Paro
(o trabajo precario), juventud emigrada (aquí no hay futuro), pobreza,
corrupción, incompetencia generalizada, ladrones y miserables que se han asegurado lo
suyo a costa de lo de todos, desorientación, capitalismo salvaje, más paro,
más pobreza, más injusticia social, más miserias de todo tipo...
El
presidente del gobierno nos informó recientemente que se niega a ver
esa España en negro (desde luego, no hay peor ceguera que negarse a ver), pero yo le aseguro que no llevo gafas oscuras y si
él mirara de verdad, seguramente vería lo mismo.
Ojalá
existiera una Expaña a la que todos los españoles pudiéramos ir cuando
estuviéramos hastiados de soportar éste país. Mientras, la única
alternativa posible creo que es Nueva Zelanda: no hay más lejos.
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