El ideal platónico es un concepto filosófico formulado por Platón en la antigüedad; aún sin conocer ésto, creo que todos sabemos esencialmente a qué nos referimos con la palabra ideal: a algo que, en realidad, sólo existe en nuestra mente pero que nos inspira y que tratamos de imitar en la práctica; algo más concreto puede ser el modelo, entendido como arquetipo o punto de referencia.
En relación con la iniciativa popular que propone una renta mínima de 426 euros para las familias sin recursos o en el umbral de la
pobreza y a la cual el PP se opone, el señor Bermúdez de Castro ha asegurado categórico: nuestro modelo no es el subsidio, es el empleo.
No está mal el modelo que propone el señor Bermudez de Castro, de hecho, predica con el ejemplo: él mismo se ha autoempleado en el PP los últimos treinta años, ostentando en él diversos cargos orgánicos -entre ellos el de Coordinador Nacional de Formación- seguramente bien retribuídos, además de ser diputado por ese partido siete legislaturas consecutivas en el Congreso de los Diputados, igualmente con la preceptiva -y no escasa- retribución. Bien, pero para el resto de españoles -la mayoría- que no disfrutan de momios tan suculentos y concretos como el suyo, ni llegan a hacer realidad un modelo cada vez más difícil de conseguir, como es el de tener un empleo (y no digamos ya si hablamos de empleo de calidad), ¿cual es el modelo que PP propone como alterntiva?: ¿la beneficencia caritativa?, ¿la pensión de los abuelos?, ¿la muerte?, ¿ninguno?; ¿ha olvidado quizá el señor Bermúdez -él, que entre sus cargos ostentó el de vocal de la Comisión Constitucional- que la vigente Constitución Española asegura que España es un Estado social y que ha de garantizar -entre otros- el derecho de todos los españoles a un trabajo digno?; ¿como es que tras siete legislaturas (de 1996 hasta hoy) trabajando de forma incansable en el Congreso de los Diputados no ha conseguido acercarnos ni siquiera un poco a esos bellos ideales de la Constitución?; será porque, como él mismo ha manifestado, no todo lo socialmente deseable es económicamente posible. Claro, pero depende de quién se trate: el importe anual estimado para implantar una Renta Mínima de Inserción para 5 millones de personas, las más desfavorecidas y que no cobran otra
prestación, es de 17.690 millones de
euros; el Estado -con dinero de todos- prestó a la Banca más de 50.000 millones de euros y no ha recuperado ni 3.000, por tanto hemos regalado 47.000 millones de euros a los bancos, y no es el balance final; sinceramente, prefiero dar a quien lo necesita que prestar a un Banco.
Platón consideraba imperfectos a todos los Estados que conoció -incluídos los basados en la democracia- y escribió sus reflexiones al respecto en La República, la propuesta de un Estado modelo en el que los ciudadanos confiaran y pudieran ser felices; veinticuatro siglos después seguimos estando lejos de ello; no hay más que revisar los modelos propuestos -o pospuestos- por el PP.
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