En el ensayo fabulado de Borges, El idioma analítico de John Wilkins, se incluye la cita a una supuesta enciclopedia china denominada Emporio celestial de conocimientos benévolos, que contiene una cierta clasificación universal de los animales, que comenzando por (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados... concluye en (n) que de lejos parecen moscas, categoría esta última que podríamos decir que engloba a todas las anteriores y no sólo eso, que también podría englobar a todos los animales de cualquier clasificación o taxonomía animalaria que pudiera plantearse; de hecho, con el apropiado grado de lejanía, cualquier cosa podría parecer una mosca -también adecuadamente lejana- ya que nuestros ojos tienen un poder separador limitado.
El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha visitado en Buenos Aires el Parque de la Memoria, que pretende honrar la memoria de los
desaparecidos y asesinados imputables al régimen militar dictatorial argentino, al terrorismo de Estado del que fué -y es; los delitos de lesa humanidad no prescriben- responsable ese régimen, entre 1969 y 1983. Mi testimonio de admiración y reconocimiento a todos los que dieron su vida por la libertad y los derechos de todos, parece ser que ha escrito Rajoy en el libro en que visitantes de ese Parque de la Memoria expresan sus condolencias. Y ahí se le acabó la elocuencia, porque ante la pregunta, allí mismo y por parte de un periodista sobre cual era su postura con respecto a las víctimas del franquismo, aquí en España, se quedó mudo; o bien hacía mucho viento -a Rajoy siempre le salvan los elementos, la lluvia, el viento, etc.- o bien esa respuesta no se la habían preparado y llegó al fin de la cita antes de comenzar a leer. Curiosamente, la denominada querella argentina es el único proceso legal abierto en el mundo sobre las víctimas del franquismo (con la oposición -pasiva y activa- del gobierno español). Así se dá la paradoja de que el presidente del gobierno español muestre sus condolencias por las víctimas argentinas de la dictadura militar mientras en Argentina se investiga lo sucedido con las víctimas españolas del franquismo, esos más de 100.000 desaparecidos de nuestra guerra civil y que a Mariano Rajoy le deben parecer tan lejanos y difíciles de ver como sombras de moscas en la historia de España; pero esas sombras no son de moscas -ni tampoco lejanas, perviven en la memoria de sus descendientes- sino de españoles que también dieron su vida por la libertad y los derechos de todos y acabaron, después, malenterrados en fosas comunes, en las cunetas de las carreteras o al pie de las tapias de los cementerios. Pese a las evidencias, Rajoy no lo tiene claro. Y si no, será que llueve. Mucho. Aunque tampoco sabe porqué.
Por no recordar que mientras en éste país no se destina (hace años, los mismos que lleva el PP en el gobierno) un sólo euro a la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), se subvenciona con fondos públicos la Fundación Franciso Franco o la repatriación de los restos de combatientes de la División Azul muertos en el extrajero. Lluvia torrencial acompañada de viento huracanado. Resulta difícil, en estas condiciones, olvidar el franquismo.
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