jueves, 16 de febrero de 2017

Machirula

...Pablo, mi amor, eso en la Comisión de Economía, cielo... es parte de un diálogo que periodistas atentos escuchaban -y posteriormente difundían- y que se ha desarrollado en los pasillos del Congreso entre dos diputados, ¿hemos asisitido a algún mensaje romántico entre ellos debido a los esfuerzos de un San Valentín tardío? Parece que no, existen notables diferencias entre Celia Villalobos y Pablo Iglesias en casi todo salvo en su condición de diputados. Y todo a cuento de una reglamentariamente nonata interpelación de Pablo Iglesias al actual director del Banco de España, el señor Linde, respecto a la actuación de su antecesor, el señor Fernández Ordóñez, en relación con la salida a bolsa de Bankia. Según la señora Villalobos dicha pregunta era improcedente en una comisión que se reunía para tratar sobre el Pacto de Toledo y el futuro de las pensiones.
Sin embargo el actual director del Banco de España -y el anterior- expresan y han expresado a menudo sus opiniones sobre la reforma laboral, la moderación de salarios, la reducción de pensiones, la prolongación de la edad de jubilación y sobre los necesarios recortes en los servicios públicos cuya difusión no encuentra justificación en ninguna de las funciones del Banco de España ni, por tanto, de su gobernador; ¿eso sí es procedente? ¿y no lo ha sido, sin embargo, la pretendida pregunta de Pablo Iglesias en relación con dos de las funciones que sí corresponden al Banco de España, las relativas a fomentar el buen funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero y a supervisar la solvencia y el cumplimiento de la normativa específica de las entidades de crédito?
¿Y es procedente tratar con esa equívoca suavidad condescendiente y bastante machirula a un representante  público y compañero diputado? Claro que como ella no domina el lenguaje de la nueva política se remite a cielos y amores. Algo añejo incluso para una antigua progre del PP; dado que por edad serán los más jóvenes los que han de lograr que más tiempo perdure su lenguaje, podría la señora Villalobos hacer un esfuerzo de puesta al día: ya existen suficientes diferencias para, además, hablar lenguas distintas. Así, ni escuchando.

No hay comentarios :

Publicar un comentario