Me bajo del tren de cercanías y me topo con un cartel de propaganda del PP: Centrados en tí. Seguramente les ha perecido corta la copia del de Emma Bonino Puedes confiar y se han estirado una palabra más. En el nuevo mezclan, como sin querer, dos ideas-fuerza: el centro y la mismísima individualidad de cada quien; pero habría que ser muy ingenuo o muy desmemoriado para creerse cada una de ellas o, más difícil, las dos juntas. Del otro lado, creo recordar que el presidente del gobierno se definió a sí mismo como un demócrata social que yo sospecho -aún sin saberlo con certeza, me pierdo entre tantas terceras vías - que debe ser algo a la derecha de la socialdemocracia -si es que palabra y concepto siguen en uso- es decir, muy cerca del centro. ¡Ah, el centro!, ¡Ese lugar habitado por votantes indecisos y objeto de deseo de los partidos de uno y otro lado!. Pues ya lo siento por unos y otros, pero no creo que mi voto lo encuentren ahí, soy un excéntrico convencido. Creo que el centro es sólo un punto de los infinitos que integran un segmento: si es cierto que hay tantísimo centrista aquello debe ser un tumulto. Y, además, según Aristóteles lleno de virtuosos. O sea, un aburrimiento multitudinario.
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