La utilización de la palabra radical es últimamente intensiva, en
concreto por parte de los pregoneros del argumentario del PP (incluído un torero convicto). Y como
siempre que se produce esa utilización intensiva -y sesgada- ocurre que no se sabe con certeza lo que se está diciendo. Radical, en sus primeras acepciones en el diccionario, es todo lo relativo a la raíz, a lo esencial. Y aún si nos referimos al radicalismo, estaremos hablando del conjunto de ideas y doctrinas de quienes, en ciertos
momentos de la vida social, pretenden reformar total o parcialmente el
orden político, científico, moral y aun religioso. En la actual situación socio-política de éste país, en la que a diario conocemos nuevos casos de corrupción, ¿que tiene de negativo ser radical y propugnar el radicalismo?.
No hay comentarios :
Publicar un comentario