Un personaje de la novela Con el agua al cuello de Petros Màrkaris -que recomiendo- asegura que el concepto de sociedad del bienestar, tan manoseado por unos y otros últimamente, en realidad no ha existido nunca en occidente más que como puro antídoto a aquél que sí existía -al menos teóricamente- en los países bajo régimen comunista. Cuando cayó el muro, el capitalismo dejó de necesitar pretextos y subterfugios. Si nos fijamos atentamente, de 1989 en adelante, todos los pasos -y las zancadas- han ido en la misma dirección y cuando el sistema capitalista se desbordó a sí mismo hemos podido comprobar -como prueba del algodón- la realidad de la situación: los propios explotados se han convertido en paganos de su sobre-explotación. Hay un dicho que referido a la prostitución y a las camas expresa crudamente lo mismo.
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