jueves, 27 de abril de 2017

La gran falacia, de nuevo

La gran falacia neoliberal se muestra incombustible en casi todo el mundo, pero de forma particular en EE.UU.: la utilizó Ronald Reagan -con el resultado de duplicar el déficit y triplicar la deuda pública de EE.UU. en sólo ocho años-  y la vuelve a utilizar Donald Trump; básicamente se basa en vender a las clases trabajadoras que un capitalismo sin cortapisas les traerá beneficios también a ellas: es decir, la promesa de poder alimentarse teniendo como menú únicamente las migajas que sobren de la mesa del banquete de ricos y poderosos (tampoco es que la falacia sea muy imaginativa, ni requiera de análisis profundos). Y, además, como supuesto beneficio añadido, lograr que el Estado funcione sin impuestos; es decir, que no funcione o que funcione lo menos posible. En resumen, algo así como pretender justificar que las inundaciones son buenas para los pobres porque, finalmente, traen peces que poder comer.
Según el anunciado plan de reforma fiscal del presidente Donald Trump, se prevé una reducción del 35 % actual al 15% en el impuesto a las ganancias corporativas y la reducción de siete a tres tramos en los impuestos que se aplican a los trabajadores, lo que, como es sabido, favorece siempre a las rentas más altas. Y dado que el plan no incluye estrategias compensatorias de la disminución de ingresos federales por impuestos, esto produciría, de llevarse a efecto, un impresionante aumento del déficit público, aunque según el sercretario de Tesoro de Trump, ese déficit se pagaría por sí solo gracias al impulso económico generado; algo así como el cuento de la lechera a costa siempre del gasto social directo cuya responsabilidad actual es del Estado, que se sustituiría por las mencionadas migajas procedentes de los beneficios de las grandes corporaciones.
Naturalmente, el plan beneficiaría mayoritariamente a personas y negocios como los del presidente Trump, como ya han señalado representantes del partido demócrata. Y es que, evidentemente, para Donald Trump ejercer la presidencia de los EE.UU. es una forma más de hacer negocios.

domingo, 23 de abril de 2017

Olla podrida

De la olla podrida -y a presión- que está resultando ser la corrupción que afecta concretamente al PP (donde es devoción lo que tienen por éste plato), resulta que uno de los principales factores que han aumentado la presión de tal manera que nos ha permitido asisitir en vivo al espectáculo de ver salir disparados algunos de sus ingredientes entre chorros de vapor interno -tal como un géiser local de corrupción-, ha resultado ser la propia competencia entre los corruptos del PP: la trama púnica y la trama Gürtel competían entre sí por esquilmar las arcas públicas en los Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid; Bárcenas y Lapuerta, desde la tesorería del PP facilitaron a la Guardia Civil las pistas para poder investigar a Ignacio González; no se sabe muy bien quién -pero todo parece apuntar a alguna facción del PP disponía de una contragestapillo opuesta a otra  gestapillo que se dedicaba a contravigilar a miembros del PP no afines- investigaba los viajes a Colombia de Ignacio González y su corte isabelina (del Canal de Isabel II), transportando toallas y gorras en abultadas bolsas de plástico.
Resumiendo, que como ocurre de antiguo -sobre todo en éste país- todos los corruptos existentes en el PP tenían interiorizada la frase de los amigos me guarde Dios, que de los enemigos me guardo yo, relativa a una mezcla específica y local de avaricia y envidia, universalmente propias del género humano: también de siempre las redes de corrupción, asociaciones de filibusteros o mafias han caído porque alguno de sus miembros se sentía discriminado considerando que su parte no era suficente, que merecía más en el reparto del botín.
Pero más allá de contemplar el espectáculo de ver como vuelan los ingredientes -algunos chorizos y morros, sobre todo-, parece que poco más nos toca esperar: el botín, la propia olla, se la continuarán comiendo -o se la comerán tras un breve período, para hacer hambre- los tahúres y ladrones de lo público. Parece que el nombre de olla podrida (poderida) se refiere a que sólo se la podían permitir pudientes y/o poderosos, con independencia de cuan podridos hubieran sido los métodos para llegar a serlo.

viernes, 21 de abril de 2017

Espe llora

Ignacio González lloró cuando sustituyó a Esperanza Aguirre en la presidencia de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre ha llorado al conocer la entrada de Ignacio González en la cárcel: así son en el PP, aparentemente algo llorones, a pesar de que Esperanza Aguirre -que en eso de la desfachatez y la aplicación de la Ley del Embudo no tiene competidor- recomendadaba no hace mucho a Manuela Carmena que para dedicarse a la política, hay que venir llorado/a de casa: ella, que de antiguo llora tan bien en los momentos oportunos. Aguirre conjuga en primera persona perfectamente el verbo -y la acción de-  llorar; el verbo dimitir ya es de otra lección, se vé que más difícil y de un curso al que aún no ha llegado (y es posible que nunca llegue). Yo, sin saberlo, destapé la trama Gürtel, insiste -matizando- en su declaración ante el juez, lo que me ha dejado aún más en la duda: ¿quiere decir que si lo hubiera sabido no la habría destapado o nos quiere decir que era tal su despiste que la destapó sin ser consciente de que estaba levantando la tapa de semejante cloaca?
¿No será que Esperanza Aguirre -a la que cabe perfectamente aplicar la definición de político de Bierce- estará intentando sobrevivir haciéndose la rubia, como su sucesora; Cristina Cifuentes? Es cierto que no parece fácil que alguien que tiene más conchas que un galápago -políticamente y en general- se haga pasar por tonta, pero si lleva años manteniendo que ella no se enteraba de nada mientras casi todos los altos  cargos que ella nombró han acabado siendo sospechosos de corrupción generalizada, es que tampoco hacerse la rubia -o del color que toque- le sea particularmente difícil; aún siendo consciente de que su figura se trata de un cadáver político más en el PP, flotando en ese pantano putrefacto donde proliferan ranas y todo tipo de sanguijuelas, el instinto la puede.
En fin, la política es un arte al que son de aplicación las leyes de los grandes números y seguro que Aguirre -pensando, a pesar del mal panorama que se le presenta, en capear el temporal- supone que alguien quedará que la crea. A ella y a sus lágrimas.

miércoles, 19 de abril de 2017

Rubia platino

Porque parece ser que como resultado  de la operación Lezo -cuanto hubiera agradecido el almirante que se acordaran de su apellido sólo para bautizar barcos de guerra- el juez Eloy Velasco imputa a Francisco Marhuenda y Mauricio Casals -director y presidente respectivamente del diario La Razón-  un delito de coacciones según el artículo 464 del Código Penal (el artículo 464 prevé pena de prisión de hasta cuatro años y multa al que con violencia o intimidación intentara influir directa o indirectamente en quien sea denunciante, parte o imputado, abogado, procurador, perito, intérprete o testigo en un procedimiento para que modifique su actuación procesal), coacción que supuestamente ejercieron sobre  Cristina Cifuentes, para evitar que denunciara las irregularidades dentro de la empresa pública de aguas de Madrid, Canal de Isabel II y en cuyas coacciones está igualmente implicado Edmundo Rodríguez Sobrino, consejero delegado también del diario La Razón, además de hombre de confianza de Ignacio González y presidente de Inassa, filial de Isabel II en Sudamérica, y al que el mismo juez ya ha ordenado detener
Así es que creo que ha llegado el momento en que Cristina Cifuentes va a tener que pasar de hacerse la rubia, -hacerte la tonta, hacer como que no te enteras-  a decolorar aún más  su pelo: ahora tendrá que hacerse, al menos, la rubia platino, como Carroll Baker en Harlow, y aún así no creo que cuele: quiero decir que sólo se puede coaccionar a alguien  mediante intimidación y como no creo que Marhuenda o Casals tuvieran la poca caballerosidad de aplicar una llave de lucha libre a la rubia -aún de bote-  Cristina Cifuentes, yo imagino que la coacción ha debido basarse en obligarla a omitir parte de sus obligaciones a cambio de no dar publicidad a información que poseen y que afecta a la propia Cristina Cifuentes; vamos lo que viene siendo de siempre un chantaje o extorsión. Es un suponer, desde luego, pero parece lógico deducirlo teniendo en cuenta que Cristina Cifuentes lleva 36 años de militando en el PP (desde cuando aún no se denominaba Partido Popular) y que ha ocupado hace tiempo cargos directivos en ese partido, desde donde, evidentemente, ha debido obligatoriamente conocer información relativa a la corrupción dentro del PP de Madrid -aunque ya estuviera practicando lo de  hacerse la rubia- sin que nunca haya tomado ninguna medida contra ninguno de los corruptos señalados en su partido y que vamos conociendo en sesión continua desde hace unos años.
En fin, que a ver cuan tonta -y cuán rubia- puede hacerse cuando se vea obligada a declarar ante el juez Velasco. Porque enterarse creo que ya se habrá enterado.

lunes, 17 de abril de 2017

Inmobilitate perpetuum

España es un país que desde el siglo XVI no ha conseguido formar una clase directora; España es un país no digo disuelto, pero sí inorgánico, un país sin estructuras de dirección...no hay en España estos cuadros de mando, ésta aristocracia mudable, criticable y responsable que una sociedad necesita para existir.
Por otra parte, es menester que la democracia y sus procedimientos canalicen sentires, apetencias, preferencias anteriores a su misma existencia como sistema político. Y si estamos en un estado moral que se pudiera traducir con expresiones proverbiales o con modismos populares como aquello de "que se me dá a mí", "vamos tirando", "mañana será otro día", "dame pan y llámame tonto", si estamos en ese estado de miseria moral, ¿que va a canalizar la democracia sino podredumbre?. Este quizá sea uno de los motivos de la mala elección que repetidamente a través de la historia, de la corta historia democrática española, venimos presenciando en nuestro país.  
¿Pesimista análisis de la España actual? No; son palabras extraídas de una conferencia de Manuel Azaña (Grandezas y miserias de la política) que éste pronunció en Bilbao el 21 de Abril de 1934, hace, por tanto, más de tres cuartos de siglo. El pesimismo deriva, precisamente, de que son palabras que después de todo ese tiempo -en el que han transcurrido cuarenta años de dictadura y otros tantos de supuesta democracia- siguen siendo de aplicación a la situación actual, muy similar (y retrocediendo). Seguramente podamos celebrar -si llegamos- el siglo de la muerte de Azaña saludándonos como uno de sus personajes de La Velada en Benicarló: Salud...y supervivencia.
Sí, ya sé que en todas partes cuecen habas, pero es que en éste país, y con el ritmo político que llevamos, dentro de nada vamos a comenzar a comerlas crudas.

martes, 11 de abril de 2017

Lágrimas de cocodrilo

Decididamente, morirse en éste país mejora muchísimo la imagen de cualquiera, sobre todo si se es figura pública; pero la desmesura de muchas de las manifestaciones de reconocimiento hacia Carmen Chacón tras su fallecimiento van camino de convertirse en records de la exageración, respondiendo a ésta costumbre nuestra de panegirizar sin rubor -ni medida- a los muertos recientes, que sin duda muchos de ellos habrán echado de menos en vida una mínima parte de tales reconocimientos públicos, cuando más útiles o convenientes les hubieran sido: quizá ello explique esa farisaica generosidad nuestra post mortem, tan extendida. Sin duda Carmen Chacón, tuvo una carrera política con aciertos y errores -dependiendo de quien opine, naturalmente- y es normal que en las actuales circunstancias se resalten los primeros, pero sin exageraciones que distorsionen la realidad; también sin duda, como cualquier persona -pública o no- tendría amistades personales de cuya sinceridad no es razonable dudar en sus manifestaciones de dolor y reconocimiento; pero la cantidad -casi todas provenientes de políticos- y, sobre todo, la calidad de muchas de tales manifestaciones las hacen claramente sospechosas de oportunismo.
Que Susana Díaz, que ahora se declara amiga del alma y de toda la vida de Carmen Chacón, quiebre -progresiva y técnicamente, como el crescendo de un mítin- su voz al completar el correspondiente elogio de la fallecida -era una mujer extraordinaria, noble, dulce, cariñosa y rebelde, muy trabajadora y honesta. Amiga y compañera, que estuvo a mi lado en los momentos difíciles y bonitos- tiene su explicación -siendo generosos, verdad y oportunismo al 50%- pero que Ana Mato y Dolors Monserrat (dos ministras de Sanidad con el PP) lloraran como auténticas Magdalenas en la sede del PSOE en la calle Ferraz...¿no serían lágrimas de cocodrilo?, esas que, al parecer, se producen cuando el cocodrilo come o va a comer; el cocodrilo tiene las glandulas salivares y las lagrimales muy cerca. Los políticos comen de su imagen, sobre todo en vida: cualquier circunstancia les debe resultar buena para intentar mejorarla.

domingo, 9 de abril de 2017

La profecía

Finalmente ocurrió, y en Suecia, tal y como el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo que había oído en la cadena de noticias FOX hace aproximadamente dos meses:  Mirad lo que pasó anoche en Suecia. En Suecia. ¿Quién se lo hubiera imaginado? y lo explicaba a renglón seguido, como si se tratara de un perverso cuento: ellos acogen a muchas personas y ahora están teniendo unos problemas que jamás creyeron posibles, aseguraba Trump en un mitin; en los últimos dos años, han acogido a cerca de 350.000 refugiados sirios; la razón por la que fuí hasta allí fue para investigar por qué Suecia es la capital europea de la violación; hace diez años casi no había violaciones. 
Después de que Kellyanne Conway, asesora del presidente Donald Trump justificara el veto de EE.UU. a la inmigración procedente de Iraq -que es, realmente, uno de los países de los que más inmigrantes han sido acogidos en Suecia- apoyándose en una masacre que nunca ocurrió, fué el propio Trump quien con medias verdades y datos manifiestamente falsos como base se inventaba personalmente atentados terroristas que corroboraran y justificaran sus conclusiones xenófobas. 
Que, podríamos preguntarnos: ¿tiene el señor Trump dotes proféticas, se trata de un despiste por su parte en el manejo de información procedente de los servicios secretos estadounidenses, o alguien se ha encargado de hacer realidad algo muy conveniente para su discurso xenófobo, en general, y contra la inmigración procedente de países islámicos, en particular?
Curiosamente, más de 20.000 estadounidenses estaban censados como inmigrantes en Suecia en 2015, más que Rusia, que es un país vecino.

viernes, 7 de abril de 2017

De Susana me emana su sed

Los palíndromos son palabras, frases o números - a los que se suele llamar capicúas- que resultan igual leídos de izquierda a derecha que de derecha a izquierda (al revés). Creo que muchos conocemos de antiguo el famoso palíndromo Dábale arroz a la zorra el abad, pero hay quien ha hecho de ello todo un arte, como es el caso del compositor Victor Carbajo -supongo que por razón de oficio también conocerá la obra de Mozart el Dueto del espejo, Dueto für zwei violinen ó Mirror Canon, que suena igual interpretada al derecho o al revés- quien, en su sitio web, lleva catalogados, hasta 2016,  143.341 -sí, capicúa- palíndromos españoles. Nada menos. Es cierto que es difícil mantener un significado mínimamente coherente en las frases palindrómicas, sobre todo cuanto más se alargan, pero revisando -sólo algunos- de los palíndromos recopilados y/o creados por Carbajo he entrado en una especie de trance místico-alegórico, tal y como es fama que les ocurría a los estudiosos de la Cábala para hallar significados ocultos en la Torá, el conjunto de los cinco libros sagrados de la religión judía. En fin, que he acabado construyendo un mecanismo exotérico (a medio camino entre el de un Nostradamus barato y una temurá de andar por casa), para averiguar el futuro dentro del universo de los palíndromos de Carbajo, buscando dentro de él un tema o palabra concretos.
Por ejemplo, ahora que el futuro del PSOE es tan incierto, introduzcamos una de las palabras clave relacionadas con él: Susana; ¿que nos responde el oráculo palindrómico? Pues, además del palíndromo que dá título a ésta entrada del blog, he encontrado éstos otros:

-Ana, su sétimo ojo omite Susana
-Ana, su seno por poco propone Susana
-Si allá cose Susana su seso, ¿calláis?
-A tu parecer, ¿cosaca Susana acaso crecerá puta?
-¿Acaso matona Ana Susana anotamos acá? (a lo que Hermencia London ya ha respondido a Carbajo en Twitter: Anota: Ana Susana atona)

Supongo que los miembros de la gestora del PSOE agradecerían conocer la existencia de ésta poderosa herramienta de predicción; indentificar -y posiblemente descabezar- a la recurrente Ana ya es cosa suya (por ahorrar tiempo y como ejercicio, pueden comenzar por identificar al ¿sembrador? Arepo en el clásico multipalíndromo, SATOR, AREPO, TENET, OPERA, ROTAS, por saber en primer lugar quien guía -o guiaría- las ruedas del PSOE, predestinado, por tanto, a convertirse en secretario general).
En éstas y otras cosas parecidas -todas igualmente baratas- entretenemos el tiempo los jubilados que no tenemos  una editorial o una fundación que publique en forma de libro nuestras reflexiones imprescindibles, como hace Felipe González.

lunes, 3 de abril de 2017

La socialdemocracia y el Golem

En la Ponencia marco del 39 Congreso del PSOE (2017), donde ese partido se propone la forma de afrontar el futuro de éste país, ya desde el comienzo del preámbulo se identifican los peligros: inseguridad, incertidumbre, desprotección...¿para quién, nos podríamos preguntar?, para la mayoría, se nos informa; si eso es así, lo importante no sería dilucidar si el debate es académico o político, sino constatar que es realmente vital para una mayoría social. Y debería reconocerse, al tiempo, que esos peligros vienen derivados de una inmersión total en el sistema capitalista que jamás se pone en cuestión a lo largo de la ponencia, ni siquiera a nivel teórico: la socialdemocracia reformista y generadora de acuerdos sociales ha demostrado reiteradamente en tiempos recientes carecer de la fuerza y los medios para sujetar a ese golem descerebrado pero de fuerza descomunal que es el capitalismo. Porque, efectivamente, si nuestra sociedad es hoy mucho más injusta y la igualdad de oportunidades y los derechos de la ciudadanía se han visto enormemente debilitados, todo ello no es sólo por la aplicación de las políticas del Partido Popular -que es sólo un instrumento ocasional y particular- sino por la aceptación de un sistema en el que la socialdemocracia mundial jugó un papel relevante durante la segunda mitad del siglo pasado sólo por la autoridad derivada de la posibilidad de la existencia de un socialismo real como alternativa al capitalismo; una vez desaparecida esa alternativa -tanto debido a la rigidez e inmovilismo internos en la puesta en práctica de ese socialismo real, como al permanente asedio global a esa antítesis sistémica- el golem se ha liberado de las molestas ataduras y el sistema occidental se muestra como lo que siempre realmente fué, pero con todas sus potencias desarrolladas: un sistema cuyo núcleo es la producción de bienes de consumo en base a políticas de incentivación artificial de ese mismo consumo, y cuyo objetivo principal es la obtención de beneficios sin reparar en que esa producción conlleve profundas injusticias sociales a nivel global y cuyo ritmo productivo implica la extinción cierta y a corto plazo de los recursos del planeta; no por nada el golem carece realmente de inteligencia: ya vació un río para inundar la ciudad, según la Leyenda de Praga.
Es difícil no coincidir con que España -y el mundo- necesita cambios profundos para enfrentarse a los retos del futuro, pero es difícil creer que podemos esperar una gobernanza de la globalización y los consiguientes cambios profundos vengan de la mano de quien, para empezar, comienza por la renuncia explícita a asociar el crédito de la socialdemocracia con los buenos resultados del Estado del Bienestar, como si se tratara de abjurar de una herejía (pese a que simultáneamente se propugne un Estado del Bienestar moderno, aunque no se explicita en que pueda consistir tal modernidad, ni quien ha de sujetar el nuevo pilar que se propone): si no se cree profunda, elementalmente y de forma indudable en lo social, lo de democracia es una pura figura retórica en la socialdemocracia.
En la ponencia se afirma también que el PSOE es un partido que mantiene su inspiración socialista, pero sin veleidades antisistema -como si dijéramos, un aroma que no llegue a molestar, por intenso- para a continuación declararse igualmente una formación política inequívocamente de izquierdas y, aún más, la única izquierda posible para la transformación de la sociedad; aún reconociendo que el PSOE tampoco es inmune al virus de la demagogia. Evidente, ésto último,  creo que no habría sido necesario explicitarlo.