Es lo que tiene la Fortuna, que es ciega y no sabe con quien juega. Así, a Carlos Fabra, a quien al parecer le ha tocado la Lotería con tal frecuencia que la Fortuna, además de taparse los ojos seguro que tuvo que taparse también las narices, ahora resulta que el Tribunal Supremo ha decidido revocar la decisión de la Audiencia Provincial de Castellón de declarar prescritos cuatro de los cinco delitos fiscales que se le imputaban y, por lo tanto, ha decidido continuar el proceso e imputarle de nuevo: todos coinciden en afirmar que Fortuna era la diosa más caprichosa del Olimpo. En fin, mala suerte para un "político ejemplar" como repetidamente dijo de él Mariano Rajoy, sólo que la Fortuna -¿o esa es la Justicia?- parece que se ha levantado algo la venda, al sentir el mal olor.
No hay comentarios :
Publicar un comentario