martes, 6 de agosto de 2019

Yo soy la otra

Soy otra persona, tengo otro perfil, otra etapa, otros proyectos, reitera insistente la candidata a presidir la Comunidad de Madrid por el PP,  Isabel Díaz Ayuso, intentando desmarcarse de las figuras de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, anteriores presidentas de la Comunidad de Madrid y ahora imputadas en el caso Púnica (financiación ilegal del PP), las mismas que hace no tanto ejercían de valedoras de la propia Díaz Ayuso y de las que ésta, hace menos, aseguraba que le gustaría tenerlas cerca y contar con ellas porque son un valor. Volátil, a lo que parece; cotizarían en Bolsa.
Sí, todos somos otros, distintos, incluso biológicamente, de quienes éramos hace un tiempo; sólo un hilo vital y, sobre todo, la memoria, nos permite asegurar -incluso al mirarnos en un espejo- que somos la misma persona que aquél ser inconsciente que se paseaba por el mundo con dieciséis años y con nuestro mismo nombre creyendo que todo era posible. Así pues, creo que para Díaz Ayuso debe ser difícil asumir -y eso que ella es muy de asumir cosas, como el pacto con Vox- que efectivamente ella es la misma persona que hace nada tenía encomendada la administración de la cuenta en Twitter de Pecas, el perro de Esperanza Aguirre (@SoyPecas); puede que sólo se explique a sí misma su nombramiento como presidenta de la Comunidad de Madrid asumiendo que ha experimentado un proceso semejante al de algunos insectos al pasar de larva a imago; Díaz Ayuso parece estar llegando al estado imaginal (que no imaginario, aunque puede que también). Resumiendo, que siendo ella, también cree ser otra muy distinta (no se sabe muy bien si distinta de ella misma o de anteriores presidentas de la Comunidad de Madrid). Sobre todo con el otro perfil (que es la postura que adopta en cuanto oye hablar de corrupción en el PP).


Yo soy la otra, la otra
y a nada tengo derecho,
por que no llevo un anillo,
con una fecha por dentro.


...cantaba Rocío Jurado en el Romance de la otra. Lamentablemente, Díaz Ayuso sí lleva un anillo (el del PP) que sí tiene fecha por dentro y, a pesar de ser tan distinta, ya lleva tiempo haciendo méritos bastante parecidos a los de sus predecesoras (en parte bajo su dirección). Será por mantener la tradición. En otra etapa y con otros proyectos, claro: eso debe ser la regeneración para el PP. Y con la ayuda de Ciudadanos, partido regenerador donde los haya.

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