viernes, 17 de abril de 2009

Bipartidismo y democracia


Señalaba ayer Carlos M. Bru, en la sección de Cartas al Director de El País, la injusticia de un sistema electoral que impide a las fuerzas progresistas unir sus fuerzas (léase diputados) de cara a establecer políticas decididamente enfrentadas al capitalismo especulativo que ha generado la crisis actual. Efectivamente, otro sería el panorama político nacional si la que continúa siendo la tercera fuerza política -en votos- tuviera en el el Congreso de los Diputados 14 representantes (si se considerara a España una circunscripción electoral única) en vez de los 2 que en realidad tiene.
El sistema electoral vigente, que favorece claramente el bipartidismo, pudo tener justificación hace treinta años, cuando era necesaria cierta estabilidad política para abordar cambios urgentes, pero hace ya tiempo que, superada esa necesidad, padecemos el efecto contrario: una inmovilidad democrática casi absoluta. El PSOE manifestó después las elecciones generales en 2008 que abriría un "periodo de reflexión" sobre la posible reforma de ley electoral. Creo que después de más de un año, nadie conoce las conclusiones de esas hipotéticas reflexiones.Y las leyes Orgánicas -como es la ley de régimen electoral general- quedan excluidas de las propuestas a iniciativa popular, basadas en el aval de 500.000 firmas, una de las pocas posibilidades que las leyes de este país conceden al ciudadano para ejercitar una democracia más próxima y verdadera.

No hay comentarios :

Publicar un comentario