jueves, 15 de septiembre de 2016

Como una gaseosa

A pesar de todo, Ciudadanos es un partido marxista (de Groucho Marx): Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros. Del pacto de los 150 compromisos para mejorar España que, alternativamente, Ciudadanos nos informa que es un pacto de investidura y por tanto caducado, o un pacto en vigor en tanto Rajoy pudiera intentar de nuevo ser investido, resulta que Ciudadanos nos explica que su lectura del compromiso 93 que dice, textualmente: El Partido Popular y Ciudadanos se compromenten a la separación inmediata de los cargos públicos que hayan sido imputados formalmente o encausados por delitos de corrupción, hasta la resolución definitiva del procedimiento judicial, es que ese compromiso se ha cumplido -por parte del PP- en el caso de Rita Barberá. Aunque en el texto no está claro, efectivamente, de qué se separa al mencionado cargo público, creo que la mayoría -incluído Ciudadanos- interpretamos que la separación debe ser, en primer lugar, del propio cargo público que ostenta y en segundo lugar del partido en que milite. Que hasta el ministro Guindos -con la que le está cayendo a él mismo- opina que Rita Barberá debería renunicar a su escaño en el Senado, ya que cuando estás investigado entras en un nuevo territorio. Territorio comanche, supongo. Aunque creo que Rita debe llevar revólver y hasta un Winchester para matar de lejos; a Rajoy le veo algo encogido últimamente y hasta a los periodistas los coloca a 50 metros, por si acaso.
Hemos obligado a que los viejos partidos se muevan, nos asegura José Manuel Villegas, Vicesecretario General de Ciudadanos. Puede que los partidos se muevan, pero los corruptos permanecen, como ya ocurrió con el señor Gómez de la Serna, antes del pacto entre el PP y Ciudadanos: no parece que en ésto haya mejorado España. Villegas ha insistido en que Barberá se ha aferrado al acta por lo que el PP no la podía obligar a dejar el escaño del Senado, ya que es del parlamentario, no del partido. Barberá, por tanto, continúa aforada, además de aferrada.
El regeracionismo de Ciudadanos tiene la fuerza de una gaseosa, en cuanto se abre -se aplica- pierde el gas. Menos mal que en Ciudadanos tienen suficientes principios de repuesto.

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