Sonrojante Berlusconi, una vez más. Cuando supuestamente quería hacerse perdonar su ya casi olvidada ofensa a la mujeres del actual gobierno de España -"demasiado rosa", dijo en su día- además de renovarla, la ha agravado con sus explicaciones de patético playboy. Patético en una las acepciones de la palabra, si nos referimos a aquellos que producen vergüenza ajena o pena. Pero también en otra, es decir, de quien se manifiesta de manera poco oportuna pero con mucho sentido dramático, conmoviendo e impresionando como un caricato, que creo que es el verdadero talento de Berlusconi. Ni Vitorio Gassman o Alberto Sordi hubieran podido componer un personaje con tal nivel de cutrez o casposidad, ni Chaplin con su Napoloni de "El gran dictador" llega a la altura de su inconmensurable vanidad y egolatría. Y a él le salen de natural. "Nunca he pagado por prestaciones sexuales. Amo conquistar". ¿De verdad no se enteraba de que alguien pagaba por él?. ¿De verdad creía que todo era debido a su arrolladora presencia basada en un tupé sintético, un rostro restirado y una dentadura postiza?. "Está intersante", dijo Zapatero, a final del inacabable autopanegírico de Berlusconi. Hay veces en que los políticos justifican su sueldo, valorando la sinonimia entre política y diplomacia.
https://elpais.com/diario/2009/09/13/opinion/1252792808_850215.html
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