Dogmas

Cuando numerosas voces -y no sólo desde la izquierda- en Europa cuestionan la doctrina imperante sobre la necesidad y exclusividad del equilibrio presupuestario como única forma de salir de ésta crisis que va camino de quedarse para siempre, el señor presidente del gobierno se reafirma en su creencia de que hace lo que debe, mostrándose en esto más papista que la mismísima papisa Merkel. El paro sube en éste país, y ya asciende a 5,6 millones de desempleados -elemental, dada la reciente legislación laboral- y cada previsión de evolución económica es más negativa que la anterior. El señor Rajoy, imperturbable, continúa con los recortes -con la tala, en palabras de Gaspar Llamazares- en los servicios públicos que afectan en primer lugar a los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad, mientras se reafirma -según la nueva semántica- en la justicia y equidad de las medidas impuestas.
Es lo bueno -y lo cómodo- de ser dogmático: sólo hay que seguir el manual, sin cuestionarse la realidad.  Y sin considerar que los problemas no se acomodan a las soluciones propuestas.

El abrazo del oso

Muy interesante el artículo de José María Ridao en El País, La socialdemocracia en su laberinto, sobre todo, al poner el acento en la trascendencia de la adopción por parte de los ideólogos socialdemócratas a partir de finales de los años ochenta del siglo pasado de los postulados neoliberales o, al menos, del descubrimiento y aplicación de terceras vías coincidiendo con la caída del muro de Berlín, al deducir erróneamente de la caída de regímenes comunistas, que el capitalismo es el único modelo socio-económico posible en el mundo real. La enseñanza más evidente de esa experiencia y la clave para la recuperación de la socialdemocracia como alternativa de futuro es que al oso capitalista hay que mantenerlo sujeto y a distancia, siendo conscientes siempre de que su instinto natural, al que no renunciará nunca, es el de una fiera. A no ser que se pretenda morir ahogado entre sus efusivos brazos. Otra cosa es que a estas alturas nos queden aire y fuerzas para zafarnos.

http://elpais.com/elpais/2012/04/23/opinion/1335176747_779335.html

El eterno retorno

Creo, sinceramente, que uno de los logros del gobierno de Zapatero en 2006 fué la ley mediante la cual el presidente de RTVE debía ser elegido por mayoría de dos tercios del Congreso, con lo que resultaba muy difícil que esta cadena pública se pudiera convertir en portavoz acrítico del gobierno de turno. Todo el mundo alabó esta querencia por parecernos a la BBC, paradigma de independencia informativa a nivel mundial.
Hoy, la vicepresidenta del gobierno nos asegura que era urgente desbloquear la situación que vivía RTVE, que, por si alguien no lo ha entendido, quiere decir que el gobierno del PP no escucha en RTVE exactamente lo que desearía oír, es decir, un eco de su propia propaganda. Y, por tanto, ha decidido que la dirección del ente público de comunicación debe volver al modelo anterior en el que este pueda ser elegido por mayoría absoluta en el Congreso de Diputados. Mayoría que, casualmente, ahora es propiedad del partido en el gobierno.  

A partir de ahora, convenientemente anestasiados, ya podremos disfrutar viviendo en el país de las maravillas, caiga quien caiga y pase lo que pase. Otra vuelta al pasado.

El partido de los pensionistas

Recién llegado a la presidencia del gobierno el señor Rajoy, sacando pecho, anunció que lo único que se subía en estos tiempos de dificultad y recortes eran las pensiones. Habría que aclarar que la subida ha resultado tan exigua que en numerosas ocasiones su aplicación ha supuesto un "crecimiento negativo" -el oxímoron de moda- en el cobro efectivo de la pensión, al superar el incremento del descuento por IRPF de la nueva retribución a la teórica subida.
Pues bien, casi no han transcurrido los cien días de gracia para el nuevo ejecutivo cuando éste anuncia la implantación del denominado "copago" -diciendo que no lo es- en los medicamentos, que supondrá, en el caso de los pensionistas, el pago de un 10% del importe de los medicamentos que se les prescriban. Es evidente  que a ese sector de la población se dedican muchos de los recursos farmacéuticos por razón de su edad, pero sabiendo que más de la mitad de ese colectivo  supera escasamente los 600 euros de pensión es muy difícil seguir titulando justas -a no ser que se trate de otro oxímoron- a medidas como ésta.
Y puesto que el actual ejecutivo basa la justificación de todos los recortes en servicios públicos y derechos sociales en la mayoría absoluta que los españoles -y el sistema electoral- le han otorgado, yo sugeriría a los pensionistas que, si quieren defender sus derechos, la vía más corta sería votar a un partido de pensionistas, que con nueve millones, sería seguramente el que más votos conseguiría en este país. Y luego, desde el gobierno, decidir sobre justicia y prioridades.

Un capricho real

 I

Un tonto nunca se recupera de un éxito, dicen que dijo -o escribió- Oscar Wilde. Si hacemos caso a las tesis oficiales, el actual Jefe del Estado español tuvo un papel decisivo en desactivar el intento golpista de 1982, en nuestra recién instalada democracia. Hoy, treinta años después, el rey continua con su tarea fundamental de asistencia a eventos nacionales e internacionales y de recitado monocorde de la declaración de buenas intenciones dirigida a todos los españoles en fechas señaladas, mostrando en la última de Navidad su preocupación por el hecho de que la mitad de los jóvenes en España estén sin trabajo, o demandando ejemplaridad en la conducta de los cargos públicos, por ejemplo.

Al parecer, esa actividad declarativa -que no practicante, ni en sí, ni en su familia- es suficiente para que los españoles debamos también continuar considerando como imprescindible y garante de la estabilidad política del país a la institución monárquica, y tolerar caprichos como que él mismo, con 74 años y evidentes limitaciones físicas,  decida ir  a ¡cazar elefantes a Botswana!, y que debamos tomárnoslo como una chiquillada de Borbón mal acostumbrado, aunque ya algo talludito para chiquilladas.

Y todo ello con independencia de la legítima curiosidad de todos los españoles sobre cuanto, quien y por qué ha costeado este capricho y los gastos logísticos y sanitarios derivados de él.

 II

En la manera castiza de abreviar los participios -al igual que el presidente del gobierno- el Jefe del Estado ha admitido que se ha equivocao. Todos -hasta los reyes- nos equivocamos, pero como al parecer ésta no ha sido la primera vez que se ha descarriao, creo sinceramente que la expresión compungida del rey al disculparse era debida a que pensaba en su propia torpeza -física y de la otra- que ha propiciado que lo hayan pillao.
En todo caso, las disculpas reales -que algunos han llegado a calificar de gesto excelente- pese a los pocos precedentes existentes, o quizá por ello, son la prueba de que es necesario un control más estricto de la agenda institucional y privada de la institución monárquica por parte del gobierno del país. Lo de los participios es contingente -aunque sería esperable un lenguaje más formal de los altos representantes del Estado- pero lo otro es necesario.

Poniendo la cama

Un personaje de la novela Con el agua al cuello de Petros Màrkaris -que recomiendo- asegura que el concepto de sociedad del bienestar, tan manoseado por unos y otros últimamente, en realidad no ha existido nunca en occidente más que como puro antídoto a aquél que sí existía -al menos teóricamente- en los países bajo régimen comunista. Cuando cayó el muro, el capitalismo dejó de necesitar pretextos y subterfugios. Si nos fijamos atentamente, de 1989 en adelante, todos los pasos -y las zancadas- han ido en la misma dirección y cuando el sistema capitalista se desbordó a sí mismo hemos podido comprobar -como prueba del algodón- la realidad de la situación: los propios explotados se han convertido en paganos de su sobre-explotación. Hay un dicho que referido a la prostitución y a las camas expresa crudamente lo mismo.

Cuestión de plazos

Si alguien le dijera a un agricultor que debe aumentar su cosecha, pero sin agua, o a un ganadero que sus vacas deben engordar, pero sin pienso ni pasto, seguramente sólo obtendría de ambos una mirada de conmiseración adecuada a tan ignorante urbanita. Sin embargo, si se pide lo mismo en términos económicos -crecer pero recortando el gasto público y limitando la financiación-, parece que nadie señala tal imposibilidad, como si las leyes matemáticas y físicas no fueran universales y de aplicación general también fuera de su ámbito específico.
Se reconoce por parte del gobierno que las dolorosas -e injustas- medidas en que se basa su reforma laboral no surtirán efectos a corto e incluso medio plazo -de medio plazo en adelante todos calvos- pero aún así las adjetiva como "inevitables", perseverando en la tesis -ya doctrina oficial- que acelerar la consolidación financiera a cualquier precio restablecerá la “confianza” y por lo tanto generará automáticamente crecimiento. Y en los que menos efecto parecen surtir tales medidas, acompañados de otras no menos injustas, tales como la aministía fiscal, por ejemplo, es en los "mercados", que juzgan globalmente tales medidas como ineficaces a sus propósitos. Hoy, con con la prima de riesgo aumentando y con el paro siguiendo la misma tónica, el señor presidente del gobierno insiste en plantear más "medidas contundentes" -drásticos recortes en educación y sanidad- sin reflexionar en que cuanto mayor sea la "agresividad" de éstas y más reitere nuestra solvencia más denotará lo problemática que se presenta una salida racional a nuestra situación, como dando la razón al refrán que reza dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
Y la felicidad prometida por el señor Rajoy a los españoles en la campaña electoral del PP, también para cuando la reforma laboral tenga efectos positivos.

Hombres nocturnos

No es sólo que el obispo de Alcalá de Henares haya mezclado en un totum revolutum -supongo que para maximizar la difusión de ideas religiosas ofrecida por un medio público- en su homilía el rechazo a la homosexualidad y al aborto, es que además, por su deficiente uso del lenguaje parece que Juan Antonio Reig Pla se dedicara a idear argumentos de películas de terror. Así, se le ha podido oir, respecto a supuestas indagaciones de identidad sexual, que los jóvenes "a veces, para comprobarlo, se corrompen y se prostituyen, o van a clubs de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno". ¿Hombres nocturnos, corrupción, jóvenes en busca de su sexualidad, infiernos?: ya tenemos los ingredientes para una nueva serie de vampiros. A ver si ésta se hace en España y podemos exportarla.

Expaña

El físico Hugh Everett propuso en los años 50 del siglo pasado una teoría, la de los universos paralelos, que es cada vez más aceptada como explicación de varias de las contradicciones teóricas de la física cuántica. Para resumir, dicha teoría -o metateoría- propone que todas las alternativas o posibilidades se cumplen, pero cada una en un universo distinto, en universos paralelos. Un caso particular de éstas miríadas de universos posibles es el universo antiparalelo, donde sucede justo lo contrario de lo que sucede en otro. O sea, que debe existir un universo donde ocurre justo lo contrario que en el nuestro, nuestro particular universo antiparalelo.
El objetivo de esta carta es dar a conocer esta posibilidad teórica y allegar recursos para explorar la posibilidad de emigrar por un agujero negro desde aquí y ahora al universo antiparalelo donde no exista la injusticia, el paro, el canibalismo socioeconómico -capitalismo, por otro nombre- , la pobreza, el consumismo, los países ni los partidos políticos. O, de forma alternativa - si los recursos no fueran suficientes para un objetivo tan ambicioso- fletar una embarcación que se dirigiera a un lugar en esta Tierra cercano a las antípodas de éste país para formar allí una colonia denominada Expaña.

Distintos deudores

Dentro de las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno el pasado viernes, se encuentra una amnistía fiscal cuyo objeto son 25.000 millones de euros defraudados a Hacienda y que se condonarán, así como las multas que hubiera conllevado la aplicación estricta de la correspondiente normativa fiscal, a cambio de una recaudación efectiva del 10%, o sea, el pago por parte de los defraudadores de 2.500 millones de euros como penitencia por el pecado. 

¿Cree el señor presidente del Gobierno que si yo, igualmente,  dejo de pagar la hipoteca sobre mi vivienda unos meses, y luego me enmiendo y asumo sólo el pago de un 10% de la misma, podré salir del paso?.