miércoles, 29 de junio de 2022

La humanidad y los humanos

Sé que es una contradicción, pero no sé si real o aparente: cuanto más me preocupa el futuro de la humanidad, menos especímenes de la raza humana encuentro que merecieran justificación y salvación; el número de tontos respecto al total excede -como afirma Cipolla en la primera de las leyes de la estupidez humana- cualquier estimación previa. Quizá lo segundo sea debido a un exacerabado individualismo como rago inevitable de carácter, porque ni me desagrada ni me enorgullece el hecho de no encontrar semejantes más semejantes a mí (como yo me veo); hay quien no se encuentra a sí mismo si no se encuentra en otros y huye de su individualidad como los gases del vacío; hay quien, por contra, sufre complejo elitista o de superioridad -es complejo cuando la superioridad es sólo supuesta por uno mismo-, aversión a las masas y a las muchedumbres, individualidad radical, solipsismo....creo no pertenecer a unos ni a otros; otra cosa es que, si se pudiera elegir,  me gustara pertenecer más a los otros que a los unos porque es evidente que son los segundos, ciertos individuos fuera de la norma, geniales, los que hacen avanzar a la humanidad en su  conjunto y resultan más beneficiosos para ella. Y creo que muchos encontramos gratificante sentirnos útiles....y especiales: de los miles de millones de humanos que han poblado este planeta, sólo son miles, seguramente, los que merecen ser recordados por alguna aportación relevante al acervo cultural común; uno por millón (o menos).

En resumen, que ésta es una contradicción que parece derivada de la edad; la necesaria para llegar a estas reflexiones de jubilado.

2 comentarios :

  1. Yo no creo que la proporción de tontos sea en estos tiempos superior al de otras épocas de la humanidad. Es más, me parece que esa proporcion es una costante estadística (claro, ahora hay más porque somos más en el planeta). ¿Pero por qué parece que la proporción de tontos es ahora superior a otras épocas? Elemental: porque ahora tienen el megáfono de las redes sociales, y no hay cosa que le guste más a un tonto que un buen megáfono. Antes, sus gilipolleces tenian poco alcance, sin embargo, hoy en día nos aturden por tierra, mar y aire. Y, encima, se jalean unos a otros. Paciencia.

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  2. ....sobre los tontos de ayer y de hoy: https://twitter.com/leznaol/status/1542766149154361345?s=20&t=GMCdoHs9v8e5nlPmbI5HqA

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