
También recientemente el señor Rosell, como presidente de la CEOE ha planteado bajar de 20 a 12 días la indemnización por despido procedente, lo que él denomina "salida laboral", porque ello, en su opinión, animaría a muchos empresarios a "dar entrada" a otros trabajadores, sabiendo que su despido sería más barato.
Y que esos trabajadores en situación alternativa y variable -en función de los "mercados"- de paro, despido y trabajo tengan hijos a los que en esa circunstancias no puedan costear una -seguramente costosa- educación privada no parece ser el problema del señor Rosell. O sí, ya habremos llegado de nuevo a la situación en la que los esclavos tengan hijos ya esclavos al nacer. Que debe ser la condición principal para que la clase empresarial de este país pueda plantearse ser competitiva. Aunque también puede que su incapacidad empresarial se deba a la herencia genética como hijos de practicantes habituales de la cultura del "pelotazo", o del ambiente socioeconómico en que crecieron.
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