducido a lo último simplemente: que lo parezca aunque todo el mundo tenga fundadas sospechas de que no lo es. Si no sabemos el contenido de las hipotéticas conversaciones de Francisco Camps con su amiguito del alma para hablar de lo suyo -eso tan bonito- de su propia boca, ¿aquí no ha pasado nada?. Efectivamente, parece que el cese transitorio -y alternativo: ahora sí, ahora no- es el que han aplicado a Ricardo Costa, de quien dicen que continúa con sus labores habituales en el PP-ahora sí- salvo -ahora no- en continuar dando comunicados a los medios. "En boca cerrada no entran moscas" ha asegurado David Serra, secretario de organización del PP valenciano. Este ya sabía que para ser mujer de éste César lo mejor es ser muda, como él.

Vox populi vox Dei


En tiempos antiguos se decía que la voz del pueblo era la voz de Dios; tan antiguos que se decía en latín: vox populi vox Dei. Rápidamente -en términos históricos- los obispos de la iglesia católica enmendaron este ingenuo despiste de los primitivos cristianos y ya Alcuino de York (735-804) citó esta frase para negarla, alegando que las masas están siempre bastante cercanas a la locura. Desde entonces, al menos, parece que la jerarquía institucional de la iglesia católica tiene en exclusiva la franquicia de la palabra divina. Para salir de dudas, le planteo al oráculo Google la afirmación "Dios nos habla", y éste me responde en milisegundos a través de una web católica confesa que -sorprendentemente- afirma que Dios nos habla de mil modos, pero que no lo escuchamos por el ruido interior que llevamos dentro. Efectivamente, maximizar la relación señal/ruido ha sido, de siempre, un parámetro fundamental en los sistemas de sonido, de lo que deduzco que la causa por la que no oímos directamente a Dios pudiera ser puramente técnica. Y, seguramente por esto, para evitar que el papa, supremo portavoz de Dios en este mundo, tuviera algún problema en la transmisión de su mensaje, el gobierno de la Comunidad de Valencia decidió gastar más de seis millones de euros en asegurar que su voz se transmitía alto y claro en cada uno de los actos de su visita a este país. ¡Y que son tres millones que, al parecer, se distribuyeron algunos intermediarios de la trama Gürtel, si se trataba de garantizar el filtro del ruido personal y otras posibles interferencias en el mensaje papal, es decir, de Dios!. De paso, constato que lo de Vox populi vox Dei parece estar definitivamente obsoleto, a todos los niveles.

domingo, 18 de octubre de 2009

¿Etica?


"Es mejor callar y que sospechen que eres tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente", dijo Groucho Marx. Efectivamente, tras meses de silencio respecto al desarrollo de las implicaciones de la trama Gürtel en el PP, Mariano Rajoy ha hablado y nos ha convencido definitivamente de su incapacidad de liderazgo, ya sea por falta de actitud o por falta de aptitud que, a los efectos, tanto da. Desde esta incapacidad ha tomado, además, por torpes o tontos a los periodistas que realizaron la entrevista y, por extensión, a toda la ciudadanía. Ante la reiteración de preguntas en las que exhibió variantes de la callada por respuesta o manifiestas incongruencias, expresaba con incomodidad que esas preguntas ya las había respondido con meridiana claridad. Sería en algún mundo paralelo. En concreto, al asegurar que al señor Costa se le cesaba por serle de aplicación mayor nivel de exigencia ética que a un militante del PP lo que provocó inmediatamente la pregunta de porqué no se cesaba al señor Camps, cuyo nivel de exigencia habría de ser aún mayor, Rajoy respondió que el caso contra Camps estaba archivado y "no hay ninguna actuación que le haga merecedor de ser cesado". Es de público conocimiento que en el auto de sobreseimiento (en contra de la opinión de uno de los tres jueces que formaban el tribunal, siendo el presidente su amigo íntimo) de la causa en la que se imputaba al Molt Honorable Camps el delito de cohecho, se puede leer que esa resolución se adoptaba con independencia de otras posibles valoraciones de tipo ético, es decir, de las que debería haber tenido en cuenta el señor Mariano Rajoy -al parecer preocupado por ser siempre justo y benéfico- para adoptar una resolución que depurara las responsabilidades políticas del señor Camps en este asunto. Justamente como las que se le han exigido al señor Costa, que, por cierto, nunca pidió la dimisión como ha afirmado el señor Rajoy.

jueves, 15 de octubre de 2009

Sostenibles

Respecto a la denominación, comienzo por no conocer su significado exacto. ¿Economía sostenible es la que se sostiene o la que nos sostiene?. Y, si fuera esto último ¿a todos o a algunos?. Parece que al gobierno le ha parecido demasiado largo el salto del ladrillo a la economía verde, e intentando vestir la mona y acercarse al ecologismo oportunamente, lo sostenible ha pasado a ser el concepto clave. Como suele ocurrir en éste país, se han utilizado más recursos en anunciar lo que se pretende hacer que en hacerlo. Así, de los países de la OCDE, España figura entre los países que menos ha invertido de forma concreta en economía verde para combatir la crisis. Mientras Alemania ha destinado un 1% de su PIB a planes de estímulo relacionados con el medio ambiente, España sólo ha destinado hasta ahora el 0,13%. En realidad, después del anuncio el pasado mes de Mayo de la Ley de Economía Sostenible que supuestamente ha de instrumentar radicales cambios económicos y sociales, con 20.000 millones de euros como dotación estimada, la Ley sigue en proceso de elaboración. Seguramente tratando de incorporar contenidos que la hagan medianamente creíble, y recabando a toda prisa la opinión de los expertos. Sin ánimo de hacer sangre, y sólo por recapitular respecto a los antecedentes próximos que han tenido una incidencia cierta en la situación económica actual de éste país, cuando la burbuja inmobiliaria estaba en plena expansión, el gobierno formado en 2004, continuó utilizando un pernicioso esquema económico heredado y exprimiendo la gallina de los huevos de oro. El incremento de los préstamos inmobiliarios se multiplicó por ocho en los últimos ocho años y actualmente asciende a casi medio billón de euros -de deuda- que viene a ser la mitad del PIB español. De aquellos polvos -cuando incluso se nos decía que una vez superado el PIB de Italia estábamos a punto de superar el de Francia- vienen estos lodos. En aquellos tiempos de bonanza -aún ficticia- hubiera sido el momento de emprender una rectificación de modelo económico. Ahora, de forma forzada, lo único que está en manos del ejecutivo es promover uno o más Planes E, de los que únicamente se puede pretender que, además de maquillar las desastrosas cifras del paro, tengan algún efecto beneficioso como mejora de los servicios públicos. Y a esperar tiempos mejores. La sociedad no cambia a golpe de leyes o decretos, como parecen creer algunos políticos. Las soluciones pretendidamente radicales pero improvisadas no suelen funcionar. Ni siquiera políticamente y ni siquiera a corto plazo.

Milagros


Han sido varias las voces dentro del PSOE que han advertido de los peligros de políticas promovidas sin el necesario debate interno y fiadas al empuje de la generación de "leyres y bibianas". Felipe González y Gregorio Peces-Barba -por mencionar a dos figuras poco sospechosas de oportunismo- han señalado, la preferencia del actual presidente del Gobierno por inventos, descubrimientos e improvisaciones antes que por políticas producto del debate y la reflexión. La preferencia, en definitiva, de la juventud sobre la experiencia. Y ante la crisis, esta tendencia de Zapatero -que, sorprendentemente, parece fiarse cada vez más de sí mismo- a resolver por vía de genialidad se ha agudizado y el PSOE ha venido a ser un Ministerio de la Política Posible en España. Lo sensato hace un año hubiera sido pararse a reflexionar y aprovechar la coyuntura para realizar un análisis serio, contrastando no solo las cifras macroeconómicas (PIB, IPC, paro), si no para revisar a fondo los supuestos en los que se ha basado nuestro crecimiento en los últimos treinta años. En lugar de ello, se nos ha vendido -hasta hace bien poco- aquello de que una vez superado el PIB de Italia podíamos superar el de Francia. A muchos nos parecía milagroso, a la vista de nuestra real falta de competitividad a nivel general y de la permisividad para con el "pelotazo" como motor del crecimiento. Y, efectivamente, era un milagro. Y los milagros, como todos sabemos, no existen o, al menos, no de ese tamaño. Hace poco me he enterado, que entre el paquete de medidas de recorte con el que intentar contener la sangría presupuestaria del Estado, está la rebaja de un 37% en investigación, siendo así que para la proyectada Ley de Economía Sostenible, el I+D+i se considera un pilar fundamental, como no puede ser de otro modo. Con medidas como ésta, con la falta de un acuerdo de Estado en educación -por ejemplo- y con el bajísimo nivel exhibido por la oposición, no salimos de ésta ni con la intercesión directa de la Divinidad.

Crisis permanente


Júbilo en Wall Street tras superar el Dow Jones los 10.000 puntos; el banco JPMorgan ha obtenido un beneficio neto de 3.588 millones de dólares en el trimestre pasado, un 31,86% más que hace un año. Ahora que los bancos ganan más -nunca han dejado de hacerlo, excepto aquellos pocos a los que que dejaron quebrar, a modo de aviso- se nos dice que la crisis se acaba. En el camino hacia ese supuesto renacer económico -que no social- quedan millones de parados, los cuales no vislumbran siquiera la penumbra al final del túnel, y mucho menos -con tan poca luz- ningún tipo de brote, verde o de cualquier otro color. La desigualdad en el reparto de los bienes y la pobreza han aumentado como producto de la crisis y ahí permanecen. Casi 1,5 millones de niños mueren al año por diarrea (más que por sida, malaria y sarampión juntos), consecuencia, sencillamente, de falta de higiene y de beber agua insalubre. En el siglo XXI no somos capaces ni siquiera de asegurar agua potable para todos. Para algunos la crisis continúa siendo permanente. Para muchos, eso sí, más breve: mueren antes.

Responsabilidades


Esclarecedor, por una vez, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons: ha justificado la destitución de Ricardo Costa de todas sus funciones por la presión de la prensa. "Hay que atender al clamor de los medios de comunicación de que el partido tenía que asumir una responsabilidad. Es normal que el secretario general lo asuma". Nada respecto a normas de autoexigencia ética, ni a la reprobación de usos y conductas, ni disculpas a la militancia del PP ni a la ciudadanía, en general. ¿Si no existieran los medios de comunicación, aquí no habría ocurrido nada anormal que asumir por pura responsabilidad moral?.

Dúos


"Si te vas tú, me voy yo". Eso parece que le dijo a Costa el Molt Honorable Camps. Me recuerda a aquél "dos por el precio de uno" de Felipe González, refiriéndose a su entonces número dos, Alfonso Guerra. Al final, el número uno, en un hábil regate, justificado siempre por la responsabilidad, se queda, mientras el número dos paga los platos rotos -los haya roto él o no- y se vá, para eso es el número dos. En estos casos, el ordinal es decisivo. Ya se sabe: las parejas duran lo que dura el interés. Pero en política se nota más.

Comunicados


I

La clase política se está acostumbrando -y los medios lo han ido aceptando, salvo plantes esporádicos- a comunicarse con la sociedad a golpe de comunicado, de declaraciones cerradas. En relación con el desarrollo del culebrón Gürtel, veo en El País Digital de hoy dos comunicados, uno del PP estatal y otro del PP valenciano, por cierto, contradictorios o no totalmente coincidentes (II). Ayer fué otro comunicado, el de Ricardo Costa. Análisis sí, pero ninguna interpelación o entrevista a ninguno de los implicados transmitiendo esas preguntas que todos tenemos en mente y cuya respues
ta pudiera resultar esclarecedora, aunque fuera por omisión. Y es que de la realidad forma parte tanto lo que se dice -sea finalmente verdad o no- como lo que se calla. No es casual que la fórmula empleada en declaraciones formales ante la justicia se refiera a la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Y en un juicio se responde a preguntas, no se hacen declaraciones. Supongo que será porque la experiencia ha demostrado que es el mejor método de conocer la verdad.



II

A pesar del minimalismo -seguramente reflejando la personalidad de Mariano Rajoy- del comunicado del PP en relación con la supuesta dimisión de Ricardo Costa, en cada una de sus escasa líneas existen contradicciones con lo expresado en el resto de comunicados, el del PPCV y el del propio Ricardo Costa. Se afirma en el comunicado del PP que Ricardo Costa suspende temporalmente -que descubrimiento del PP, éste de los ceses transitorios- sus funciones, tanto en el partido como en las de portavoz del grupo parlamentario popular en Las Corts. En el de Ricardo Costa se lee que ha pedido que Camps trasmita a Mariano Rajoy que "no he aceptado presentar mi dimisión, que sólo podría -de nuevo la habitual confusión entre poder y deber- producirse si hubiera incumplido mis obligaciones". Menos mal que en el comunicado del PPCV, podemos leer que "si se produjera dicha investigación -del PP sobre la actuación de Ricardo Costa- éste se abstendría de sus funciones como secretario general del PPCV, pero no como portavoz del grupo parlamentario". Rajoy, seguramente ocupado en redactar "instrucciones correctas y acordes a los Estatutos, justas y en beneficio del PP", según encabeza Costa su comunicado, no nos comunica nada. Para Cospedal, Secretaria General del PP, Costa ya no está en la actividad política. Pons, responsable de comunicación del PP, nos anunció la hora de las resoluciones, las cuatro de la tarde -una antes que para los toreros- pero parece que no el día. Sugiero que, para resolver de una vez este embrollo, se les convoque a todos a un programa de televisión tomatero -seguro que en este tema hay tomate para una buena tomatina- que, por una vez, cumplirían con la función social que se les supone a los medios. Lo de los comunicados puede resultar muy cómodo para los declarantes pero acaba resultando un lío para el personal.

Gürteliño


Con el gürteliño -denominación del PP gallego para el caso Gürtel- comiendo por los tobillos a Mariano Rajoy mientras lee el Marca, Camps manteniéndose a flote sólo mientras le dure el aire de la última -y costosa- bocanada de aire político y Esperanza Aguirre en un aparente frenesí de limpieza política que delata su temor a que finalmente la correa tenga también bucles en Madrid, Alberto Núñez Feijoo comienza a verse a sí mismo como la gran esperanza blanca de la derecha española para liderar el PP. De momento, en Galicia, ya ha encontrado una cabeza de turco ideal para desvincularse de la trama corrupta: el fallecido Xosé Cuiña, a quien Pablo Crespo, ex-secretario de organización del PP en Galicia y actualmente detenido como uno de los principales implicados en la trama Gürtel, consideraba su mentor y que, además, dentro del PP gallego era de la facción de los de la boina en oposición a los del birrete donde siempre se ubicó Rajoy y el propio Núñez Feijoo. Y para desmarcarse aún más de aquél antiguo PP gallego, ha llegado a decir que en 1999 él no formaba parte del PP. Parece que incluso ha confesado que, una vez, votó al PSOE. Pero el despiste fué breve: ya en 1991 fué nombrado Secretario General Técnico de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Montes y también en ese año Secretario General de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Xunta gobernada por el PP, y de 1992 a 1996 fué Vicepresidente y Secretario General del Servicio Gallego de Salud. Romay Beccaría, lo llevó consigo a Madrid cuando fué nombrado Ministro de Sanidad en el primer gobierno de Aznar, en 1996, y ocupó el puesto de Secretario General de Asistencia Sanitaria y presidente del INSALUD. Posteriormente, entre mayo de 2000 y enero de 2003, continuaba gobernando el PP, ejerció la dirección de la entidad pública estatal Correos y Telégrafos. Entre 2003 y 2005 fué Consejero de Política Territorial y en 2004-2005 Vicepresidente de la Xunta que continuaba gobernada por el PP. En 2006 fué nombrado presidente del PP en Galicia. Supongo que para entonces ya sí sería del PP.

viernes, 9 de octubre de 2009

Berlusconizando


Según una encuesta la mayoría de los valencianos cree que el Molt Honorable Camps mintió respecto a los trajes. En esa misma encuesta, sin embargo, el PP no sólo mantiene el apoyo electoral, sino que aumentaría su presencia en siete escaños en una hipotética convocatoria de elecciones. Las conclusiones de esta encuesta, aunque difíciles de tragar, son evidentes. Todos -en mayor o menor medida- asumimos que políticamente vivimos en una democracia imperfecta, pero los sistemas toleran la imperfección hasta un límite, traspasado el cual, dejan de funcionar, colapsan, crujen. Tolerando estos niveles de calidad democrática no se consigue otra cosa que propiciar la ausencia de la ciudadanía de los asuntos públicos. Si lo que se pretende es una berlusconización de la sociedad, este es el camino. Luego no nos quejemos.

jueves, 8 de octubre de 2009

Consecuencias de la corrupción


Hace unos meses Mariano Rajoy expresaba -incluso antes de que se lo preguntaran- su convencimiento de que la trama Correa no implicaba la corrupción generalizada e institucionalizada en el PP, si no que se trataba de casos puntuales y aislados. Esa teoría, a falta de confirmación judicial, parece que a día de hoy es insostenible a la vista de las pruebas y testimonios contenidos en la parte del sumario relativo a este caso y que se ha hecho público. Es comprensible su pánico ante el abismo que -como en los sueños- se va abriendo a su alrededor, pero creo que en estas circunstancias, lo peor para su partido es que persista en su habitual inacción, que, teniendo en cuenta otras informaciones, más parece impotencia. Si no quiere o no puede -a los efectos, tanto da- lo mejor es que deje en otras manos la responsabilidad de quien quiera y pueda proceder a una insoslayable limpieza y reorganización en el PP. Tampoco la estrategia de justificarlo todo con el respaldo de quienes les votan puede durar por mucho tiempo. Conozco testimonios de antiguos militantes del PP bastante desencantados con la situación actual y deseando una verdadera renovación. Sin ser simpatizante del PP, creo que si la oposición es mala, el gobierno automáticamente baja el listón acomodándose a esa falta de exigencia, y digan lo que digan las encuestas sobre quien ganaría las elecciones en éstos momentos, deberíamos prestar antes atención al aumento del porcentaje previsto de abstención: el respaldo popular a esta imperfecta democracia podría caer bajo mínimos Lo que menos interesa a éste país en estos difíciles momentos.

Mejor el silencio

El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha asegurado hoy que el PP no está agujereado como un queso, ya que está completamente a salvo de la corrupción, y aunque no atraviesa un momento dulce, confía plena y absolutamente en el presidente de la Generalitat Francisco Camps. La literalidad del texto anterior la he contrastado en varios medios de comunicación y es idéntica en todos ellos. Lo digo porque me gustaría saber quien se ha tomado la molestia -no sé si el propio González Pons- de construir semejante galimatías. No basta poner en medio de dos afirmaciones una conjunción causal para que lo que se diga tenga sentido. No entiendo la comparación del PP con un queso y que su supuesta falta de agujeros indique que el partido esté completamente a salvo de la corrupción . O que en el PP, aún no atravesando un momento dulce -será porque se estaba hablando de quesos- se confíe plenamente en el presidente Camps. Si eso es todo lo que se le ocurre al responsable de comunicación del PP, podrían ir pensando en el partido en sustituirlo. Y mientras, mantenerlo en silencio; sería mejor para todos. Ya lo dijo Marx (Groucho): es mejor callar y que te tomen por tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente.

El aroma de los chorizos


Se forraban, sí, pero todo tiene sus servidumbres. No sólo la posibilidad de acabar un tiempo en ese selecto hotel en el que una vez que entras no hacen más que ponerte dificultades para salir -que también- si no, por ejemplo, el sinvivir de no saber los colores de chapa y tapicería que le gustaban a Ricardo Costa para su coche de pijo total -Infinity FX50, motor V8 de 5 litros, 390 CV, 80.000 €- entre otras muchas incertidumbres de intermediario conseguidor. Total, para que lo estrellara a los dos meses -pasando la "prueba del algodón", en palabras del estrellador- y volver a empezar con el concesionario. Y es que nos ciega el lado envidiable de los chorizos, su aroma a billetes nuevos y de colores insospechados.

lunes, 5 de octubre de 2009

Avispas y abejorros (y zánganos)

Era de suponer que los trajes no fueran sino la punta de un profundo y voluminoso iceberg. Parece que la red de Francisco Correa y Álvaro Pérez 'el Bigotes' financió al PP de Valencia durante años mediante un variado repertorio de triquiñuelas contables, incluyendo las preceptivas duplicidades: A(Alicante) y B(Barcelona), abundante uso de dinero negro y de facturas falsas fabricadas en el propio PP valenciano. Así se recoge en un informe policial que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia no ha tenido a bien investigar. Las leyes son como las telerañas, cogen a las pobres moscas y dejan pasar avispas y abejorros dijo Jonathan Swift. Por mucho que la clase política viva del negocio de vendernos ideas envueltas en grandes palabras -Democracia, Estado de Derecho, Justicia igualitaria, etc.-, ha cambiado poco el mundo de Swift acá.