lunes, 7 de abril de 2025

...recordando a Rajoy (2016-2018)

...continuación de ...recordando a Rajoy (2009-2015), una selección de entradas con M. Rajoy como protagonista; las de esta segunda parte corresponden al período 2016-2018; a mi modo de ver, en este período están algunas de las inolvidables actuaciones del personaje.

Posiblemente alguien encuentre interesante cruzar estas entradas con las que figuran en Aquellos tres años prepandémicos (2017-2019) ya que existe una superposición temporal parcial.

 

Entradas de 2016 a 2018:

2016

La imaginación, la realidad y el poder

Así es él 

El Plan B 

Corrupción

Suma y sigue (más corrupción)

Entendiendo 

El PP se regenera (ahora en Madrid)

It's very dificult todo esto 

Rajoy artista

El rey no ha muerto

Estopa

Tomando medidas   

Para evitar tropezones

España y los españoles 

Un poco malos

Rajoy propagandista

El contexto

Rajoy, moderno

¿Axioma o exorcismo? 

Repelús

El guiñol (escena IV); donde dije Diego 

El guiñol (escena V); el innombrable 

El principio de la rajoyzación

El guiñol (escena VIII); el repacto 

El guiñol (escena IX); uniendo los puntos

Un poco justo

De gafes y cenizos 

Felicebrianismo 

 

2017

Negociando

Rajoy y la lluvia 

El problema

Nada más que decir 

Vicesecretos

El ojo delator 

Irrelevante

El diablo está en los detalles 

La democracia de Rajoy

Pena de tomate 

El 155

La realidad 

¡Feliz 2016!

 

2018

El futuro de las pensiones  

El viento, la lluvia y las moscas

El orden

La política y los políticos

 

...recordando a Rajoy (2009-2015)

...pues eso, primera parte de una recopilación de entradas con M. Rajoy de protagonista en el período referido; no voy a decir que no nos hiciera pasar buenos ratos, pero lo malo es que, simultáneamente, yo siempre pensaba que era presidente del gobierno de España...

 

 

 

 


 

 

 

 

Entradas de 2009 a 2015:  

2009

Analfabetos

Sentido común 

La paciencia de los impacientes

Polivalencia 

¿Ética? 

La elección de los más capaces

 

2010

Libretas y libros 

Midiendo la democracia

Posturas

 

2011

Soprendente

El PP y el centro 

Jodidos, pero contentos

La felicidad 

Sonrisas y lágrimas

 

2012  

La felicidad, de nuevo

Líos

Lo que piensa el presidente 

Esa incómoda memoria

Roces 

La osadía de la ignorancia 

De Arniches 

Digodieguismo

 

2013

 Historia pasada 

Volviendo al plasma

Todo sigue siendo falso, salvo alguna cosa 

 

2014

Gafas Rochester

Marx, Rajoy y la realidad

Algo más que pedir perdón 

 

2015 

Colores

Devuelto

Donde me llevan

Rajoy dixit

Democracias

Cosas 

Trauma postelectoral 

Mucho españoles

Rajoy y la nada

Solidadaridad

Seriedad  

Desinformando

Rajoy desencadenado 

El burgués gentilhombre 

Sin ocurrencias 

Claramente

Sana y equilibrada 

Gafas de colores 

El porqué de la lluvia

Remangado

Imaginando sobre la imagen 

Rajoy levitando

El atril vacío

Demasiao...  

Indecente (pero vibrante)


sábado, 29 de marzo de 2025

Aquellos tres años prepandémicos

En el mismo mes -Junio- y con el intervalo de un año (2017 y 2018), se produjeron en este país dos mociones de censura contra el gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy; habría que recordar que los dos años anteriores también habían sido políticamente bastante agitados: elecciones generales en Diciembre de 2015 y Junio de 2016; en las segundas Unidos Podemos y grupos políticos afines sumaron algo más de cinco millones de votos y 71 diputados (el PSOE menos de cinco millones y medio y 85 diputados).

Pero volviendo a las dos mociones de censura (la primera, fracasó en su intento, pero no así la segunda, que fue la primera en conseguir su propósito de las cuatro planteadas en la historia política posterior a la dictadura franquista), habría que recordar, en primer lugar, que ambas fueron promovidas por Podemos. Y el resultado de este hecho fue la formación del gobierno del PSOE con Pedro Sánchez como presidente. A continuación, y ante la imposibilidad de que el gobierno aprobara los presupuestos generales del Estado, fueron convocadas elecciones generales  para Abril de 2019; este año fue igualmente crítico y convulso pues dentro de él se celebraron unas segundas elecciones generales en Noviembre. 

Se me ha ocurrido ese marco temporal de tres años escasos (de la primera moción de censura en Abril de 2017 a las segundas elecciones generales de 2019, en Noviembre), los tres años previos a la pandemia CoVid-19, para una selección de entradas de este blog, en secuencia temporal ordenada y cuyos enlaces figuran a continuación:

 

2017

Rubia Platino

Ojos que no ven...

Sonados

Nada más que decir 

Morados 

Irene Montero y Eva Perón

El nuevo PSOE 

Panegirismo  

El ojo delator

La democracia de Rajoy

Pena de tomate 

 Ni sólida, ni sana, ni social

Golpe de Estado

La fractura

El 155 

Reprobable

¡Pobre País!   

Raro, raro, raro...

Todos

¡Feliz 2016! 

 

2018 

Resumiendo

Omni mors aequat

Por una Ley Electoral más justa

Mentiras

Este nacionalcatolicismo

El viento, la lluvia y las moscas 

Coherencia  

Lo normal aquí

El desencanto

Del hayque al nosepu 

La ilusión de Ciudadanos

El peligro de los mediocres 

Perdona, pero aguanta

Lícito 

Realmente

 

2019

Gobernando

Tahúres

Parole, parole 

Como a niños

Convicción(es) 

...et labora  

Gramsci y Sun Tzu

El bipartidismo, de nuevo

Somos la izquierda 

Regalo griego

Los equidistantes 

No es relato, es cuento

El estrambote Sánchez

Votar como es debido 

Mirando a la izquierda

Dos tazas 

Monterroso y los pollos

 

 


 

sábado, 15 de marzo de 2025

Dos Cromwell

Viendo la serie de televisión Wolf Hall -de excelente factura, como la mayoría de las de la BBC británica-  en la que se narra principalmente la relación entre Thomas Cromwell y el rey Enrique VIII de Inglaterra, he procurado informarme sobre el personaje; estoy deseando llegar al final de la segunda temporada de la serie por ver cómo se trata su trágico final:  la decapitación (nada anómalo, por cierto, para personajes poderosos de la época); en éste caso Cromwell sufrió pacientemente el golpe del hacha de un verdugo andrajoso que realizó el oficio pésimamente, al parecer por expreso deseo de Enrique VIII, que eligió a propósito a un verdugo inexperto. La causas por la cuales perdió el favor real -y la cabeza- no están claras, pero que el hijo de un herrero hubiera llegado a acumular tanto poder y riquezas no había sido bien visto por la nobleza que procuró hacerle responsable del enlace, por razones de estado, de Enrique con Ana de Cléveris, princesa alemana protestante, que finalmente no fue del agrado de Enrique VIII; Ana de Cléveris fue lo suficientemente inteligente para facilitar la disolución del matrimonio evitando la visita al verdugo, como ocurrió con algunas de las seis esposas de Enrique, pero como alguien tenía que ser culpable, Cromwell acusado de infundados cargos de traición y herejía, tuvo que renunciar a su cabeza. Cosas de la realeza.

Pues resulta que, un siglo después,  Oliver Cromwell, sobrino-tataranieto de Thomas Cromwell, líder de la Cámara de los Comunes y jefe militar del ejército parlamentario que finalmente derrotó al rey Carlos I, fue el máximo responsable de que este sucesor de Enrique VIII, fuera juzgado, condenado a muerte y ejecutado por decapitación -anticipándose en ésto en más de un siglo a lo revolucionarios franceses- acusado de alta traición y otros crímenes.  Oliver Cromwell mantuvo el poder bajo una dictadura militar en Inglaterra con el título de Lord Protector hasta su muerte en 1658.

Finaliza este baile de cabezas en 1661, cuando Carlos II -hijo de Carlos I-  fue nombrado rey por el Parlamento: éste ordenó que el cuerpo de Oliver Cromwell fuera exhumado y sujeto al ritual de la ejecución póstuma. El proceso tuvo lugar el 30 de enero, la misma fecha en que se ejecutó a Carlos I. Su cabeza decapitada estuvo en lo alto de un poste a la entrada de la abadía de Westminster -donde había sido enterrado- hasta 1685, cuando murió el propio Carlos II. 

Como corolario anecdótico: la princesa Diana de Gales descendía de dos de los hijos naturales (se le suponen 14, al menos) de Carlos II: el duque de Grafton y el duque de Richmond (que es también ascendiente directo de la reina Camila), de modo que su hijo, el príncipe Guillermo de Gales, actualmente primero en la línea sucesoria al trono británico, será el primer monarca británico que descienda de Carlos II y de Carlos I desde la muerte de la reina Ana en 1714.

miércoles, 5 de marzo de 2025

En dos palabras

Palabra 1:

Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace». Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos. (Evangelio según San Mateo 8, 5-11) 

...que viene a ser una descripción un tanto ordenancista -y militar-  del milagroso poderío divino; también de que puede que tengamos un concepto un tanto sobrevalorado del estatus romano en Judea: el centurión no tenía una vivienda para enseñar o para invitados (aunque sí para tener criados y/o soldados bajo sus órdenes); habría que recordar que centurión tan creyente no era judío. Y, por otra parte, resulta que gentiles creyentes podrán sentarse a la mesa con judíos (pero sólo en el más allá, parece que la reglamentación kosher será divinamente automática). Cosas evangélicas.

Diecinueve siglos después:

Palabra 2:

...en la tercera semana de Cuaresma, durante la epidemia, tuve que ir a Malitzkoe... Cuando el tifus exantemático... Allí, en las «isbas», se morían las gentes como moscas... ¡Suciedad..., pestilencia..., humo..., terneros por el suelo, junto a los enfermos!... ¡Hasta cerdos había!... Yo no me senté en todo el día, ni probé bocado; pero, eso sí..., cuando llegué a casa, tampoco me dejaron descansar. Me traían al guardagujas de la estación... Le tendí sobre la mesa para operarle, y se me murió bajo el cloroformo... Pues bien.... entonces..., cuando menos falta hacía, el sentimiento despertó dentro de mí. La conciencia me dolía como si le hubiera matado premeditadamente. Me senté, cerré los ojos..., así..., y pensé: aquellos que hayan de sucedernos dentro de cien o doscientos años, y para los que ahora desbrozamos el camino..., ¿tendrán para nosotros una palabra buena?... (Así discurre el médico Astrov en la primera escena del Acto primero de la obra de teatro "Tío Vania" de Anton Pavlovich Chejov).

Respecto a la última pregunta creo que sí podríamos asegurar a Astrov, si pudiera oírnos, que no, no la tendrán, sobre todo porque nosotros no desbrozamos si no que, siendo precisos, destrozamos.