miércoles, 22 de febrero de 2012

Un ministro ciego (pero divino)

 I

Para el ministro de Educación, Cultura y Deporte, el señor Wert, que los investigadores españoles tengan que emigrar para ejercer su profesión no es algo negativo; opina que podrán volver en el futuro, cuando haya recursos suficientes y que, en todo caso, es una de las mejores cosas que pueden hacer en su carrera científica.
Empezando por el final, podríamos decir  que no es que sea una de las mejores cosas que pueden hacer, si no prácticamente la única, salvo que opten por abandonar definitivamente aquello para lo que se han formado y para lo que el Estado ha invertido considerables recursos, que otros aprovecharán. Respecto a lo de volver en el futuro, cuando haya recursos ¿no es evidente que ellos son unos de nuestros principales recursos?¿por que razón deberían volver salvo para hacer turismo, que es para lo único que servirá este país sin ellos?. Finalizando por el principio, y para resumir, claro que es algo negativo; del titular de prensa "Wert no ve negativa la fuga de investigadores españoles", bastarían las tres primeras palabras.


II

El señor ministro de Educación, Cultura y Deporte, es una figura representativa del nivel esperable de los integrantes del actual gobierno del PP; en el poco tiempo que lleva ejerciendo su cargo, ha sido capaz de engarzar -casi diariamente- una serie de "perlas" en un collar tan largo como el de una cupletista, por lo que recuerdo únicamente las últimas: su opinión sobre los investigadores españoles que se ven obligados a emigrar de este país para desarrollar su carrera científica y su opinión sobre las manifestaciones de los estudiantes en Valencia; cual si de un personaje orwelliano -de 1984-  se tratara, parece más un antiministro que un ministro, procurando siempre ningunear u ofender a aquellos ciudadanos cuya atención y servicio están -al menos teóricamente- entre los objetivos de su Ministerio. Parece que los ministros "independientes" son los que más méritos tienen que hacer para asegurar su cargo.
Su actuación parece sólo explicable porque, a sus ojos, la victoria del PP en las últimas elecciones generales se produjo, "no sólo por mayoría absoluta, sino por mayoría universal". Que yo creo que siendo Ministro de Educación, lo menos que podríamos esperar de él es que conociera el significado de las palabras que emplea: ninguna de las acepciones del adjetivo universal es aplicable a lo sucedido en las pasadas elecciones generales, ni las mayorías, aunque sean absolutas, sirven para ignorar de los derechos de los ciudadanos que supuestamente no contribuyeron a la "universalidad" del voto al PP. Ya sólo nos falta oír que, así como Franco era Caudillo, el señor Wert es Ministro "por la Gracia de Dios", y no es descartable: parece un milagro que este señor lo sea.

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