No deja de ser enternecedor -si respondiera a la
realidad- uno de los titulares que he leído respecto a las reacciones de
mandatarios europeos tras las reciente elecciones: "Merkel, alarmada
por el asceso de los ultras".
Es imposible -con la información que debe manejar la canciller alemana-
no prever que las recientes políticas de recortes generalizados en
servicios públicos y derechos inherentes al concepto de "Estado del
bienestar" implantado en los países europeos tras la Segunda Guerra
Mundial, la creciente desigualdad en el reparto de la renta que ha
generado y genera pobres de forma acelerada, el paro como forma de
obtener mano de obra barata por la vía rápida y tantas injusticias
más derivadas de un capitalismo sin trabas, conformen un caldo de cultivo
ideal para el renacimiento de populismos y fascismos tal y como ocurrió
en los años treinta del siglo pasado.
Es de esperar que en ésta ocasión la izquierda sepa resolver sus
diferencias antes de que resulte aplastada como entonces y se aplique a
establecer un frente común, teniendo en cuenta, además, que hay
ocasiones como ésta en que no es necesario discriminar o priorizar entre lo importante y lo urgente, suelen coincidir ambas circunstancias.
No hay comentarios :
Publicar un comentario