A
la secretaria general del PP no le consta lo que cobraran y cómo lo
cobraran anteriores secretarios generales y otros responsables de su
partido. A Mariano Rajoy, presidente del PP y del actual gobierno de la
nación, no le consta que el ex-tesorero del PP, Luis Bárcenas, tuviera
información comprometedora -y devastadora- sobre las finanzas del PP.
Al actual ministro de Asuntos Exteriores, el señor García-Margallo, no
le consta que los servicios de inteligencia estadounidenses hayan
espiado a España (a los españoles, quiero decir). En todos esos casos -y muchos otros semejantes que no
menciono- parece que esa falta de constancia -haya o no voluntad de
constatar lo que no consta- es suficiente: nada, hombre, si no le
consta, ¿que le vamos a hacer?.
Lástima
que yo no pueda emplear la misma fórmula con quienes mensualmente me
presentan los recibos de la hipoteca, la luz, el agua, la tarjeta de
crédito, etc. Quizá si tuviera un carguete político...
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