Ruedas de molino

Josefina Hernández fué condenada en 2012 a pagar 700 euros y a demoler su  vivienda, construída en un terreno heredado de sus padres y dentro de los límites del Parque Rural de Betancuria, en Fuerteventura. Pero no ha derribado la casa porque no tiene otro lugar donde vivir y por ello  ha sido condenada a seis meses de cárcel por rebeldía. Tiene 63 años, dos hijos (una hija con un 39% de discapacidad y un hijo desempleado) y tres nietos a su cargo, percibiendo una pensión de 320 euros. Ha reiterado que no derribará su casa mientras no consiga otra y, hasta entonces, se ha declarado en huelga de hambre.

Inmobiliaria del Bullaque, una empresa participada por el Grupo Financiero Ibaizabal, vinculado al empresario Alejandro Aznar, a su vez presidente de las Bodegas Marqués de Riscal y marido de la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, construyó en 2014 una mansión de 12 metros de altura y casi 2.000 metros cuadrados de planta en pleno Parque Nacional de Cabañeros, tras la demolición parcial de una edificación del siglo XIX. Inmobiliaria del Bullaque realizó las obras sin licencia y sin el preceptivo informe de Evaluación de Impacto Ambiental, ni para el cortijo ni para la modernización del camino de acceso de 1.500 metros, situado en su mayor parte sobre una cañada real localizada en una Zona de Especial Protección para las Aves. Este año ha ampliado ilegalmente la mansión construyendo un aparcamiento con capacidad para 16 vehículos y  una explanada de más de 1.000 metros cuadrados para sacar vísceras a los ciervos cazados en las monterías, destino principal de la mansión. El Organismo Autónomo Parques Nacionales, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha propuesto sancionar con una multa de 201.000 euros por infracción muy grave dicha ampliación, la menor que contempla la Ley del patrimonio natural y de la biodiversidad para las infracciones muy graves. Ignoro si la sanción por la infracción implica el derribo de lo construído ilegalmente.

De todas las ruedas de molino con las que somos obligados a comulgar a diario, para mí la más insoportable e indigerible es la que lleva escrito la justicia es igual para todos.