La amnistía que nunca existió

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando -no deben contar con nadie con más recursos y entusiasmo para explicar lo inexplicable, aunque ya se lo pagan- nos informa ahora que un gobierno desesperado tuvo que recurrir a una amnistía fiscal -que parece que ahora también aceptan en el PP que lo fué- reconociendo un error en la forma. Ya; ¿y en el fondo no? ¿promover la elusión fiscal del gran capital, mientras que a la mayoría de los españoles nos exprimían más y más, no es un error de fondo? Según Hernando, España se encontraba en un momento en el que corría el riesgo de ser rescatada y estaba al borde del colapso económico. O sea que los 1.191 millones de euros que finalmente recaudó el Estado con tan perverso e injusto procedimiento ¿fueron suficientes para sacar a España del pozo económico en que se encontraba y descolapsarla?

Restar importancia a la sentencia del Tribunal Constitucional que, cinco -la cifra mágica- años después, ha considerado las medidas englobadas en la amnistía fiscal -que en su día se denominó regularización fiscal extraordinaria- como inconstitucionales y nulas, es un recurso propio del señor Hernando, hooligan y embarullador profesional y, por ende, debemos entender que de todo el gobierno del PP encabezado en éste asunto por el señor Montoro, quien, al parecer, pretende explicárnoslo de nuevo (sin desfallecer, hasta que lo entendamos totalmente). Sin duda alguna lo podíamos haber hecho mejor y tenemos que respetar la sentencia, ha concluído Hernando. Mejor, según para quién, lo dudo; viendo reducidos sus impuestos del 30% al 10% y, finalmente, al 3% real, los evasores no podrán estar de acuerdo con Hernando. Y respetar la sentencia tampoco creo que sea ninguna gracia que el gobierno nos conceda, sobre todo porque en éste caso, al igual que en los casos de corrupción que finalmente se juzgan, nadie propone la restitución del daño causado, ¿es eso justicia?.