Mis interminables dos meses como concejal de Ciudadanos me cualifican para afirmar que: Vamos a echar de menos al PP.
En el PP tienen una parte de la "culpa católica" que no les permite pasar según qué límites.
En Cs no existe. No hay absolutamente ningún sistema ético.
Desde hace ya algún tiempo creo que Ciudadanos es un partido sin ideología -por mucho que, a veces, parezca todo lo contrario- sin principios -salvo el de estar para llegar a manejar y decidir, sobre todo donde existan fondos públicos- y sin contenido político -salvo, como los gases, el poder de expansión que les hace acomodarse al recipiente que les contiene, al continente (y dejo a la imaginación de cada cual imaginar quien o qué es probable que sea ese contintente, que tampoco se necesita mucha imaginación pare ello). También hace ya un tiempo que asimilo éste partido -incluyendo su autoproclamado regeneracionismo- al Partido Radical de Lerroux, de hace un siglo en éste país. Pero en la síntesis tuitera de Ira Bouza, copiada al principio de éste texto, puede que lo que -según las encuestas demoscópicas- nos espera sea peor aún que aquél invento de Lerroux, que acabó su andadura política incoporando a nuestro diccionario la palaba estraperlo. Cada vez que recuerdo alguna figura política muy baqueteada históricamente, tránsfuga, polivalente, temporalmente desempleada o especialmente oportunista, busco un poco y encuentro que ¡oh, sorpresa! milita -es un decir, suele estar especialmente bien colocada- actualmente en Ciudadanos. No cito nombres, pero seguro que quien lea ésto ya ha recordado más de uno.
Si a Iria Bouzas dos meses se le han hecho interminables como concejal de Ciudadanos, no quiero ni pensar en las condiciones en que toda España habría de soportar una legislatura bajo un gobierno de Ciudadanos. Tras dos legislaturas de Rajoy. Este país ha sobrevivido a una historia convulsa y a menudo sangrienta, pero no nos confiemos, hay quien sobrevive a una pulmonía y fallece de resfriado, depende de como te pille el cuerpo.
Apelo de nuevo a esos trece millones (pensionistas y desempleados, lástima que estas líneas no lleguen a más de ellos) para que espabilen y no crean que con buscar algún sustituto de urgencia al PP actual está todo arreglado. Es urgente, sí, pero también importante, hay que reflexionar mientras podamos, pero, según ésto, actuar de inmediato. Salvo que pretendamos acabar todos en urgencias (que para entonces es probable que ya ni existan).
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