El PP siempre se ha ocupado de dar continuidad al nacionalcatolicismo de la dictadura, pero desde su última llegada al poder, en 2011, parece que alguien hubiera destapado todos y cada uno de los frascos donde se conservan las esencias reaccionarias de éste país y un espeso olor a rancio se expande, día a día, por todos los rincones de España.
Y tan espeso es ese olor en el propio PP que -por saturación- ya ni ellos mismos lo notan; hasta los homosexuales pueden ser machistas convencidos: a Javier Maroto le parece fatal que Podemos sea un partido liderado por una pareja y tan abiertamente pareja como que van a tener dos hijos. Tal cual. Según él, esta situación no podría darse en los partidos de orden (PP y PSOE)
porque las bases no lo permitirían -sería mucho cante- y los medios de comunicación harían
una batalla de todo esto. Lo cierto es que todo esto (y su descubrimiento del procedimiento para evitar que el PP evite el tradicional chantaje del PNV a la hora de los presupuestos, tomando prestados cinco escaños del PSOE, hoy por tí mañana por mí) lo ha expresado el señor Maroto en un medio público -RNE- y ni éste ni ningún otro medio, público o privado, dieron mucha batalla -ni a él, seguro, le pareció nada chocante- cuando se dió la circunstancia de que la señora Botella accediera a la alcaldía de Madrid por el único mérito de ser esposa del presidente Aznar y no por haber sido elegida demócráticamente por las bases, como es el caso de Irene Montero en Podemos.
Y que al señor Maroto le parezca tan destacable el hecho de que dos de los dirigentes de Podemos en su vida privada sean pareja y vayan a tener dos hijos -para él destacable no por el coraje que eso puede suponer en éstos tiempos, sino porque ni él ni su partido han encontrado ningún argumento mejor- puede que denote, en el fondo, una cierta envidia. Quizá envidia pero olvido seguro; olvido de que él mismo puede ser abiertamente pareja porque fuerzas menos reaccionarias que las que integran su partido y en el que él ejerce de portavoz ocasional -ayer parecía estar de guardia en el PP- así lo defendieron y aprobaron legalmente.
Y el señor Maroto es vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP; lo de social ya lo tenía claro, lo de los sectores voy sospechando a qué se refiere.
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