En la particular retórica simplista -sentido común, lo que piensa todo el mundo, hay que hacer otra cosa, etc.- exhibida por Mariano Rajoy durante su larga permanencia en la oposición, reiteró hasta la saciedad que subir impuestos "es malo". De igual modo se expresaron los ahora ministros de Economía y de Hacienda, la Secretaria General del PP, su vicesecretario general de Comunicaciones y, en general, todo el PP: era uno de los pocos puntos en que se definía con claridad una opción en el programa electoral del PP en las últimas elecciones.
Pues bien, han bastado unos días en el gobierno para que su presidente crea que "es necesario" subir impuestos. Resumiendo: el presidente del gobierno estima que lo malo es necesario, coincidiendo en ésto con muchos filósofos que han defendido que el mal es necesario para poder reconocer el bien, aunque San Agustín matizaba que el mal no existe, que el mal es ausencia de bien. Concluyendo: Mariano Rajoy es necesario, aunque haga maldades; lo hace para que podamos saber que el Bien existe, que otro mundo es posible.
Pues bien, han bastado unos días en el gobierno para que su presidente crea que "es necesario" subir impuestos. Resumiendo: el presidente del gobierno estima que lo malo es necesario, coincidiendo en ésto con muchos filósofos que han defendido que el mal es necesario para poder reconocer el bien, aunque San Agustín matizaba que el mal no existe, que el mal es ausencia de bien. Concluyendo: Mariano Rajoy es necesario, aunque haga maldades; lo hace para que podamos saber que el Bien existe, que otro mundo es posible.
No hay comentarios :
Publicar un comentario