jueves, 3 de septiembre de 2015

Hipocresía, egoísmo e incapacidad

La ONU estima que la guerra civil en Siria ocasiona sufrimiento extremo a seis millones de niños; no es una noticia de hoy, es de Agosto de 2013, hace dos años, casi tres años después de iniciarse el conflicto armado. Ya en esa fecha un millón de niños habían abandonado Siria con sus familias -aunque muchos lo hicieron solos- para refugiarse en alguno de los países vecinos.  En Septiembre de 2013 los EE.UU. pospusieron una intervención militar internacional inminente con la promesa por parte del gobierno sirio de la entrega de su arsenal químico -utilizado anteriormente en varias ocasiones contra la población civil- y que finalmente tampoco se cumplió en su totalidad; se admitía así implícitamente que las masacres por medios tradicionales podían continuar (http://epistolariocontingente.blogspot.com.es/2013/08/el-fondo-y-la-forma.html). Y así fué: la violencia de la  guerra continuó aumentando y las denuncias de asesinatos en masa de civiles -sin excluir a mujeres y niños- por parte de ambos bandos continuaron siendo repetidas y frecuentes, ahora ya mediante ejecuciones, bombardeos indiscriminados, o a cuchillo. Mientras, intereses geopolíticos, estratégicos y económicos han hecho que los bandos en conflicto se aseguren sus respectivos  apoyos internacionales, lo que imposibilita prácticamente una solución efectiva al conflicto.
Hoy, la imagen del cuerpecillo sin vida de Aylan Kurdi, su tragedia y la de su familia intentando desesperadamente huir del horror de la guerra, han hecho que algunos dirigentes europeos de países que se enfrentan a una parte menor de ese éxodo
-la mayoría huyeron a Turquía, Líbano e Irak- se den golpes de pecho, como si acabaran de enterarse de la magnitud del problema al ver el cuerpo de un niño ahogado. Y como cabe suponerles puntualmente informados desde hace tiempo del desarrollo y consecuencias del conflicto en Siria, debemos concluir que tampoco para ésto nos sirven, ya sea por hipocresía, por egoísmo o por incapacidad.

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