Me
inclino a pensar que es una táctica predeterminada del PP ante unas
elecciones que no les pintan muy bien: sacar temas polémicos y de
corto recorrido político pero que enmarañen y generen abundante ruido en los medios de comunicación y en las redes sociales, sobre todo.
El
último de estos gazapos -programados a intervalos regulares- ha sido la
propuesta -o reflexión sobre su conveniencia- del ministro de
Justicia en cuanto a sancionar a los medios de comunicación que
publiquen filtraciones de procesos judiciales en curso. Es evidente que
aunque sólo fuera por su clara inconstitucionalidad -en éste caso parece
que sería complicado proceder a un acuerdo con la oposición para
cambiar la Constitución en una tarde- tiene poco de verosímil y mucho de
alboroto, sobre todo en los medios, directamente aludidos, que es, ya digo, lo que parece
buscarse. El tiempo dedicado a este debate -ahora mismo estéril- es
tiempo que se hurta a debatir sobre la corrupción, Bankia, los recortes,
el desempleo, los desahucios...cuestiones todas ellas más urgentes.
En
fin, lo que de siempre se ha conocido como marear la perdiz; el objetivo
del PP debe ser que lleguemos cansados y mareados a un día peligroso: el de la caza...digo, el de la votación.