viernes, 26 de octubre de 2012

Aviones y submarinos

Economía sumergida y fraude fiscal suelen equipararse o al menos mencionarse simultáneamente. Por ello creo que conviene precisar que aunque puedan ir juntas no son lo mismo: el 76% del fraude fiscal en esta país proviene de grandes corporaciones -incluyendo las de la gran banca- y grandes empresas y el resto, el 24%, sería atribuíble a lo que todos identificamos como economía sumergida, es decir, a los empleos no declarados y que se retribuyen "en negro" y a los profesionales autónomos que ofrecen fraudulentamente sus servicios "sin IVA" como herramienta de competitividad en una economía deprimida; es decir los primeros recurren al "vuelo" a paraísos fiscales y los segundos son los que recurren a la "inmersión". No quiere decir ello que esto último no sea fraude y por ello perseguible, pero puesto el Estado en la tesitura de maximizar el esfuerzo de la lucha contra el fraude fiscal para intentar situarlo -al menos ésto- a niveles europeos, está claro que debería intentar, en primer lugar, dirigir sus esfuerzos hacia donde se haya identificada la gran bolsa de fraude antes que al fontanero que no cobra el IVA por cambiarnos un grifo. Ya que no por justicia, al menos por interés.

 http://elpais.com/elpais/2012/10/31/opinion/1351713750_081868.html

jueves, 11 de octubre de 2012

Economía básica

Sigue empeñado el señor presidente del gobierno en explicar a la ciudadanía -las pocas ocasiones que dedica a a ello- las claves y justificaciones de la preocupante situación económica que vivimos en base a frases o ideas de pretendido sentido común que resultan ser más que simples, simplezas. 
Una de ellas, recurrente, consiste en la consabida "no podemos gastar lo que no tenemos", que además de simplista es, sencillamente, falsa: cualquier economista, estudiante de economía o simple aficionado al tema -y ahora, por necesidad, lo somos casi todos- sabe que una de las bases del sistema capitalista es precisamente el crédito, que consiste en pedir el capital que no tenemos para gastarlo en actividades que nos han de reportar beneficios para pagar con holgura el crédito,beneficiarnos del remanente y generar crecimiento y riqueza. 
Por ello más apropiado -puestos a simplificar- sería afirmar que "no podemos pedir más que lo que podremos devolver", que implica el necesario cáculo de beneficios de la actividad en que empleemos el crédito solicitado. 
Cree el ladrón que todos son de su condición, y al simple suele sucederle lo mismo.

domingo, 7 de octubre de 2012

Otras soluciones

Parece que uno de los orígenes de la calamitosa situación económica que vivimos se debe a las repercusiones del estallido de la burbuja inmobiliaria. Según esto, los activos de los bancos han resultado ser "tóxicos" -sobrevalorados- debido a que muchas de las hipotecas han resultado ser incobrables y por ello esos mismos bancos se han resentido de falta de liquidez para poder continuar con su negocio. Para remediarlo, el Estado está inyectando enormes cantidades de capital en los bancos, capital que, procediendo de céditos externos, el Estado está financiando -para equilibrar las cuentas- con los salvajes recortes en los servicios públicos que todos conocemos. Y yo me pregunto ¿no sería mejor que ese capital que el Estado -y por tanto, de todos- invierte en los bancos en dificultades se destinara a créditos blandos a esos mismos ciudadanos que se han visto en situación de insolvencia para que pudieran hacer frente a sus hipotecas  y así los bancos recuperaran su dinero, los hipotecados conservaran sus casas y no fuera necesario recurrir a la destrucción efectiva del estado del bienestar?. Será que soy muy obtuso y no lo entiendo, si a nadie se le ha ocurrido ésto antes.
 
http://elpais.com/elpais/2012/10/05/opinion/1349462535_696875.html