El ministro de Economía de Japón, Akira Amari, anunció en una rueda de prensa y entre lágrimas su dimisión tras admitir que sus colaboradores habrían gestionado mal un dinero procedente de una empresa constructora; otra versión de los hechos que había ofrecido antes un semanario japonés, aseguraba que Amari habría recibido unos 93.000 euros por favorecer un contrato de esa empresa constructora. En cualquier caso el ministro declaró que cualquier cosa que dificulte la salida de Japón de la inflación debe ser eliminada, y yo no soy una excepción. Por lo tanto, quisiera renunciar como ministro para asumir la responsabilidad.
En éste país, Mariano Rajoy ha reconocido este viernes que la corrupción le ha hecho daño a este partido (al país parece que no), todos lo sabemos; hemos actuado (poco, tarde y mal), a lo mejor (podría ser) no hemos sido todo lo diligentes que hubiéramos tenido que ser pero es fácil hablar a toro pasado (indudable), y ha subrayado que el PP tiene las cosas claras: el que no haga lo
que es debido, se va. Estas declaraciones de Mariano Rajoy fueron hechas inmediatamente después de la gran redada -operación Taula- en la que fueron detenidos varios excargos del PP valenciano y que evidencia una corrupción sistémica dentro de ese partido.
Con los 93.000 euros que se apropió indebidamente el exministro de Economía japonés no habría habido ni para pagar la ronda de un día de la cúpula del PP valenciano, que, según Rajoy, con irse del PP, ya han cumplido (y el PP también). Con lo que él quería, ¡coño! (bis), a Alfonso Rus (https://www.youtube.com/watch?v=rojasrdS4W8). Sí, el mismo que contaba los euros por miles y que luego traducía a pesetas, que se vé que le daba más gustito hablar de millones.
Por cierto, actuar después de que lo haga la Justicia -cuando ya es notorio que ha pasado el toro- no es actuar con poca diligencia, sino con ninguna. Rajoy ha recalcado su voluntad de que estas cosas no se vuelvan a
producir jamás en el futuro. Asunto arreglado.