...es más, ¿hubo un tiempo en el que realmente existiera?; es sabido que la teoría socio-política adjudica a este gupo social la vertebración y estabilidad de una sociedad moderna y avanzada: el denominado primer mundo, al cual dicen que pertenecemos. Pero ésto, que tuvo cierta verosimilitud hasta la caída del muro de Berlín -al capitalismo le interesó hasta entonces mantener una contrapropuesta social al bloque de países basados en el socialismo real- se ha ido transformando progresivamente y, en los últimos tiempos, aceleradamente, mediante la constante presión de un neoliberlaismo salvaje a las órdenes de un capitalismo igualmente salvaje e irracional que está esquilmando irreversiblemente los recursos del planeta. Los estudios basados en datos reales -y según las metodologías utilizadas- hacen oscilar el porcentaje de la población perteneciente a la clase media en España entre un 60% y un 20%; porcentaje este último que considero más real y que se une a la estimación de un 10% de ricos, lo que deja un 70% por adjudicar y repartir entre dos grupos de inciertos límites entre sí (cada vez más existe una población que pertenece a ambos): la clase trabajadora y el precariado. En todo caso, si aceptamos prudentemente como valor promedio que un 40% pertenece a la clase media, difícilmente podrá ser esa clase la vertebradora de una sociedad, si de eso se deduce que la mitad de la población está instalada entre la incertidumbre y la precariedad y cuando, incluso en esa misma clase media, existe un 20% que tiene dificultades para llegar a fin de mes y en la que un 29% admite que le sería difícil afrontar un imprevisto.
En fin, que creo que se equivocan los que insisten en la tratar de prolongar la consolidada teoría política que basa el ascenso al poder político -y al gobierno- intentando el control de un centro asociado al voto de la clase media, una mayoría social que, por lo apuntado, ya no lo es. Por cierto, que también creo que el centro -un concepto de origen geométrico que indica la excepcionalidad de un punto entre infinitos a uno y otro lado en una recta, o a la misma distancia de otros tantos en una circunferencia- ni existe ni ha existido nunca más que como un concepto ideológico que nunca fue capaz de establecer sus propios límites al pretender una imposible equidistancia entre el conservadurismo -referido a los privilegios de una minoría- y la justicia social debida a la mayoría de la población.