martes, 17 de marzo de 2009

Como una boya


Esperanza Aguirre, considera que la presunta trama de espionaje a altos cargos en la Comunidad de Madrid y las "filtraciones interesadas" del sumario del 'caso Gürtel' "se han convertido en un estímulo para que los votantes del PP se hayan convencido de que el PP es un partido "honrado" y les ha permitido triunfar en Galicia y tener la llave del Gobierno vasco. Es un forma de verlo, desde luego. Aunque para ello se haya exprimido al límite el Principio de la vulgarización, del manual de propaganda de Goebbels (Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar) más que analizar la realidad. Porque la realidad es que siendo el asunto del espionaje y la trama de corrupción temas distintos -aunque ella está actualmente interesada en presentarlo como un todo-, de ninguno de ellos parece que pueda deducirse la honradez como característica principal para convencer a votantes. Con todo esto, no me extraña que Maniano Rajoy haya deducido, a su vez, que "este partido -el PP- no se hunde nunca". Insumergible como una boya, a pesar de Esperanza Aguirre. Y de él mismo.

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