Ha sido finalizar la campaña electoral en España y solucionarse como por ensalmo y uno a uno todos los problemas existentes en Venezuela. Ya los medios no nos informan a diario de la delicada situación de la oposición política en ese país, no estamos al día de la última ocurrencia de Maduro, desahogándose a gusto con Rajoy, Albert Rivera hace ya tiempo que no llora por el hambre de los venezolanos e imaginamos que todos los supermercados de ese país están suficientemente abastecidos de papel higiénico y otros productos de primera necesidad.
Que no sé si todo ello tendrá que ver, también, con que la Fiscalía de la Audiencia Nacional de España ha solicitado el archivo de la denuncia presentada contra Podemos por supuesta financiación ilegal de ésta formación política con fondos procedentes de Iran y Venezuela; respecto al delito fiscal o el de blanqueo, el fiscal afirma explícitamente que no existe el más mínimo sustento documental o de otro tipo que acredite su existencia. Habría que recordar que la denuncia se basó en el denominado Informe Pisa que en la propia Audiencia Nacional han calificado como de supuesto informe policial, añadiendo, además, que su contenido no incluye ningún indicio que apoye la denuncia contra la formación y concluye diciendo que la denuncia en sí es un conjunto desordenado de reproducciones de noticias publicadas en prensa. La misma prensa y los mismos medios de comunicación, supongo, que nos informaban a diario de los problemas de los venezolanos, que, ya digo, se han solucionado en cuanto la madre patria ha dejado de prestar atención a ese país caribeño. Que, por otra parte, bastante tiene ya esa madre con apañar su propia casa.