Populismo

El exconsejero delegado del BBVA, Ángel Cano, de 54 años de edad, cobrará una indemnización de unos 45 millones de euros tras su salida del BBVA: por una parte una renta vitalicia de 1,79 millones de euros (unos 150.000 euros mensuales, superior al subsidio medio por desempleo de más de trescientas personas y unas dos veces el salario anual del presidente del gobierno) para lo que el BBVA ha provisionado 19 millones de euros por éste concepto y que sumados a los 26 millones que Cano ya tenía acumulados en su plan de pensiones, totalizan los 45 millones mencionados. Esa misma entidad, el BBVA, no hace mucho que propuso modernizar los despidos de forma que el propio trabajador pague anticipadamente parte de su indemnización si resultara despedido reservando un 2,19% de su salario anual para una eventual destitución o bien para cobrar en el momento de su jubilación.
Por su parte el presidente del BBVA, Francisco González, afirmó recientemente que el populismo -comparar la renta de un exconsejero con el subsidio medio por desempleo, por ejemplo- es un viaje a ninguna aparte que siempre pagan los más débiles. Si lo sabrá él, que ya en 2010 se embolsó 79,7 millones de euros de pensión al cumplir los 65 años. 

Los últimos resultado conocidos del BBVA en Febrero de éste año supusieron un beneficio anual de 2.618 millones de euros, un 26% de incremento sobre el ejercicio anterior. Mientras tanto, el BBVA -como otros bancos- adeuda las cuotas de las comunidades de propietarios de inmuebles procedentes de desahucios por impago de hipotecas y que se estima en más de 1.600 millones de euros en total y de la que las entidadesa bancarias son responsables en gran parte: otro ejemplo de populismo. Mencionarlo, digo.