martes, 11 de septiembre de 2018

...la misma mierda es

Lo siento -en realidad, no tanto- por los que piensan que el PSOE y el PP son antitéticos políticamente hablando, yo sigo creyendo que son las dos caras de una misma moneda: nada más parecido a las patéticas explicaciones de Cristina Cifuentes o Pablo Casado sobre sus fantasmagóricos másters, que las de Carmen Montón sobre el suyo; exactamente lo mismo, paso por paso: yo no he cometido ninguna irregularidad, y si ha existido alguna modificación -o directamente falsificación- de la documentación administrativa pertinente es algo que escapa a mi conocimiento o bien que la custodia de las actas es algo que escapa a mi responsabilidad (una auténtica escapista de sus propias circunstancias); en fin que todo puede resumirse en otro cúmulo de errores administrativos (y quizá, además, informáticos, que es algo muy socorrido). Para finalizar con otro clásico: no dimite porque sería injusto. ¿Injusto para quién? ¿para  ella misma?, ¿para el resto de los estudiantes que sí asistieron a clase, que sí se examinaron, que sí se esforzaron?, ¿para todos los españoles que queriéndolo o no subvencionamos este fraude y los anteriores? No nos lo aclara la señora Montón; injusto así, en abstracto. El Gobierno, por su parte, cree que Montón ha dado explicaciones amplias y transparentes sobre su máster; y aquí es difícil no estar de acuerdo: amplias como el desierto y tan transparentes que, de hecho, es imposible verlas. Y hasta Pablo Casado, tan caballeroso y elegante él, perdonando anteriores ofensas del PSOE: No voy a hacer lo que hicieron conmigo...que no alcanzo a entender tal ataque de buenismo, a no ser que se deba a que él se encuentra en parecidas circunstancias (pero que no se preocupe; casi nadie se ha dado cuenta de sus motivos).
Y si esta falta de respeto por los valores supuestamente prioritarios para la sociedad  (verdad, honestidad, excelencia, esfuerzo, etc.) y ese desprecio a  las instituciones por parte de quienes ocupan cargos públicos de la máxima responsabilidad -que son los primeros que deberían velar por la respetabilidad de esas instituciones- está ocurriendo de forma habitual en ese nivel de dirigencia, no quiero ni pensar en lo que ocurrirá en otros. No deberíamos sorprendernos si cualquier día el hedor de esta corrupción omnipresente y ubicua nos ahoga al salir a la calle.
Y advierto de que me comunican (de fuentes generalmente bien intencionadas) que está a punto de producirse una sublevación de los administrativos de las Universidades, hartos ya, al parecer, de ser el sumidero temporal de tanta corrupción.
___________________________________________

P.S.: Finalmente dimitó Carmen Montón de su cargo como Ministra de Sanidad. Hay que agradecer, respecto a masterizados precedentes que el asunto se haya resuelto con relativa rapidez. Pero, en todo caso, -sostenella y no enmendalla- la señora Montón, en su comparecencia para comunicar su renuncia ha manifestado: no he cometido ninguna irregularidad. Lo he defendido y lo voy a seguir defendiendo con toda la convicción y también con la conciencia muy tranquila. Al parecer, no considera irregular, por ejemplo, que párrafos enteros -hasta 19 páginas- de su Trabajo Fin de Máster estén plagiados (hasta con las mismas erratas) de otras publicaciones, tesis o, directamente, de Wikipedia; que yo creo que si fuera regular lo sería tirando a malo; aunque eso, a lo que parece, no altera la tranquilidad de su conciencia. Este es el nivel.

No hay comentarios :

Publicar un comentario