viernes, 29 de enero de 2016

El baúl de los dichos

Sí o sí.
La gloriosa época del pensamiento único que parece imponerse lo ha permeado todo, hasta la elemental proposición binaria de alternativas: sí o no. A primera vista, el sí o sí parece un procedimiento más cómodo, ya que podemos prescindir del esfuerzo mental que implica la elección, si no fuera porque pronto percibimos que el pretendidamente ingenioso sí o sí se trata en realidad de un trágala universal que, a diario, añade chulería a la imposición.

Hacer pedagogía.
No tanto por la pedagogía como por hacerla, como quien hace panes o ladrillos. Recuerdo que el presidente Zapatero también hacía acuerdos, no los planteaba,  firmaba, formalizaba y ni siquiera los construía; no, los hacía, con sus propias manos, de arriba a abajo.

Tolerancia cero.
Que debe ser distinta a la intolerancia, por cuanto que permite cuantificarla: debe existir la tolerancia 0,1, 1, 100... así hasta el infinito, que supongo equivalente a la tolerancia absoluta, (casi la paciencia de Job)...¿o será al revés?

Hoja de ruta.
Ni agenda, ni plan, ni esquema, ni proyecto: todo en una hoja -para ahorrar- tipo plano del tesoro; para no perderse y llegar al oro. Aunque, ¿quien necesita planos, mapas u hojas de ruta en un mundo con GPS, tabletas y teléfonos móviles?

Cordón sanitario.
Como lo de frente o agrupación en contra -antifascista, anticomunista...- queda muy antiguo, ahora se establecen -o quizá también se hacen- cordones sanitarios, como medio para aislar fenómenos supuestamente contagiosos o infecciosos, sobre todo en política. Y que dá impresión de asepsia, competencia y profesionalidad (aunque siga siendo el anti-algo de siempre).

Y así más, bastantes más... el seguidismo lingüístico simplista del inglés y, sobre todo, la tontuna y falta de formación tanto de los comunicadores de los medios como los de la clase política hacen que el baúl de los dichos de moda esté a rebosar...con la ventaja para esos comunicadores de que ya tienen el mensaje medio construído -y el receptor medio recibido-, a poco que inserten unos cuantos de ellos, sin rebuscar mucho en el baúl: los que sobresalen por arriba.

Para otro día el capítulo de los dichos políticamente correctos y la manía de la eliminación de los artículos determinados: en Casa Real, en Moncloa...; dentro de nada en calle (o de reiteralo por género: los unos y las unas).

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