Pero es cierto que, en relación con esta última Igualdad, cuando aquellos que legislan, dirigen y, en definitiva, organizan nuestra vida -en teoría en nuestro nombre- se sienten eximidos de cumplir las normas que -también en teoría- son de obligado cumplimiento para todos, están realizando un irresponsable y ostentoso ejercicio de desprecio incluso por las formas y el respeto debido a esa teórica Igualdad, desprecio que tiene por efecto inmediato incitar a los desiguales sociales a no admitir como legítimas normas y leyes, por más legales que sean; simplemente se adquiere la conciencia social de una real desigualdad efectiva -como cuando se asegura que la Justicia es igual para todos- desigualdad tanto más irritante cuanto que los que apelan a esa universal Igualdad son los primeros en incumplirla, al sentirse realmente más iguales que otros.
Seguramente sea esa real desigualdad efectiva -trasladada a otros niveles- la que ha propiciado que se dé tan poca relevancia al hecho de que sólo un partido político, Unidas Podemos, haya declinado su asistencia (VOX no fué invitado) -del conjunto de partidos políticos, empresarios, banqueros, medios de comunicación y otros poderes fácticos emanados del gran capital- a la gala de los Leones convocado por Pedro José Ramírez para la promoción de su medio y donde éste -del que aún hoy no puedo evitar que me sugiera un olor a orines meclado con el del carísimo perfume que seguramente usa- nos anunciaba que el consenso constitucional es una vacuna para todos los males de España, aunque en ningún momento mencionó los males que ahora aquejan a los españoles, mayoritariamente desiguales y, por tanto, más abajo en su escala de prioridades (últimamente utilizo como test rápido para ubicar ideológicamente a personas, personajes y personajillos su concepto de patriotismo y el orden utilizado referirse a España y/o a los españoles).
Tu culo está aburrío, dice un anuncio de Desigual, precisamente. Pues sí, aburrío de soportar las patadas de los más iguales y después, con suerte, asentarlo en lo duro.