jueves, 18 de diciembre de 2014

Un ministro planetario

De vez en cuando los planetas se alinean -y aquí un gesto con la mano trazando esa imaginaria línea- y se produce un rebote de la economía. ¿Soy insomne y estaba de madrugada viendo una de esas cadenas en las que visionarios, quirománticos o adivinadores de exóticos nombres cobran a tanto el minuto por decirte que tu futuro va a tener altos y bajos?. Pues no, estaba viendo un telediario en el que el ministro de Economía del Estado español nos explicaba las causas de nuestra milagrosa recuperación económica (que, como es indiferente que las comillas las coloque en milagrosa o en recuperación, he decidido no gastarlas, que están los tiempos muy malitos). Eso sí, el señor ministro nos advertía -al más puro estilo de un vidente profesional- de los posible peligros que le podrían sobrevenir a esta recuperación, sobre todo de los domésticos y políticos...y que empiecen por Po, le faltó predecir.
Pues nada, señor de Guindos, sabiendo ya cual es el truco para enderezar la cuestión económica, si vienen mal dadas nos acercamos unos millones de españoles -con menos no se podrá- a poner a los planetas en fila de nuevo. Y, de paso, acabamos con el paro.

 http://elpais.com/elpais/2014/12/20/opinion/1419094557_326615.html

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Bipartidismo, estabilidad...y cintas de video.

Últimamente tanto el PP como el PSOE andan bastante revolucionados con la posibilidad de un gran acuerdo de Estado tendente a asegurar la estabilidad de gobierno como forma de apuntalar un bipartidismo que pierde sangre a chorros (o viceversa). Habría que recordar que el bipartidismo, que ha sido casi consustancial con el actual período de democracia en España, va camino de igualar los 49 años (1874-1923) que duró el régimen político conocido como la Restauración y que se basó, igualmente, en el bipartidismo de conservadores y liberales; resulta curioso saber que el nombre "oficial" del partido conservador fué el de  Partido Liberal Conservador: quizá acabemos conociendo un nuevo Partido Socialista Popular que cierre este ciclo.
Si tanto el PP como el PSOE dedicaran sus capacidades a analizar aquél período histórico y las causas del  hundimiento de aquél régimen antes que a anatemizar las alternativas políticas al bipartidismo que están surgiendo actualmente y a continuar vendiéndonos la estabilidad política como un bien en sí mismo, quizá pudieran entender las causas de su desconexión con una sociedad a la que dicen representar mayoritariamente.
Por cierto, cualquiera de los países nórdicos europeos que tomemos como muestra ha tenido mucha menos estabilidad política que España en los últimos treinta años, pero ya quisiera yo para nosostros la mitad de sus políticas sociales actuales.


 http://elpais.com/elpais/2014/12/06/opinion/1417889455_345840.html