¿Gilismo o gilipollez?

El GIL (Grupo Independiente Liberal) fué un partido político fundado en 1991 en Marbella por el empresario Jesús Gil y Gil y cuyo núcleo duro manipuló o utilizó a gran parte de la ciudadanía de Marbella con el fin de lucrarse; desde ése punto de vista el GIL fué un puro instrumento en manos de una organización de tipo mafioso. Según el informe 21900/2006 de la Unidad de lucha contra el Crimen Organizado: El Ayuntamiento de Marbella estaba controlado por una estructura criminal que partiendo del control político del Ayuntamiento de Marbella, ha desarrollado una atmósfera de favorecimiento mercantil por medio de resoluciones municipales a favor de promotores, constructores e inversores, que a cambio de dadivas vulneraban la normativa urbanística en perjuicio del interés general. Se trata de una sólida red de corrupción organizada de cara a obtener lucro sin reparar en los medios.

Formalmente, el GIL se postulaba como una tercera vía entre el PP y el PSOE, evidentemente no con fines regeracionistas sino todo lo contrario. Junto a experiencias políticas como las protagonizadas por Mario Conde o José María Ruiz-Mateos está considerado como una muestra paradigmática del auténtico populismo.

Tras el incendio del vertedero de neumáticos en Seseña, Francisco Hernando El Pocero, el que fuera constructor de una polémica urbanización en esa localidad, se presentó en una reunión vecinal prometiendo habilitar un local y poner a sus abogados a disposición de los vecinos para que quien lo deseara pudiera denunciar por daños derivados del incendio; a renglón seguido aparecieron sobre la mesa unos folios y hubo quien puso su nombre, DNI y firma en un papel en blanco. Hay que recordar que El Pocero aún debe importantes cantidades  en impuestos y cuotas correspondientes a viviendas que son de su propiedad y que, además, todavía hay pisos de los que vendió con  obras de acabado pendientes. Alfredo Urdaci, que entre 2009 y 2012 trabajó para él como asesor de comunicación aseguraba que Paco es hijo de una época en España, de hambre, donde sobreviven los más echados para adelante. Seguramente como Jesús Gil, viviendo a costa de los que no se salen de su sitio (y firman en blanco y aún así sobreviven, pero por casualidad). Nada hay más terrible que una ignorancia activa, aseguraba Goethe.