Dimitir, aparte del peligro de ser confundido con un nombre ruso -por su
rareza- debe ser un verbo dificilísimo de conjugar -sobre todo en
primera persona- y más aún de practicar. Según el alcalde de Sestao, sus
declaraciones grabadas y presentadas por SOS Racismo adjuntas a la
denuncia contra él por negarse a empadronar inmigrantes, han sido
editadas, manipuladas y sacadas de contexto: me gustaría saber cómo se
puede editar la frase "gitanos buenos hay muy pocos".
Reuniéndose y
estrechando la mano de algún que otro inmigrante evidente -por el color de su piel-
y con la lectura de su declaración posterior, el alcalde de Sestao
parece haber dado el asunto por concluído. Literalmente, tras ella no ha
admitido ninguna pregunta de los medios de comunicación, no fuera que
le plantearan alguna pregunta previsiblemente incómoda y cuya respuesta
no tuviera por escrito. Y es que no sólo se le acusa de racista sino de
incumplir la ley, acusación ésta última que es tanto o más grave que
la primera para un cargo público.
Yo diría que hay más, muchos más, gitanos
buenos que políticos responsables.
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