En el PP se han tomado la molestia de elaborar un documento con el supuesto propósito de convencer de las bondades de su proyecto de gobierno para España; en realidad es un documento tan vacuo que ni siquiera Ciudadanos, el partido político más próximo al PP, ha visto la necesidad de considerarlo mencionable ni, mucho menos, relevante en uno u otro sentido.
La primera frase de la Introducción de ese documento dice: Los españoles han expresado en las urnas que desean un Gobierno para España basado en el respeto de los valores constitucionales; lo cual, por muy rotundo y/o grandilocuente que suene es, directamente, falso: no se votaba la Constitución, sino listas de partidos políticos cuyo primer candidato tendría el encargo, caso de reunir los apoyos (escaños) parlamentarios suficientes de formar el gobierno del Estado. Tampoco los españoles se han pronunciado por su opción política predilecta, como se menciona a continuación, sino que cada uno de ellos ha votado lo que ha creído conveniente, y el resultado de ello es que en las dos últimas elecciones generales, el PP ha sido el partido que más votos ha obtenido. Y punto.
Que muchos de los votantes -incluídos los que votaron al PP- desearan y deseen que fueran ciertos los principios expresados en la Constitución, tales como los que se recogen en los artículos del 14 al 38 (Capítulo Segundo - Derechos y libertades) sobre el derecho de todos los españoles a la igualdad ante la ley y a la tutela efectiva de los jueces, a la educación y a la cultura, a la libertad ideológica y de expresión, al trabajo, a la protección de la salud y a que la salud pública sea tutelada por el Estado
través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios, a disfrutar de un medio ambiente adecuado al desarrollo de la persona, a la suficiencia económica durante la tercera edad, a ser defendidos como consumidores y usuarios, a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, a la obtención de la adecuada ayuda si se es disminuído físico, a la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural, a que los poderes públicos aseguren la protección social, económica y jurídica de la familia...todo ello, incluído el derecho a que cualquier ciudadano recabe el derecho a la tutela de los derechos reconocidos en el el artículo 14 y la Sección primera del capítulo segundo ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado
en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del recurso
de amparo ante el Tribunal Constitucional (Artículo 53 -2), todo ello, digo, ya se votó en 1978. ¿Va a ser el gobierno que en el PP tienen intención de proponer el primero en respetar esos valores constitucionales que se votaron hace ya casi cuarenta años?
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