Otro capítulo de la disparatada serie en que se ha convertido la renovación de la dirección de RTVE: ausencias y errores de los diputados de los grupos que secundaban la propuesta del gobierno consistente en un decreto para nombrar provisionalmente a un presidente del ente público y a sus consejeros, hacen que éste finalmente no haya sido aprobado.
La coda del esperpento la protagonizó Adriana Lastra, la portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, explicando lo inexplicable y aclarando una turbidez inaclarable por la via rápida: todo ha sido consecuencia de un error humano, que digo yo que, al menos, debería haber utilizado el plural, ya que no ha sido un sólo error.
Y lo más gracioso -no debemos perder el humor nunca, y menos a causa de unos supuestos torpes- ver a Rafael Simancas a la diestra de la portavoz, hierático y con los ojos semientornados, al que, en su silencio, podría colgarse un globo con sus pensamientos:...tamayazo, tamayazo, como a mí, como a mí...
En fin, parece que ésto es lo que da de sí nuestra clase política.
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