I
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Los inconvenientes de que en este país toda la derecha política esté en un solo partido suelen ser una lastre añadido a un sistema político ya poco ágil de por sí (incoveniente derivado del sistema bipartidista en que se basó la Transición del 78), y con frecuencia perjudican al propio PP.
Mariano Rajoy reconoció a raíz de su segunda derrota electoral en 2008 que el PP necesitaba un millón de votos para poder ganar las elecciones, e identificó incluso donde buscarlos: en el centro, ese lugar que puede ser tan pequeño como un punto (en un segmento de recta) o tan grande como una mayoría (si de sociología política se trata).
Mariano Rajoy reconoció a raíz de su segunda derrota electoral en 2008 que el PP necesitaba un millón de votos para poder ganar las elecciones, e identificó incluso donde buscarlos: en el centro, ese lugar que puede ser tan pequeño como un punto (en un segmento de recta) o tan grande como una mayoría (si de sociología política se trata).
Pero en el PP -especialmente cuando suenan clarines de elecciones- suelen superponerse los mensajes de un PP moderado, dirigidos a donde se supone que están los votos del centro, con las más disparatadas y radicales afirmaciones que, lógicamente, los espantan. Así, a cuento de la política antiterrorista, en el PP actual tanto se da continuidad al sostenimiento del Pacto Antiterrorista firmado por PSOEy PP, como desde la derecha más arcaica se afirman con rotundidad disparatadas teorías conspiranoicas y se denuncia la connivencia subterránea entre el PSOE y el terrorismo de ETA. Y todo ello cuando las cifras que resumen la actividad de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado demuestran justo lo contrario.
En fin, si es cierto que, en general, unas elecciones no se ganan si no que las pierde el adversario, el PP va a hacer cierto este axioma incluso estando en la oposición, que no es poco mérito.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Centro/derechas/elpepiopi/20110429elpepiopi_9/Tes
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http://www.elpais.com/articulo/opinion/Centro/derechas/elpepiopi/20110429elpepiopi_9/Tes
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II
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Al igual que aquél capitán del rey Fernando III durante la Reconquista, que no acababa de llegar nunca a Úbeda, perdiéndose por sus cerros, el PP no acaba de llegar nunca al centro, perdiéndose a menudo por los vericuetos ultamontanos que transitan sus ilustres carcamales. Aún siendo evidente que en el centro están los votos que le podrían dar el poder al PP y que la extrema derecha que alberga no tendría donde ir que más valiera, parece que en el PP responden a una pulsión casi genética que les hace torear adornándose -es un decir- con afirmaciones tremendistas, cuando no con delirantes teorías conspiranoicas.
Al igual que Pedro Arriola aconsejó a Mariano Rajoy que se "metiera en la cama" durante el año previo a las elecciones generales del próximo año como mejor estrategia ganadora, podría haber aconsejado a los ilustres ex-cargos del PP que se tomaran unas vacaciones en las cabañas de sus montañas. Aunque es fácil que no sean de los que se dejan aconsejar. Ni que quieran vacaciones.
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III
Me llamó la atención cuando lo leí como titular: "Rajoy culmina el viaje al centro del PP catalán con su visita al Parlamento" (catalán también). Antes de continuar leyendo pensé que los catalanes, una vez más, habían llegado a la modernidad antes que el resto de España, y que, en definitiva, todo el PP seguiría su ejemplo tarde o temprano. Me duró poco; resulta que se trataba de que Alicia Sánchez Camacho, la presidenta del PP catalán estaba tan contenta y presumiendo ante su jefe, Mariano Rajoy, de la nueva ubicación de los populares en el hemiciclo del Parlamento de Cataluña, en pleno centro, solo dos filas por detrás de la bancada del Gobierno de Artur Mas. Estamos muy centrados, en pleno centro, reiteraba eufórica Alicia, como si hubiera atravesado de nuevo el espejo en el País de las Maravillas y estuviera ante el Sombrerero Loco y el gato de Cheshire. De lo demás en el PP, como siempre. Eso sí, Alicia Sánchez también centradísima, en la foto que acompañaba al texto.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/PP/catalan/centro/elpepiopi/20110501elpepiopi_6/Tes
IV
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Por más que fuera totalmente accidental y sin propósito definido el hecho de que yo mencionara hace unos días al gato de Cheshire en una carta publicada en El País ("El PP catalán y el centro") *(III), resulta que un resumen descriptivo de ese personaje de Lewis Carroll en Alicia en el País de la Maravillas podría ser:
1º) Tiene la capacidad de aparecer y desaparecer a voluntad.
2º) Cuando desaparece lo hace gradualmente hasta que no queda nada más que su amplia sonrisa flotando en el espacio.
3º) Puede desconcertar a todos haciendo desaparecer su cuerpo pero haciendo visible su cabeza.
4º) Alicia mantiene con él conversaciones como ésta:
-¿Me podrías indicar hacia donde tengo que ir desde aquí?- pregunta Alicia.
-Eso depende de a dónde quieras llegar- responde el gato.
-A mi no me importa demasiado a donde.
-En ese caso, da igual hacia donde vayas.
-Siempre que llegue a alguna parte.
-¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo bastante.
Aunque sean cuestionables Alicia Sánchez Camacho como Alicia y Cataluña como el País de las Maravillas, ¿es o no Mariano Rajoy un auténtico gato de Cheshire?
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