I
Según el presidente del gobierno, la conmemoración del bicentenario de la Constitución de 1812 debería servir para "actualizar virtudes como el patriotismo", virtud esta que según él, hay que asumir "sin complejo alguno" ya que se basa en el "sentido de pertenencia a la nación basado en el patriotismo liberal, la virtud cívica y la unidad nacional". Es sabido que para el señor Rajoy las razones con que justificar muchas de sus medidas -la reforma laboral o la elaboración de los presupuestos, por ejemplo- u opiniones son siempre una trinidad que puede resumirse siempre en una sola doctrina verdadera: la del PP, aunque es verdad que ésta vez los adjetivos -liberal, cívica y nacional- van detrás de la tríada sustantiva, el patriotismo, la virtud y la unidad; parece que en el PP están afinando un nuevo eslogan para enardecer a las masas, al estilo de aquél "Una, Grande y Libre".
Lástima que las masas -o sea, los españoles- se estén cansando a pasos agigantados de palabras huecas y de "buenismo" políticamente correcto al comprobar diariamente la asimetría en el reparto de obligaciones y cargas en el pago de la crisis en este país, en el que una mayoría -parados, pensionistas y trabajadores por cuenta ajena- mantienen y engrosan las intocables ganancias de unos pocos. Parece que la ciudadanía piensa hoy que el artículo 6 de la Constitución de 1812 que dice "El amor de la Patria es una de las principales obligaciones de todos los españoles y, asimismo, el ser justos y benéficos", debería ser practicado, en primer lugar por quienes se encargan de recordar la Constitución de 1812; la mayoría ya nos hemos pasado de benéficos e incluso de patriotas, sin que sus pregoneros se acuerden de aplicar la justicia.
II
No hay comentarios :
Publicar un comentario