sábado, 15 de marzo de 2025

Dos Cromwell

Viendo la serie de televisión Wolf Hall -de excelente factura, como la mayoría de las de la BBC británica-  en la que se narra principalmente la relación entre Thomas Cromwell y el rey Enrique VIII de Inglaterra, he procurado informarme sobre el personaje; estoy deseando llegar al final de la segunda temporada de la serie por ver cómo se trata su trágico final:  la decapitación (nada anómalo, por cierto, para personajes poderosos de la época); en éste caso Cromwell sufrió pacientemente el golpe del hacha de un verdugo andrajoso que realizó el oficio pésimamente, al parecer por expreso deseo de Enrique VIII, que eligió a propósito a un verdugo inexperto. La causas por la cuales perdió el favor real -y la cabeza- no están claras, pero que el hijo de un herrero hubiera llegado a acumular tanto poder y riquezas no había sido bien visto por la nobleza que procuró hacerle responsable del enlace, por razones de estado, de Enrique con Ana de Cléveris, princesa alemana protestante, que finalmente no fue del agrado de Enrique VIII; Ana de Cléveris fue lo suficientemente inteligente para facilitar la disolución del matrimonio evitando la visita al verdugo, como ocurrió con algunas de las seis esposas de Enrique, pero como alguien tenía que ser culpable, Cromwell acusado de infundados cargos de traición y herejía, tuvo que renunciar a su cabeza. Cosas de la realeza.

Pues resulta que, un siglo después,  Oliver Cromwell, sobrino-tataranieto de Thomas Cromwell, líder de la Cámara de los Comunes y jefe militar del ejército parlamentario que finalmente derrotó al rey Carlos I, fue el máximo responsable de que este sucesor de Enrique VIII, fuera juzgado, condenado a muerte y ejecutado por decapitación -anticipándose en ésto en más de un siglo a lo revolucionarios franceses- acusado de alta traición y otros crímenes.  Oliver Cromwell mantuvo el poder bajo una dictadura militar en Inglaterra con el título de Lord Protector hasta su muerte en 1658.

Finaliza este baile de cabezas en 1661, cuando Carlos II -hijo de Carlos I-  fue nombrado rey por el Parlamento: éste ordenó que el cuerpo de Oliver Cromwell fuera exhumado y sujeto al ritual de la ejecución póstuma. El proceso tuvo lugar el 30 de enero, la misma fecha en que se ejecutó a Carlos I. Su cabeza decapitada estuvo en lo alto de un poste a la entrada de la abadía de Westminster -donde había sido enterrado- hasta 1685, cuando murió el propio Carlos II. 

Como corolario anecdótico: la princesa Diana de Gales descendía de dos de los hijos naturales (se le suponen 14, al menos) de Carlos II: el duque de Grafton y el duque de Richmond (que es también ascendiente directo de la reina Camila), de modo que su hijo, el príncipe Guillermo de Gales, actualmente primero en la línea sucesoria al trono británico, será el primer monarca británico que descienda de Carlos II y de Carlos I desde la muerte de la reina Ana en 1714.

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