Hace
ya tiempo que me inquieta menos la desasosegante mirada de la
presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que sus
declaraciones; declaraciones que indican un aún más desasosegante
maremágnum de neoliberalismo en plena ebullición (aunque también pudiera ser liofilización o sublimación,
es difícil saberlo) que emana de su particular modo de entender la
realidad y el mundo. Así, tras su recuperación y alta médica después de
casi un mes de confinamiento por COVID19 y su visita al improvisado
hospital en el recinto ferial de Ifema -que parece que esta solución de
urgencia ha sido su inspiración- ha declarado que la Comunidad de
Madrid se va a marcar como prioridad reorientar el
sector de la sanidad para convertirlo en una industria, de modo que nunca más la vida de nadie dependa de mercados. Ya, que no se entiende (puro pensamiento IDA), yo, al menos, no lo entiendo: ¿no dependerá -más aún- nuestra vida de los mercados si la sanidad se convierte en una industria
según los principios del capitalismo que nos rige? ¿en que sentido -si
es que pensaba en alguno al mencionarla- ha empleado la palabra industria, el de maña y destreza o artificio para hacer algo o al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la
obtención, transformación o transporte de uno o varios productos
naturales? ...o ¿ha sido, en general, sólo una aglomeración
accidental del terminología neoliberal sin un propósito
concreto?...pues, ya digo, no se sabe.
Entretanto, ahí tenemos a IDA, saludando tras los cristales, como una reina choni con sus guantes de goma (morados, para más inri) y su mascarilla en barboquejo (que no quiere dejar de regalarnos su inquietante sonrisa).
No hay comentarios :
Publicar un comentario