jueves, 1 de octubre de 2015

Mamoneo

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, insiste en  que  hay que diferenciar la brillante gestión de Rato como responsable de Economía con otras decisiones que afectan al orden personal; que yo me pregunto a quién apela con ésta reflexión, si al propio aludido o al resto de la ciudadanía, que ahora se entera que el señor Rato disfrutaba de un gratis total  por cuanto Argentaria (y el BBVA) le perdonaron una deuda de más de cincuenta millones de pesetas cuando era vicepresidente del Gobierno (con el PP y Aznar como presidente) y ministro de Economía, por la curiosa justificación de ser Don Rodrigo; a éste respecto el señor Hernando ha manifestado que no se va a pronunciar sobre las decisiones que toman los directores de los bancos y en definitiva sobre el funcionamiento de actividades privadas. Pero nos deja sin saber que gorrito portaba el señor Rato cuando le condonaron la mencionada deuda en el año 1999, si el de ministro de Economía o el de persona particular, o si se producía en él un desdoblamiento  psico-económico semejante al del doctor Jekyll (y míster Hyde). Curiosamente, Francisco González, al que Rodrigo Rato colocó al frente de Argentaria, fué el encargado de aprobar dicha anulación de la deuda, que fué ratificada cuando meses después Argentaria se fusionó con el Banco Bilbao Vizcaya y González se convirtió en copresidente del grupo BBVA. Sí, el mismo González que no hace mucho nos advertía de los peligros del populismo por sus promesas irrealizables y que atentan contra el sistema y las leyes, planteamiento al que son más receptivas las personas que más han sufrido la crisis económica. Que ya suponemos que él no se cuenta entre ellas.
No por casualidad encuentro la palabra mamoneo no en el Diccionario de la RAE, ni en el María Moliner, si no en la Fundéu BBVA (buscador urgente de dudas), donde se afirma que el término coloquial mamoneo  significa  una situación basada (o en la que predomina) el amiguismo y las prácticas al margen de las normas apropiadas. ¡Que finos son en la Fundación BBVA! Pero está claro que saben de qué hablan.

No hay comentarios :

Publicar un comentario