jueves, 26 de agosto de 2021

Nuboso

Antes -que no hace tanto- estar en las nubes significaba estar más o menos desconectado de la realidad; ahora no  estar en la nube significa casi lo mismo: no existir. Sí claro, antes era en plural -se vé que cada uno tenía potestad para elegir su propia nube o para cambiar de nube cuando le pareciera bien- y ahora es casi la misma nube para todos: ésto de unificar todas las nubes en una muchos aseguran que es una ventaja, por aquello de la interconexión en vivo y en directo al cuerpo social; y, además, por la inmediatez de acceso al conocimiento universal. 

Como suele ser habitual, no todo son ventajas. En primer lugar, la nube no fué ideada originalmente para beneficiar al individuo permitiendo que maneje datos e información -eso es sólo un incentivo necesario y derivada inexcusable- si no para beneficiar a organizaciones y empresas para un conocimiento y control lo más exactos posible de cada individuo, precisamente; no hay más que buscar -sí, en la nube- información sobre los beneficios de la nube para encontrarnos  con que las entradas más relevantes se refieren todas  a empresas multinacionales y multimillonarias dedicadas al manejo de información porque eso es, evidentemente, negocio; sin exagerar puede decirse que es el negocio. Porque, resulta ser que la nube es un intangible que  se sirve de las redes de comunicación -específicamente de Internet, otro intangible- para almacenar y acceder a una ingente cantidad de datos. ¿Y donde reside ese almacén?, pues ahí está una de las claves del invento: distribuída en las mismas redes y desde luego, en forma que la mayoría de nosotros desconozca su posible ubicación; resumiendo: en la nube reside información que se refiere a nosotros o que nosostros mismos hemos generado pero a la que tenemos acceso condicionado y, desde luego, no único. Y ese cúmulo de datos sirve de base de información para el negocio de unos pocos que traducen en dividendos sólo para sí mismos. Esto en segundo lugar.

Vamos, que tampoco era tan malo cuando había nubes, en plural. O, alternativamente, se podía estar en Babia. Ambas, posibilidades mucho más relajantes  que el ajetreo concurrente propio de la nube.


1 comentario :

  1. También podias elegir estar en las Batuecas, que tampoco está nada mal. 😜

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